Santos acusa a Uribe de no creer en el cambio climático

 Cuando el expresidente Álvaro Uribe asumió la jefatura de Estado, en 2002, fue aprobada una ley (la 790 de ese año) que le permitió fusionar varios ministerios argumentando razones presupuestales. Y en ese revolcón, el Ministerio de Ambiente -dedicado exclusivamente a esos asuntos-, tuvo que acoger funciones adicionales relacionadas con ordenamiento territorial y vivienda. Pero aunque en ese momento no hubo mayores presiones al Gobierno para reversar su decisión, luego surgieron voces críticas que argumentaban las falencias de dicha reforma. 

Sin embargo, cuando fue elegido Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, y mientras  se cantaba la ruptura entre él y su antecesor, el primer mandatario decidió revivir la cartera medioambiental. Y en la medida en que la agenda global fue redireccionando  sus debates en torno a problemáticas conocidas como "low politics", el escenario internacional fue abriendo espacios para discutir sobre los mismos.  

Por eso, en desarrollo de la 72 Asamblea General de la ONU que tiene lugar en Nueva York, el presidente Santos participó de la 5 Conferencia Anual de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Columbia, la antesala para abrir el debate en Naciones Unidas cuyo eje central será el desarrollo sostenible. En el marco de esa intervención, y aunque sin mencionarlo directamente, Santos afirmó que Uribe no cree en el cambio climático. 

"Debemos fortalecer el concepto de responsabilidad compartida y detener el cambio climático. Mi predecesor no creía en el cambio climático y por eso eliminó el Ministerio del Medio Ambiente, y yo lo reviví; y empezamos en pensar en qué es lo que debemos hacer como país", dijo Santos desde la Universidad de Columbia. En el mismo sentido, recordó que el del conflicto armado, además de dejar más de 8 millones de víctimas, también provocó catástrofes al medio ambiente. 

"Promovió la minería ilegal que usa mercurio y cianuro que contaminan de forma permanente el agua. La guerra estimuló la producción de droga y el narcotráfico, y eso llevó a la deforestación de nuestras selvas amazónicas", añadió el primer mandatario. 

 Cuando el expresidente Álvaro Uribe asumió la jefatura de Estado, en 2002, fue aprobada una ley (la 790 de ese año) que le permitió fusionar varios ministerios argumentando razones presupuestales. Y en ese revolcón, el Ministerio de Ambiente -dedicado exclusivamente a esos asuntos-, tuvo que acoger funciones adicionales relacionadas con ordenamiento territorial y vivienda. Pero aunque en ese momento no hubo mayores presiones al Gobierno para reversar su decisión, luego surgieron voces críticas que argumentaban las falencias de dicha reforma. 

Sin embargo, cuando fue elegido Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, y mientras  se cantaba la ruptura entre él y su antecesor, el primer mandatario decidió revivir la cartera medioambiental. Y en la medida en que la agenda global fue redireccionando  sus debates en torno a problemáticas conocidas como "low politics", el escenario internacional fue abriendo espacios para discutir sobre los mismos.  

Por eso, en desarrollo de la 72 Asamblea General de la ONU que tiene lugar en Nueva York, el presidente Santos participó de la 5 Conferencia Anual de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Columbia, la antesala para abrir el debate en Naciones Unidas cuyo eje central será el desarrollo sostenible. En el marco de esa intervención, y aunque sin mencionarlo directamente, Santos afirmó que Uribe no cree en el cambio climático. 

"Debemos fortalecer el concepto de responsabilidad compartida y detener el cambio climático. Mi predecesor no creía en el cambio climático y por eso eliminó el Ministerio del Medio Ambiente, y yo lo reviví; y empezamos en pensar en qué es lo que debemos hacer como país", dijo Santos desde la Universidad de Columbia. En el mismo sentido, recordó que el del conflicto armado, además de dejar más de 8 millones de víctimas, también provocó catástrofes al medio ambiente. 

"Promovió la minería ilegal que usa mercurio y cianuro que contaminan de forma permanente el agua. La guerra estimuló la producción de droga y el narcotráfico, y eso llevó a la deforestación de nuestras selvas amazónicas", añadió el primer mandatario.