Liberales dijeron no: reforma a la salud, en manos de La U y conservadores

El proyecto de reforma a la salud que presentó el gobierno de Gustavo Petro en el Congreso está trancado. Aunque el vocero y ministro del Interior, Alfonso Prada, saliera a decir que con los partidos Liberal, Conservador y de la U lograron una concertación del 99 % para que la iniciativa avance, la realidad es otra: no hay acuerdo y el proyecto está detenido. Lo cierto es que como pinta el panorama dentro de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, donde aterrizó el proyecto, la iniciativa podría caerse.

El proyecto de reforma a la salud que presentó el gobierno de Gustavo Petro en el Congreso está trancado. Aunque el vocero y ministro del Interior, Alfonso Prada, saliera a decir que con los partidos Liberal, Conservador y de la U lograron una concertación del 99 % para que la iniciativa avance, la realidad es otra: no hay acuerdo y el proyecto está detenido. Lo cierto es que como pinta el panorama dentro de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, donde aterrizó el proyecto, la iniciativa podría caerse.

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El Partido Liberal y el Pacto Histórico son las fuerzas que mayor peso tienen dentro de la Comisión Séptima, pues cada uno cuenta con cuatro de 21 curules. Para el Gobierno era vital el apoyo de los rojos, pues así estaban más cerca de los 11 votos necesarios para que el proyecto avanzara en primer debate. Sin embargo, los liberales, dirigidos por el expresidente César Gaviria, retiraron definitivamente su apoyo a la idea del Gobierno para modificar el sistema de salud, dejando la aspiración del Ejecutivo en agonía y buscando salvavidas en los partidos Conservador y de la U, cada uno con dos curules.

Esta reforma, que busca la creación de una red de Centros de Atención Primaria (CAP) en todo el país, con enfoque de medicina preventiva y predictiva, y propone que los recursos sean gestionados por la Administradora de los Recursos del Sistema de Salud (ADRES) con giros directos mensuales a los prestadores de salud públicos, privados o mixtos. Y contempla la dignificación de los trabajadores de la salud, mejorando sus condiciones laborales., se está tramitando como una ley ordinaria, primero tendrá que pasar el debate en la Comisión en la que esté, en este caso la Séptima.

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Aunque no está en ceros, el Gobierno aún no consigue los votos necesarios para que el proyecto no se caiga, pues por ahora, con los apoyos que han logrado conservar de los representantes de Alianza Verde, Comunes, las curules de paz y su propia fuerza, solo llegan a nueve. Por su parte, quienes quieren que se caiga la iniciativa, como Cambio Radical y el Centro Democrático, ambos de oposición, fortalecen su deseo con la negativa liberal a seguir apoyando el proyecto gubernamental, a lo que llegan entre las tres fuerzas a ocho votos.

En manos de los partidos Conservador y de la U está la llave para que el proyecto pase o se caiga, pues al bando que decidan irse, si lo hacen juntos, le darían los votos suficientes para llegar a la mayoría necesaria. Aunque el Gobierno diga que las reuniones han servido para avanzar en la concertación con ellos, realmente no hay certeza, pues Gerardo Yepes, representante a la Cámara del Partido Conservador y coordinador ponente del proyecto, le aseguró a este diario que en la reunión del Gobierno con los líderes de los tres grandes partidos “no hubo consenso o acuerdo. Es mentira, es que la reforma ya está en un 99 % concertada”.

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Ahora el futuro del documento no es claro, pues no es el único proyecto para reformar la salud que está en el Congreso y existe la posibilidad de que se acumulen y se modifique drásticamente lo presentado por el Ejecutivo, tomando insumos de otras iniciativas. Cambio Radical, Centro Democrático y un grupo de ciudadanos han presentado cada uno su propia iniciativa para modificar el sistema de salud en Colombia. Sobre esto Yepes aseguró que lo que sí ocurrió en la reunión fue que se le hizo la propuesta al Ejecutivo de acumular proyectos, pero que no fue “bien vista”.

Además de Yepes, el liberal Germán Rozo, también coordinador ponente del proyecto y, según el primero, al tener esta condición y de ser integrantes de dos grandes partidos políticos, están entre la espada y la pared, pues tienen que liderar el debate del proyecto, responder ante sus partidos y “responder a los intereses ciudadanos”. Según dijo Rozo, el diálogo entre Gaviria y los militantes no ha sido el más fluido, pues decisiones como no presentarse a la Casa de Nariño con los otros dos líderes de partidos la conocieron por la prensa y no por una comunicación interna.

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Aun así, Gaviria se reunió en la tarde de ayer con los cuatro representantes de su partido en la Comisión Séptima para decidir qué tendrán en el Capitolio sobre esta iniciativa gubernamental. Un punto fundamental es que, en caso de que el Gobierno logre los votos que le hacen falta y consiga aprobar su reforma a la salud, la demandarían ante la Corte Constitucional. Esto fue confirmado por fuentes cercanas al expresidente César Gaviria, para quien el proyecto “está mal, es equivocado e inconstitucional”, por lo cual lo dejarían en manos del alto tribunal, si es que no se cae.

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