Toma y dame entre uribismo y Gobierno por proceso de paz

El debate tuvo lugar en la Comisión Primera del Senado, a la que asistió el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para reiterar, con cifras en mano, que las Fuerzas Militares no han bajado la guardia en la lucha contra la guerrilla y la delincuencia.

La tesis esgrimida por los senadores Alfredo Rangel y José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático, es que las Farc han reactivado sus acciones terroristas y su influencia política en el escenario internacional. Sobre la seguridad, Rangel dijo que la razón de su deterioro “es la subordinación a los diálogos de La Habana, que limita las acciones de la Fuerza Pública y da mayor libertad de acción a los grupos terroristas”, y agregó que por eso “han decretado una serie de treguas para ablandar al Gobierno, mientras las cifras demuestran la expansión, el fortalecimiento y el regreso a muchos municipios”.

Por su parte, José Obdulio Gaviria afirmó que “los diálogos de paz son para las Farc un instrumento para avanzar en el cumplimiento de sus planes, como la interrupción de los bombardeos, la prohibición de la fumigación de sembrados, la reconstrucción de la telaraña de contactos políticos en el mundo y del entramado de finanzas, particularmente de los negocios del narcotráfico. Asimismo, la reorganización de frentes, el montaje de un fuerte aparato de propaganda y la relegitimación como fuerza política”.

En respuesta, el ministro Villegas rechazó tajantemente las críticas, defendió el proceso de paz y aseguró que la negociación “bajo ningún motivo ha significado que las Fuerzas Militares bajen la guardia”. En este sentido aclaró que las Farc declararon un cese del fuego y no un cese de hostilidades, por lo cual continúan otras modalidades delictivas, que han sido enfrentadas. “El cese del fuego es una buena noticia. No es suficiente porque hay amenazas y delitos, y por eso están siendo perseguidas. El cese bilateral e indefinido es el fin del conflicto”, puntualizó.

A la hora de mostrar las cifras, el ministro de Defensa insistió en que desde agosto de 2010 los resultados arrojan “detención o abatimiento de 62 cabecillas de las Farc, su máximo líder militar, su máximo líder político, ocho miembros del estado mayor central, 35 cabecillas de frente y 17 de columna móvil. La dedicación de la Fuerza Pública es total. No es apresando monjitas de caridad que se logran estos números”.

Finalmente aprovechó el debate para anunciar la nueva política del Gobierno contra el narcotráfico, denominada Plan Alternativo Antinarcóticos, que, según explicó, estará basado en cinco ejes: disminuir cultivos, intensificar la interdicción marítima, terrestre y aérea, neutralizar estructuras criminales y enfrentar el lavado de activos y la demanda doméstica, que en Colombia ha aumentado de forma sostenida.

El debate tuvo lugar en la Comisión Primera del Senado, a la que asistió el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para reiterar, con cifras en mano, que las Fuerzas Militares no han bajado la guardia en la lucha contra la guerrilla y la delincuencia.

La tesis esgrimida por los senadores Alfredo Rangel y José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático, es que las Farc han reactivado sus acciones terroristas y su influencia política en el escenario internacional. Sobre la seguridad, Rangel dijo que la razón de su deterioro “es la subordinación a los diálogos de La Habana, que limita las acciones de la Fuerza Pública y da mayor libertad de acción a los grupos terroristas”, y agregó que por eso “han decretado una serie de treguas para ablandar al Gobierno, mientras las cifras demuestran la expansión, el fortalecimiento y el regreso a muchos municipios”.

Por su parte, José Obdulio Gaviria afirmó que “los diálogos de paz son para las Farc un instrumento para avanzar en el cumplimiento de sus planes, como la interrupción de los bombardeos, la prohibición de la fumigación de sembrados, la reconstrucción de la telaraña de contactos políticos en el mundo y del entramado de finanzas, particularmente de los negocios del narcotráfico. Asimismo, la reorganización de frentes, el montaje de un fuerte aparato de propaganda y la relegitimación como fuerza política”.

En respuesta, el ministro Villegas rechazó tajantemente las críticas, defendió el proceso de paz y aseguró que la negociación “bajo ningún motivo ha significado que las Fuerzas Militares bajen la guardia”. En este sentido aclaró que las Farc declararon un cese del fuego y no un cese de hostilidades, por lo cual continúan otras modalidades delictivas, que han sido enfrentadas. “El cese del fuego es una buena noticia. No es suficiente porque hay amenazas y delitos, y por eso están siendo perseguidas. El cese bilateral e indefinido es el fin del conflicto”, puntualizó.

A la hora de mostrar las cifras, el ministro de Defensa insistió en que desde agosto de 2010 los resultados arrojan “detención o abatimiento de 62 cabecillas de las Farc, su máximo líder militar, su máximo líder político, ocho miembros del estado mayor central, 35 cabecillas de frente y 17 de columna móvil. La dedicación de la Fuerza Pública es total. No es apresando monjitas de caridad que se logran estos números”.

Finalmente aprovechó el debate para anunciar la nueva política del Gobierno contra el narcotráfico, denominada Plan Alternativo Antinarcóticos, que, según explicó, estará basado en cinco ejes: disminuir cultivos, intensificar la interdicción marítima, terrestre y aérea, neutralizar estructuras criminales y enfrentar el lavado de activos y la demanda doméstica, que en Colombia ha aumentado de forma sostenida.