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"Manuel Marulanda era el punto de encuentro entre las dos partes, el armado y el político, por eso ahora Alfonso Cano debe fijarse en qué términos va continuar él con las Farc porque tiene que definir el futuro inmediato de las Farc", dijo.
Para el ex presidente la condición de vocero político que asume Alfonso Cano no le llega en el mejor momento. Según él, el destape la Farc-política ha satanizado los posibles contactos que puedan establecer para el tema del intercambio humanitario, lo cual que complica aún más las cosas en la búsqueda de la paz para el país.
También es difícil porque "es previsible" que los sectores más duro del Gobierno y varios miembros de las Fuerzas Armadas "caigan en un triunfalismo militarista" tras la muerte de Manuel Marulanda.
En el mismo sentido y frente a un posible final de las Farc por la vía militar, Samper recordó que en el mundo ningún conflicto ha terminado a través de las armas. Consideró que es mucho mejor tanto para la población civil, como para las Fuerzas Armadas y el Gobierno, como para las mismas Farc, sentarse en una mesa de negociación.
"No hay ningún conflicto que no haya terminado con una salida política, así las cosas el Gobierno no puede pretender que por la vía militar se vaya a exterminar a dicho grupo armado (...) ahora el Gobierno tiene que comenzar a buscar alternativas políticas para lograr un punto de acuerdo político con las Farc", puntualizó el ex presidente Ernesto Samper.