'Seré el primer senador de Putumayo'

Guillermo Rivera es representante a la Cámara por Putumayo. Lleva tres períodos en el Congreso y ha decidido dar el salto al Senado. Su principal logro ha sido la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, de la cual fue autor y ponente. Se ha caracterizado por ser un parlamentario juicioso. Es un duro crítico de las fumigaciones con glifosato y afirma que el próximo Congreso tendrá que hacer profundas reformas a la salud, a la educación y a las normas electorales.

¿Por qué quiere pasar al Senado?

Porque creo que la democracia impone relevos y en mi departamento hay gente que tiene el derecho y la capacidad para representarnos. Además, este va a ser un Congreso constituyente, que tendrá que discutir una nueva arquitectura institucional, y quiero que las banderas que he defendido en los últimos 12 años desde la Cámara sean llevadas al Senado, que es una corporación con mayor músculo político.

¿Y cuáles son esas banderas?

Principalmente, los derechos de las víctimas. El posconflicto es la oportunidad para revindicar y resignificar a las víctimas. Quiero que el nuevo diseño institucional nos lleve a definir políticas que hagan de la paz un sinónimo del ejercicio de los derechos de los colombianos, sobre todo de los habitantes de las zonas de conflicto. Las reformas que se requieren deben ser pensadas para la gente de Guaviare, Putumayo, Caquetá o la Costa Pacífica. Se trata de que la gente pueda tener los mismos derechos y oportunidades que un pequeño grupo de ciudadanos privilegiados que hay en el país.

¿Qué plantea?

Una reforma a la Ley General de la Educación, para que sea un derecho que no se agote en el acceso, sino que incluya la calidad. Para esto hay dos asuntos centrales: que se garantice el dominio de una segunda lengua y el manejo de tecnologías de última generación, para que quienes estudian en colegios públicos puedan acceder a la universidad pública. Hoy los estudiantes de los colegios privados se están quedando con los cupos que deberían ser para estratos 1 y 2 en la Universidad Nacional de Colombia.

¿Cuánto vale su campaña?

Hasta el momento ha costado $300 millones y al final va a ser del orden de $500 millones.

¿Y de dónde ha salido el dinero?

De donaciones de empresas, amigos y familiares. Me han donado la Fundación Santo Domingo, Coca Cola; es probable que Bavaria lo haga; Luis Carlos Sarmiento me ha incluido en el listado de las personas que van a financiar; y mi familia, que es distribuidora de Yamaha; además de mis ahorros y los de mi esposa.

No es fácil que el Putumayo tenga un senador, ¿o sí?

Nunca lo ha habido. Voy a ser el primer senador del Putumayo. Es un departamento en conflicto, que tiene muchas víctimas y a nivel político un candidato de mi tierra no puede competir en las mismas condiciones con los de Antioquia o Bogotá, porque la población es muy pequeña. Mi experiencia me ha mostrado que las reglas electorales son muy injustas, porque las regiones con menos población tienen menos posibilidades de representación y son las zonas que más han padecido el conflicto, las que más sufren la inequidad y el marginamiento. Por eso me la juego porque el país entienda que hay otra Colombia que quiere emerger y hacerse oír.

Precisamente en su departamento las fumigaciones han sido muy fuertes, ¿cuál es su posición frente a éstas?

La aspersión con glifosato es la política más irresponsable del Estado colombiano. Existe un estudio que señala que en las épocas de aspersión aumentan las consultas médicas por alteraciones dermatológicas e interrupciones de embarazos. Y ese solo estudio da para que, en virtud del principio de precaución ambiental desarrollado por la Corte Constitucional, se suspendan de inmediato las fumigaciones. Esta semana voy a presentar ante la autoridad ambiental una solicitud para que se ordene su suspensión.

Estamos a 20 días de elecciones, ¿qué opinión le merecen las reglas electorales?

Lo primero que tiene que hacer el próximo Congreso es modificarlas. Hay que eliminar el voto preferente, porque no permite que el ciudadano tenga una identidad con una organización política y hace que sea una competencia de dinero más que de ideas. Hay que garantizar la financiación estatal de las campañas. Hoy priman las billeteras sobre las ideas. En este país hay tanta pobreza y miseria que los políticos de billeteras gordas se aprovechan de esa realidad. Hay que proscribir la financiación privada de las campañas, porque por ahí se cuelan dineros ilegales y se violan los topes establecidos. Este Congreso va a tener gente buena, pero también gente que se ha hecho elegir comprando votos. 

