El Senado de la República mantuvo en el limbo la decisión relacionada con la suspensión del cargo de la senadora Dilian Francisca Toro.
La comisión de ética aún no ha tomado su determinación final que relaciona el caso de Toro, quien se encuentra detenida desde el pasado 24 de Julio, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia.
Esa determinación se da porque no se ha certificado la ejecutoria de la medida de aseguramiento impuesta contra la líder vallecaucana.
El presidente de la comisión de ética, Samuel Arrieta Buelvas, indicó que se aprobó el miércoles en la tarde el aplazamiento de la decisión sobre la suspensión de la condición congresional de la senadora Dilian Francisca Toro Torres.
“Aún no se allega constancia o certificación de su firmeza o ejecutoria, requisito previsto en el artículo 277 de la Ley quinta de 1992, para que proceda el trámite de suspensión de la condición congresional”, indicó.
“Como quiera que a la hora y fecha señalada para emitir el dictamen no se había recibido respuesta de la Alta Corporación Judicial, se determinó que allegada la información requerida, se convocara a esta Comisión para adoptar la decisión pertinente”, agregó.
La medida contra Dilian
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento preventiva en contra de la senadora Dilian Francisca Toro en la investigación que se le adelanta por su presunta responsabilidad en el delito de lavado de activos.
Según la decisión de la Corte, después de la revisión de documentos y testimonios es altamente probable que unos bienes ubicados en el Valle del Cauca fueron comprados al extraditado narcotraficante Víctor Patiño Fómeque.
En este sentido se señaló que las explicaciones presentadas por la senadora del partido de la U y su esposo no han sido satisfactorias sobre el origen de la procedencia de su patrimonio.
Igualmente el alto tribunal le restó validez a la carta enviada por el extraditado narcotraficante en la que aseguraba que no conocia a la expresidenta del Congreso y a su esposo.
La Sala Penal ha establecido que Toro, como socia de la Agropecuaria La Ceiba Verde compró la hacienda la Milagrosa en 2005, pese a que pertenecía a hombres que fungieron como cabecillas del cartel de Cali, principalmente a Phanor Arzabaleta y Víctor Patiño Fómeque.