Santos espera que cese al fuego se convierta en bilateral y definitivo
Este sábado las Farc iniciaron el cese al fuego por tiempo indefinido.
Redacción Política
El presidente Juan Manuel Santos manifestó que espera que el cese unilateral e indefinido del fuego declarado por las Farc se convierta en un cese bilateral y definitivo que le ponga punto final a la guerra de 50 años.
“Hoy comenzó un cese al fuego por parte de las Farc, unilateral e indefinido, que yo espero que se convierta en un cese al fuego bilateral y definitivo y pongamos fin a una guerra de 50 años”, aseveró.
Tras recordar que hace tres años los indígenas Wayuu le obsequiaron un bastón de palabrero, el Jefe del Estado señaló que ese regaló le ha servido para perseverar en la búsqueda de la paz.
“Hace ya más de tres años, aquí en La Guajira, me entregaron un bastón, un bastón de palabrero, con un pajarito (…) y me dijeron algo que llevo en mi corazón: no hemos entregado sino dos de estos bastones, uno a Gabriel García Márquez, como el arquitecto de la palabra; y el otro a usted Presidente Santos, para que con este bastón haga la paz”, relató.
“Es un bastón que mantengo (…) y me ha servido mucho para tener paciencia y mucha perseverancia en un camino que ha sido difícil, pero que ha comenzado a rendir frutos”, concluyó.
El presidente Juan Manuel Santos manifestó que espera que el cese unilateral e indefinido del fuego declarado por las Farc se convierta en un cese bilateral y definitivo que le ponga punto final a la guerra de 50 años.
“Hoy comenzó un cese al fuego por parte de las Farc, unilateral e indefinido, que yo espero que se convierta en un cese al fuego bilateral y definitivo y pongamos fin a una guerra de 50 años”, aseveró.
Tras recordar que hace tres años los indígenas Wayuu le obsequiaron un bastón de palabrero, el Jefe del Estado señaló que ese regaló le ha servido para perseverar en la búsqueda de la paz.
“Hace ya más de tres años, aquí en La Guajira, me entregaron un bastón, un bastón de palabrero, con un pajarito (…) y me dijeron algo que llevo en mi corazón: no hemos entregado sino dos de estos bastones, uno a Gabriel García Márquez, como el arquitecto de la palabra; y el otro a usted Presidente Santos, para que con este bastón haga la paz”, relató.
“Es un bastón que mantengo (…) y me ha servido mucho para tener paciencia y mucha perseverancia en un camino que ha sido difícil, pero que ha comenzado a rendir frutos”, concluyó.