“Tuve una oposición implacable”: Juan Manuel Santos

Luego de haber abandonada la Casa de Nariño y dejar la política a un lado, el expresidente Juan Manuel Santos rompió su silencio y concedió una entrevista al medio universitario “The Harvard Gazette” en el que reveló algunas de sus frustraciones tras dejar el cargo.

Entre ellas está la de no haber entregado un país menos polarizado, pero, según él, su Gobierno contó con una oposición implacable. “Uno de mis grandes remordimientos es, de hecho, no haber podido unir al país, ni siquiera en torno a algo tan importante como la paz. Parece ilógico y absurdo. No hay mala paz ni buena guerra en la historia de la humanidad. Pero, desafortunadamente, el país estaba dividido en torno a este tema.”, se confesó.

Otras cosas que lamentó, además de la polarización por la paz y que las expresó en la entrevista, fueron no haber hecho más por erradicar la pobreza, la inequidad y detener la destrucción los bosques en el país. “Siempre que uno mira hacia atrás afirma que pudo haber hecho más”.

Sin embargo, a lo largo de la conversación con el medio universitario, la paz fue el tema central. “Una cosa es hacer la paz, que lo hicimos con éxito, y otra es construirla”, aseguró. Por tanto, reiteró su postura de mantenerse alejado de la política, lo que significa estar lejano al proceso de implementación del acuerdo, que para él es la fase más difícil.

Asimismo, dijo que la visita del papa Francisco se hizo en 2017 porque él estaba esperando por el momento más oportuno para la reconciliación entre los actores armados, víctimas y sociedad civil.

Aunque aún falta mucho por lograr, contando con los detractores del acuerdo que buscan modificar el documento, Santos destacó que logró lo que se impuso como tarea desde que tuvo oportunidad de hablar con Nelson Mandela en la Conferencia de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, en 1996, en Sudáfrica, y era convertirse en un personaje importante para la paz en Colombia.

“Había programado una reunión de 15 minutos con Nelson Mandela, pero pasamos más de seis horas hablando sobre nuestros países. Me dijo que mientras los colombianos no terminaran la guerra, Colombia no se convertiría en un país desarrollado. En cierto modo, ahí fue cuando encontré mi destino: luchar por la paz en mi país”, manifestó.

De este modo, explicó que su labor como ministro de Defensa, entre 2006 y 2009, en la que logró debilitar a las Farc, asesinando a líderes del grupo guerrillero y efectuando la Operación Jaque de liberación de secuestrados como Íngrid Betancourt, se trató de una estrategia para abrir un camino a la negociación que, más adelante, en 2010, como presidente, comenzó a buscar.

Lea: “He sido halcón o paloma, dependiendo de las circunstancias”: Juan Manuel Santos​

“Sabía que una condición necesaria para un proceso de paz exitoso era debilitar militarmente a las Farc para estas que no tuvieran la posibilidad de ganar a través de la lucha armada. Eso fue lo que hicimos que consistió en el primer paso hacia la paz”, explicó.

Para Santos, el no del plebiscito, que lo tomó por sorpresa, fue una oportunidad para consolidar más el acuerdo final que se firmó el 24 de noviembre de 2016. Asimismo, el Premio Nobel de Paz, anunciado cinco días después del referendo, fue un impulso para sellar el pacto.

"Al final, decidí encontrar una oportunidad en la crisis y terminamos con un acuerdo mejor y más sólido que ahora se está implementando", dijo a la vez que manifestó que está feliz alejado de la política y ejerciendo como profesor. "La decisión más importante que tomo ahora es elegir aqué conferencia o clase asistir. Es el mundo ideal". 

Luego de haber abandonada la Casa de Nariño y dejar la política a un lado, el expresidente Juan Manuel Santos rompió su silencio y concedió una entrevista al medio universitario “The Harvard Gazette” en el que reveló algunas de sus frustraciones tras dejar el cargo.

Entre ellas está la de no haber entregado un país menos polarizado, pero, según él, su Gobierno contó con una oposición implacable. “Uno de mis grandes remordimientos es, de hecho, no haber podido unir al país, ni siquiera en torno a algo tan importante como la paz. Parece ilógico y absurdo. No hay mala paz ni buena guerra en la historia de la humanidad. Pero, desafortunadamente, el país estaba dividido en torno a este tema.”, se confesó.

Otras cosas que lamentó, además de la polarización por la paz y que las expresó en la entrevista, fueron no haber hecho más por erradicar la pobreza, la inequidad y detener la destrucción los bosques en el país. “Siempre que uno mira hacia atrás afirma que pudo haber hecho más”.

Sin embargo, a lo largo de la conversación con el medio universitario, la paz fue el tema central. “Una cosa es hacer la paz, que lo hicimos con éxito, y otra es construirla”, aseguró. Por tanto, reiteró su postura de mantenerse alejado de la política, lo que significa estar lejano al proceso de implementación del acuerdo, que para él es la fase más difícil.

Asimismo, dijo que la visita del papa Francisco se hizo en 2017 porque él estaba esperando por el momento más oportuno para la reconciliación entre los actores armados, víctimas y sociedad civil.

Aunque aún falta mucho por lograr, contando con los detractores del acuerdo que buscan modificar el documento, Santos destacó que logró lo que se impuso como tarea desde que tuvo oportunidad de hablar con Nelson Mandela en la Conferencia de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, en 1996, en Sudáfrica, y era convertirse en un personaje importante para la paz en Colombia.

“Había programado una reunión de 15 minutos con Nelson Mandela, pero pasamos más de seis horas hablando sobre nuestros países. Me dijo que mientras los colombianos no terminaran la guerra, Colombia no se convertiría en un país desarrollado. En cierto modo, ahí fue cuando encontré mi destino: luchar por la paz en mi país”, manifestó.

De este modo, explicó que su labor como ministro de Defensa, entre 2006 y 2009, en la que logró debilitar a las Farc, asesinando a líderes del grupo guerrillero y efectuando la Operación Jaque de liberación de secuestrados como Íngrid Betancourt, se trató de una estrategia para abrir un camino a la negociación que, más adelante, en 2010, como presidente, comenzó a buscar.

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“Sabía que una condición necesaria para un proceso de paz exitoso era debilitar militarmente a las Farc para estas que no tuvieran la posibilidad de ganar a través de la lucha armada. Eso fue lo que hicimos que consistió en el primer paso hacia la paz”, explicó.

Para Santos, el no del plebiscito, que lo tomó por sorpresa, fue una oportunidad para consolidar más el acuerdo final que se firmó el 24 de noviembre de 2016. Asimismo, el Premio Nobel de Paz, anunciado cinco días después del referendo, fue un impulso para sellar el pacto.

"Al final, decidí encontrar una oportunidad en la crisis y terminamos con un acuerdo mejor y más sólido que ahora se está implementando", dijo a la vez que manifestó que está feliz alejado de la política y ejerciendo como profesor. "La decisión más importante que tomo ahora es elegir aqué conferencia o clase asistir. Es el mundo ideal".