Guillermo Rivera es representante a la Cámara por Putumayo. Lleva tres períodos en el Congreso y ha decidido dar el salto al Senado. Su principal logro ha sido la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, de la cual fue autor y ponente. Se ha caracterizado por ser un parlamentario juicioso. Es un duro crítico de las fumigaciones con glifosato y afirma que el próximo Congreso tendrá que hacer profundas reformas a la salud, a la educación y a las normas electorales.

¿Por qué quiere pasar al Senado?

Porque creo que la democracia impone relevos y en mi departamento hay gente que tiene el derecho y la capacidad para representarnos. Además, este va a ser un Congreso constituyente, que tendrá que discutir una nueva arquitectura institucional, y quiero que las banderas que he defendido en los últimos 12 años desde la Cámara sean llevadas al Senado, que es una corporación con mayor músculo político.

¿Y cuáles son esas banderas?

Principalmente, los derechos de las víctimas. El posconflicto es la oportunidad para revindicar y resignificar a las víctimas. Quiero que el nuevo diseño institucional nos lleve a definir políticas que hagan de la paz un sinónimo del ejercicio de los derechos de los colombianos, sobre todo de los habitantes de las zonas de conflicto. Las reformas que se requieren deben ser pensadas para la gente de Guaviare, Putumayo, Caquetá o la Costa Pacífica. Se trata de que la gente pueda tener los mismos derechos y oportunidades que un pequeño grupo de ciudadanos privilegiados que hay en el país.

¿Qué plantea?

Una reforma a la Ley General de la Educación, para que sea un derecho que no se agote en el acceso, sino que incluya la calidad. Para esto hay dos asuntos centrales: que se garantice el dominio de una segunda lengua y el manejo de tecnologías de última generación, para que quienes estudian en colegios públicos puedan acceder a la universidad pública. Hoy los estudiantes de los colegios privados se están quedando con los cupos que deberían ser para estratos 1 y 2 en la Universidad Nacional de Colombia.

¿Cuánto vale su campaña?

Hasta el momento ha costado $300 millones y al final va a ser del orden de $500 millones.

¿Y de dónde ha salido el dinero?

De donaciones de empresas, amigos y familiares. Me han donado la Fundación Santo Domingo, Coca Cola; es probable que Bavaria lo haga; Luis Carlos Sarmiento me ha incluido en el listado de las personas que van a financiar; y mi familia, que es distribuidora de Yamaha; además de mis ahorros y los de mi esposa.

No es fácil que el Putumayo tenga un senador, ¿o sí?

Nunca lo ha habido. Voy a ser el primer senador del Putumayo. Es un departamento en conflicto, que tiene muchas víctimas y a nivel político un candidato de mi tierra no puede competir en las mismas condiciones con los de Antioquia o Bogotá, porque la población es muy pequeña. Mi experiencia me ha mostrado que las reglas electorales son muy injustas, porque las regiones con menos población tienen menos posibilidades de representación y son las zonas que más han padecido el conflicto, las que más sufren la inequidad y el marginamiento. Por eso me la juego porque el país entienda que hay otra Colombia que quiere emerger y hacerse oír.

Precisamente en su departamento las fumigaciones han sido muy fuertes, ¿cuál es su posición frente a éstas?

La aspersión con glifosato es la política más irresponsable del Estado colombiano. Existe un estudio que señala que en las épocas de aspersión aumentan las consultas médicas por alteraciones dermatológicas e interrupciones de embarazos. Y ese solo estudio da para que, en virtud del principio de precaución ambiental desarrollado por la Corte Constitucional, se suspendan de inmediato las fumigaciones. Esta semana voy a presentar ante la autoridad ambiental una solicitud para que se ordene su suspensión.

Estamos a 20 días de elecciones, ¿qué opinión le merecen las reglas electorales?

Lo primero que tiene que hacer el próximo Congreso es modificarlas. Hay que eliminar el voto preferente, porque no permite que el ciudadano tenga una identidad con una organización política y hace que sea una competencia de dinero más que de ideas. Hay que garantizar la financiación estatal de las campañas. Hoy priman las billeteras sobre las ideas. En este país hay tanta pobreza y miseria que los políticos de billeteras gordas se aprovechan de esa realidad. Hay que proscribir la financiación privada de las campañas, porque por ahí se cuelan dineros ilegales y se violan los topes establecidos. Este Congreso va a tener gente buena, pero también gente que se ha hecho elegir comprando votos.