Se acentúa rifirrafe entre conservadores y ministro Germán Vargas Lleras

El enfrentamiento entre el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, y el Partido Conservador se intensificó este martes en la tarde, luego de que esa colectividad emitiera un ‘memorial de agravios' contra el alto funcionario.

Ante los mutuos señalamientos sobre la tardanza en el proyecto de Estatuto Anticorrupción, el Partido emitió un comunicado en donde advierten el "inconformismo" por las apreciaciones hechas por Vargas frente a esa iniciativa.

"Los conservadores somos respetuosos y coherentes con los acuerdos programáticos a los que llegó con el Gobierno Nacional, de promover las iniciativas legislativas que el país requiere", señala un comunicado de los conservadores.

"Nuestra colectividad, ha acompañado y liderado proyectos tan importantes, como el acto legislativo que reforma la Comisión Nacional de Televisión, o la Reforma a las Regalías, o el acto sobre Sostenibilidad Fiscal, o el Estatuto de la Oposición y por supuesto la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras", indica otra parte del comunicado.

Además, advierten que siempre las discusiones de los proyectos se han dado con "argumentos" y de manera "responsable" sin tratar de "torpedear" las iniciativas del Gobierno Nacional.

"No se puede pretender que los congresistas seamos convidados de piedra en el debate público (...) somos una fuerza pensante, por tanto, hacemos uso del derecho constitucional a participar en los debates aportando ideas y contradiciendo lo que consideramos equivocado", continua el ‘memorial' conservador contra Vargas.

Y le aclaran al Ministro que "el Partido Conservador no renunciará jamás a ejercer su derecho al pensamiento (...) no admitimos que se tilde de responsables a los congresistas conservadores de trabar la agenda legislativa, impedir el avance de la justicia, ser clientelistas, y de anteponer nuestros propios intereses antes del interés nacional".

A su turno, el presidente de la colectividad, José Darío Salazar, dijo que los conservadores no están dispuestos a "ferrocarrilear" los proyectos del Gobierno.