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Desde las 2:00 de la tarde de este martes, la plenaria del Senado retomará la discusión del proyecto de acto legislativo que busca que todos los congresistas puedan cambiarse de partido sin riesgo de sanciones por doble militancia.
Aunque esta reforma tenía respaldo multipartidista, por lo que logró pasar sin contratiempos sus primeros cinco de los ocho debates reglamentarios, los partidos Centro Democrático y Cambio Radical se movieron con fuerza para frenarla, pues la intención del Pacto Histórico de reconfigurarse en una nueva colectividad amplia de izquierdas de cara a 2026 terminó por tomarse el protagonismo en medio de las discusiones del proyecto.
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Los diálogos se ampliaron incluso a otras bancadas, como los partidos Conservador, La U y parte de Alianza Verde, e incluso con algunos liberales, para alertar sobre cómo –desde la óptica de la oposición– el verdadero beneficiado del transfuguismo sería el petrismo. Todo indica que la iniciativa se hundiría en la corporación, pues necesita mayorías calificadas, pero hasta última hora se espera que el oficialismo busque los votos necesarios.
Como contó El Espectador, las bancadas del Centro Democrático, con la influencia directa del expresidente Álvaro Uribe, y de Cambio Radical –con la guía política del exvicepresidente Germán Vargas Lleras–, informaron públicamente que votarán negativo en el sexto debate del transfuguismo. Eso quiere decir que ya hay, al menos en el papel, 23 sufragios por el no al avance de esa enmienda constitucional.
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Además, se sumaron los partidos Conservador y de La U, que juntos suman otros 25 votos negativos: 15 de los primeros y 10 de los segundos. Si se tiene en cuenta que una reforma a la Constitución de 1991 necesita de mayoría calificada, o sea la mitad más uno de los integrantes del Senado –que descontando sillas vacías da 105 curules–, lo que se traduce en que se deben tener al menos 53 senadores dándole el sí para que pase.
Como los que se oponen a que por tercera vez en las últimas dos décadas se autorice el transfuguismo ya tendrían 48 votos por el no, quiere decir que están seis o siete votos de ser mayoría, mientras que el progresismo arrancó su apuesta con 25 (20 del Pacto Histórico y cinco de Comunes), pero aún tiene puentes con una parte de la bancada liberal (13 senadores) y otras fuerzas minoritarias.
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