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Una aguda polémica se abrió este jueves entre el superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, y el alcalde de Medellín, Alonso Salazar.
La pelea tiene origen en que el mandatario de la capital antioqueña dijo que hubo “presiones para que unos pequeños accionistas vendieran su participación accionaria en unas sociedades; habló también de que una persona en su calidad de accionista presiona para que la empresa de transporte compre vehículos "en la Mercedes" (sic); agrega que hay bandas criminales pero sin precisar el alcance de su participación en el hecho y concluye su declaración diciendo que el distribuidor de la mercedes era el actual Superintendente Jorge Enrique Vélez”.
Al conocer del tema, el superintendente le pregunto al alcalde: ¿qué tengo que ver yo con esos hechos? ¿Olvida que el Alcalde es la máxima autoridad de transporte y tránsito en el municipio de Medellín o en su defecto el Secretario de Tránsito? ¿Olvida que es o son los encargados de la habilitación de las empresas de transporte y de expedir las respectivas matrículas de los vehículos? ¿Si usted tenía conocimiento de hechos irregulares con la habilitación o con las matriculas de las empresas a las que se refiere, cuál fue la razón para guardar silencio e incurrir en omisión de denunciar oportunamente esos hechos?
La puja igual tiene origen en que Vélez representaba hasta 2008 a la firma que distribuye esos autos en Medellín.
Vélez ya anunció que si el alcalde no aclara los términos de sus declaraciones, procederá a presentar una denuncia penal por injuria y calumnia en contra de Salazar.
Carta de Vélez al alcalde
Bogotá, Noviembre 2 de 2011
SEÑOR
ALONSO SALAZAR
ALCALDE DE MEDELLíN
CIUDAD
Usted en el día de hoy les expresó a diferentes medios de comunicación a título de denuncia, una combinación de hechos en las cuales me involucra.
Describió una serie circunstancias sin relación alguna, lo que confirma su actuar tendencioso y malintencionado, su torcido interés en involucrarme en algo que no se entiende, dejando mucho que decir de una autoridad que debe guardar la compostura en todas sus actuaciones.
Manifestó usted la existencia de unas presiones para que unos pequeños accionistas vendieran su participación accionaria en unas sociedades; habló también de que una persona en su calidad de accionista presiona para que la empresa de transporte compre vehículos "en la Mercedes" (sic); agrega que hay bandas criminales pero sin precisar el alcance de su participación en el hecho y concluye su declaración diciendo que el distribuidor de la mercedes era el actual Superintendente Jorge Enrique Vélez. Y le pregunto: ¿qué tengo que ver yo con esos hechos? ¿Olvida que el Alcalde es la máxima autoridad de transporte y tránsito en el municipio de Medellín o en su defecto el Secretario de Tránsito? ¿Olvida que es o son los encargados de la habilitación de las empresas de transporte y de expedir las respectivas matrículas de los vehículos? ¿Si usted tenía conocimiento de hechos irregulares con la habilitación o con las matriculas de las empresas a las que se refiere, cuál fue la razón para guardar silencio e incurrir en omisión de denunciar oportunamente esos hechos?
Se trata pues de unas declaraciones confusas, gaseosas e inconexas, que deja claro su interés en causarme daños irreparables, máxime cuando usted sabe que tengo limitada mi defensa, pues ocupo un alto cargo en el Gobierno Nacional que me impide confrontarlo de la manera que se lo merece.
De todas maneras si le puedo decir lo siguiente: Desde el mes de julio del año 2.008 no tengo vinculación ni laboral, ni accionaria, ni comercial con la sociedad que distribuye la Mercedes Benz en la ciudad de Medellín.
Cuando me desempeñé como gerente de Estrella Automotriz S.A., sociedad distribuidora de esta marca de vehículos, no se solicitaba que el comprador anexara un certificado de todos los accionistas para determinar si la decisión de compra había sido aprobada por todos y cada uno de los socios, pues en el derecho societario señor Alcalde, existe lo que se llama la capacidad del representante legal para la celebración de los distintos actos jurídicos, la cual se acredita con el certificado de existencia y representación de la sociedad.
Involucra también a la marca mundialmente conocida Mercedes Benz en esta descabellada y absurda denuncia. Desconozco que interés lo motiva, pero seguramente esta sociedad estará interesada en conocer el alcance de sus afirmaciones, máxime cuando usted adiciona el cuento con la existencia de bandas criminales.
Si meditara un poco sobre los hechos, fácilmente podría concluir que nada tiene que ver mi ejercicio profesional como gerente de la distribuidora de la Mercedes Benz con la compra de vehículos por parte de unas sociedades transportadoras. Y si hubo los inconvenientes que usted relata entre los accionistas, para eso están las acciones civiles o comerciales pertinentes, las cuales se las puede recomendar, pues es claro el interés que ese hipotético problema entre accionistas suscita en usted.
Ahora, si lo que quiere es vincularme con actos delictivos, dígalo y denúncielo directamente, sin rodeos ni historias. Solapadas de ciencia ficción. Ya estoy acostumbrado a que ciertos criminales traten de acorralarme con malintencionadas denuncias como la suya, sin entender que entre más denuncias fabriquen o más mentiras me imputen, con mayor vigor los enfrento.
Quisiera pensar que incurrió usted en una grave equivocación y que no le está haciendo el juego a quienes quieren evitar las distintas denuncias que ahora hago desde la Superintendencia de Notariado y Registro.
Le solicito entonces rectifique la información suministrada por usted a los distintos medios de comunicación. También le recomiendo se lea el numeral 6 del artículo 35 de la Ley 734 de 2002, el cual establece las prohibiciones para los servidores públicos.