Mientras en Colombia se abre el debate sobre la legitimidad del Acuerdo Especial para blindar lo pactado entre el Gobierno y las Farc. Desde Cuba, el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, celebró este avance y afirmó que está muy cerca el acuerdo final.
“Si entre los combatientes hay importantes consensos en torno al cese al fuego y las hostilidades, es porque el acuerdo es inminente. Si la dejación de las armas, con compromisos recíprocos para las partes, se ha entendido como su no utilización en política, es porque estamos cerca de un histórico acuerdo”, afirmó Márquez.
El jefe negociador de la guerrilla se refirió a uno de los últimos puntos que falta cerrar para firmar “si el acuerdo sobre garantías de seguridad y paramilitarismo está a punto de ver la luz, es porque efectivamente estamos cerca del Acuerdo Final”, afirmó Márquez.
Y en medio de las dudas y el debate sobre la legitimidad del Acuerdo Espacial para blindar los acuerdos de paz Márquez afirmó que "el Acuerdo Final será firmado por las partes como Acuerdo Especial. Esta figura, prevista en las Convenciones de Ginebra de 1949, convertirá lo acordado en norma de obligatorio cumplimiento conforme al derecho internacional, y lo incorpora al Bloque de Constitucionalidad, debiendo ser respetado cada vez que se apruebe una ley de desarrollo del mismo”; explicó.
Según Márquez: “una vez aprobado el Acuerdo Final, el Congreso decidirá si lo hace suyo, y si así fuera a través de procedimiento legal definido, lo incorporará al orden jurídico, lo cual interpreta fielmente el mandato constitucional que señala que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.
El vocero de la guerrilla se metió de lleno en el debate de la legitimidad del acuerdo recién firmado y dijo que “las Farc y el Gobierno hemos creído que todos estos mecanismos de seguridad jurídica son imprescindibles para garantizar que la implementación de los acuerdos alcanzados sobre derechos humanos de los colombianos sea respetada por los sucesivos gobiernos. Y es este quizá uno de los mejores homenajes a las víctimas del conflicto, que de esta forma seguirán situadas en el centro del proceso de paz”.
Y afirmó que “el acuerdo de ayer se inscribe en el respeto a los principios y mandatos plasmados en la Carta de la Organización de Naciones Unidas, en el Derecho de los Derechos Humanos, en el Derecho Internacional Humanitario y el Estatuto de Roma. Estas normativas que regulan el mundo, que están protegidas por los principios del Derecho de Gentes, tales y como resultan de los usos establecidos entre naciones civilizadas, de las leyes de humanidad y de las exigencias de la conciencia pública, aplican ya en nuestra patria. Hacen parte de bloque de constitucionalidad".
Mientras las partes en la mesa de negociación en Cuba sostienen que las decisiones tomadas están acorde con el ordenamiento jurídico nacional e internacional, en Colombia el debate se ha abierto y los opositores desde el Centro Democrático lo califican como “un golpe de Estado a la democracia”, incluso, sectores que han manifestado su apoyo al proceso de paz reclaman por los alcances de este acuerdo y sostiene que convierte al Congreso en un simple notario como afirmó la senador Claudia López.