'Trinidad', dispuesto a dialogar

La presencia del extraditado guerrillero Simón Trinidad, como uno de los negociadores de las Farc en la mesa de diálogo con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, es el primer escollo que debe resolver el primer mandatario, a quien el subversivo —a través de una carta fechada el 7 de septiembre y conocida públicamente ayer— le comunicó que “estoy dispuesto a participar en dicho proceso de diálogo para la paz”.

Ricardo Palmera, más conocido como Simón Trinidad, dice en la misiva: “(…) no dejo de pensar en lo que sería una solución política que deje para la historia el prolongado conflicto colombiano. Gobierno e insurgencia pueden pactar la paz y llegar a acuerdos vitales para el desarrollo y el crecimiento del país en los ámbitos económicos, sociales y políticos”.

Preso hoy en una cárcel de Estados Unidos, donde paga una condena de 60 años, después de haber sido capturado en 2004 en Ecuador y posteriormente extraditado por el presidente Álvaro Uribe, Trinidad ejerció como negociador en la zona de distensión creada por el gobierno de Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán y alcanzó uno de los rangos más altos dentro de las Farc.

Con este antecedente, afirmó en la carta que “experiencias anteriores me permiten aportarle a este nuevo proceso. Tengo propuestas para plantearles a mis superiores, que serían tenidas en cuenta y autorizadas le harían bien al proceso, a la paz y a Colombia. Mi asistencia como delegado de la paz es factible, basta una sencilla gestión política y diplomática de su parte al gobierno de los Estados Unidos, usted lo sabe muy bien”.

Pero la realidad indica que su presencia inmediata en la mesa no será nada fácil de resolver, teniendo en cuenta que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intensifica por estos días su campaña con el objetivo de ser reelegido el próximo 6 de noviembre, por lo que no es probable que se pronuncie en algún sentido frente al tema de Simón Trinidad.

Al respecto, el presidente Santos ha dicho que “el proceso tiene que ser realista y eso es muy importante, hay cosas que se pueden y otras no”.

Junto a Simón Trinidad, el pasado 13 de septiembre las Farc designaron como sus voceros principales (miembros plenipotenciarios) en la mesa de diálogo que se instalará el 8 de octubre es Oslo (Noruega) a Iván Márquez, Rodrigo Granda, Andrés París, Marco León Calarcá y Mauricio Jaramillo o El Médico.

Como integrantes del equipo de apoyo (miembros no plenipotenciarios) quedó conformada por Jesús Santrich, Bernardo Salcedo y Hermes Aguilar, quien en entrevista con la Red de Apoyo Alternativo, coincidió con el presidente Santos en que el extinto jefe de las Farc Alfonso Cano lo contactó indirectamente para comenzar los diálogos de paz con esa guerrilla.

En su declaración, Aguilar le reprochó a Santos que mientras se hablaba de esta posibilidad, Cano hubiera caído abatido en un operativo del Ejército en noviembre de 2011.

“Santos no puede hablar dos lenguajes, o se habla de la guerra o se habla de la paz. Decir que ordenó la ejecución del comandante Alfonso cuando había los primeros contactos de diálogo de paz en su gobierno, es perverso, afirmó el vocero de las Farc. Sin embargo, anotó que este no será un proceso fallido.
Precisó que “no estamos pidiendo nada para nosotros como guerrilla. Esta no es la paz de la guerrilla, es la paz del país”.

La presencia del extraditado guerrillero Simón Trinidad, como uno de los negociadores de las Farc en la mesa de diálogo con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, es el primer escollo que debe resolver el primer mandatario, a quien el subversivo —a través de una carta fechada el 7 de septiembre y conocida públicamente ayer— le comunicó que “estoy dispuesto a participar en dicho proceso de diálogo para la paz”.

Ricardo Palmera, más conocido como Simón Trinidad, dice en la misiva: “(…) no dejo de pensar en lo que sería una solución política que deje para la historia el prolongado conflicto colombiano. Gobierno e insurgencia pueden pactar la paz y llegar a acuerdos vitales para el desarrollo y el crecimiento del país en los ámbitos económicos, sociales y políticos”.

Preso hoy en una cárcel de Estados Unidos, donde paga una condena de 60 años, después de haber sido capturado en 2004 en Ecuador y posteriormente extraditado por el presidente Álvaro Uribe, Trinidad ejerció como negociador en la zona de distensión creada por el gobierno de Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán y alcanzó uno de los rangos más altos dentro de las Farc.

Con este antecedente, afirmó en la carta que “experiencias anteriores me permiten aportarle a este nuevo proceso. Tengo propuestas para plantearles a mis superiores, que serían tenidas en cuenta y autorizadas le harían bien al proceso, a la paz y a Colombia. Mi asistencia como delegado de la paz es factible, basta una sencilla gestión política y diplomática de su parte al gobierno de los Estados Unidos, usted lo sabe muy bien”.

Pero la realidad indica que su presencia inmediata en la mesa no será nada fácil de resolver, teniendo en cuenta que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intensifica por estos días su campaña con el objetivo de ser reelegido el próximo 6 de noviembre, por lo que no es probable que se pronuncie en algún sentido frente al tema de Simón Trinidad.

Al respecto, el presidente Santos ha dicho que “el proceso tiene que ser realista y eso es muy importante, hay cosas que se pueden y otras no”.

Junto a Simón Trinidad, el pasado 13 de septiembre las Farc designaron como sus voceros principales (miembros plenipotenciarios) en la mesa de diálogo que se instalará el 8 de octubre es Oslo (Noruega) a Iván Márquez, Rodrigo Granda, Andrés París, Marco León Calarcá y Mauricio Jaramillo o El Médico.

Como integrantes del equipo de apoyo (miembros no plenipotenciarios) quedó conformada por Jesús Santrich, Bernardo Salcedo y Hermes Aguilar, quien en entrevista con la Red de Apoyo Alternativo, coincidió con el presidente Santos en que el extinto jefe de las Farc Alfonso Cano lo contactó indirectamente para comenzar los diálogos de paz con esa guerrilla.

En su declaración, Aguilar le reprochó a Santos que mientras se hablaba de esta posibilidad, Cano hubiera caído abatido en un operativo del Ejército en noviembre de 2011.

“Santos no puede hablar dos lenguajes, o se habla de la guerra o se habla de la paz. Decir que ordenó la ejecución del comandante Alfonso cuando había los primeros contactos de diálogo de paz en su gobierno, es perverso, afirmó el vocero de las Farc. Sin embargo, anotó que este no será un proceso fallido.
Precisó que “no estamos pidiendo nada para nosotros como guerrilla. Esta no es la paz de la guerrilla, es la paz del país”.