La sorpresa nacional ha venido desde todos los sectores del país, luego de la orden de captura que emitió la Fiscalía General de la Nación en contra del exdiputado del valle, Sigifredo López, por el secuestro y asesinato de sus once compañeros muertos en cautiverio. (Ver galería del traslado del exdiputado).
La clase política ha considerado de una gravedad de inmensas dimensiones que López pueda estar implicado en ese atroz hecho.
El presidente de la Cámara, el representante Simón Gaviria Muñoz, dijo que este hecho es de una “increíble gravedad” porque las acusaciones del ente investigador son demasiado “macabras”.
“Si tan solo el 1% de lo que se está diciendo se comprueba es supremamente grave y por lo tanto debe recaer la más dura pena que pueda dar la justicia (…) si esto es real es macabro y de una gravedad que nos deja literalmente sin palabras”, aseguró.
Para muchos de los líderes del país es impensable que una persona sea partícipe del asesinato de sus compañeros y estar en secuestro 7 años y ser también el autor intelectual.
A su turno, Fabiola Perdomo, esposa del entonces diputado Juan Carlos Narváez, dijo que aún confía en la inocencia de Sigifredo López.
"Mientras la justicia no me demuestre lo contrario, Sigifredo López es inocente y desde el mismo momento en que hablé con él cuando recuperó su libertad creí su versión", aseguró.
Y continuó: “No me cabe en la cabeza cuales sean las pruebas que tiene la Fiscalía para tener hoy a Sigifredo y que se convierte en un nuevo sufrimiento para su familia”.
El miércoles, el exdiputado Sigifredo López, único sobreviviente de un grupo de 12 legisladores regionales secuestrados por las Farc en 2002 y detenido ahora como sospechoso de haber tenido implicación en esos hechos, fue detenido en la ciudad de Cali por agentes de la Fiscalía.
El portavoz de la Fiscalía General, Omar Alberto Jaimes, indicó que el fiscal encargado aún no ha establecido la fecha para cumplir con la indagatoria de López, pero generalmente esa diligencia suele hacerse en la fecha más próxima a la captura.
López, de 45 años, se encuentra en Bogotá, donde pasó la noche en la sede de la Fiscalía.
Ese fiscal ordenó la captura del político exsecuestrado al considerar que se debe investigar "su presunta intervención en el secuestro masivo" que tuvo lugar en abril de 2002 y en la muerte del policía Carlos Alberto Cendales que custodiaba la sede de la Asamblea del departamento del Valle del Cauca, en Cali.
Ello implicaría los delitos de perfidia, rebelión y homicidio agravado.
En primer lugar, según aclaró una fuente de la Fiscalía, se investiga si López tuvo algo que ver en el secuestro pero todavía no se ha iniciado la indagación de su posible participación en el hecho por el cual fueron asesinados los otros once legisladores en confusas circunstancias. Sus cuerpos fueron hallados el 18 de junio de 2007.
El secuestro se produjo cuando guerrilleros de las Farc irrumpieron en la Asamblea del Valle del Cauca e hicieron creer a los legisladores que se trataba de un desalojo por un supuesto explosivo.
Después, los políticos fueron llevados en autobús hacia las montañas que rodean Cali, donde se les notificó que habían sido secuestrados.
Cuando López fue liberado unilateralmente por los guerrilleros el 5 de febrero de 2009, explicó que fue el único superviviente de los doce diputados secuestrados porque durante el cautiverio había sido trasladado a otro campamento.
Tras su declaración, la Justicia colombiana determinará si impone una medida de aseguramiento en casa o en cárcel sobre López, lo que implica una detención sin derecho a fianza.
Después de ser liberado en 2009, López retomó su vida política en el Partido Liberal (PL) e incluso se presentó como candidato para ser alcalde de Cali en las elecciones del pasado octubre.
Por El Espectador
