Aun cuando a la Cancillería colombiana no ha llegado aún ninguna petición formal, la llegada a Colombia de la exjueza ecuatoriana Mónica Encalada y su anuncio esta mañana de que sopesa la posibilidad de pedir asilo en el país tiene a muchos pensando en el futuro de las relaciones entre los dos países.
La eventual solicitud pone contra las cuerdas al presidente Juan Manuel Santos, pues si llegara a aceptarlo estaría enviando un mensaje de enemistad a su colega ecuatoriano. Pero si se niega, él, viniendo del periodismo, estaría enfrentándose al acto de solidaridad y protesta que hicieron hoy los periódicos colombianos, que publicamos en simultánea la columna "No más mentiras", de Emilio Pacheco, que originó la demanda del presidente Correa contra el periodista y contra el periódico El Universo de Guayaquil.
Encalada ha denunciado una persecución por parte del gobierno ecuatoriano luego de denunciar presiones para hacerse cargo del caso de dicha demanda y de sostener que escuchó decir al juez que la sentencia de tres años de prisión y el pago de US$40 millones contra las directivas de El Universo y contra el columnista Emilio Pacheco había sido escrita por el abogado del presidente Correa.
Para completar el panorama, la encrucijada para el gobierno colombiano llegaría justo después de que el presidente Correa promoviera que se invitara a Cuba a la Cumbre de las Américas que se celebrará el mes próximo en Cartagena, propuesta que puso en dificultades diplomáticas a Colombia frente a Estados Unidos y la misma Cuba.
Así, mientras la canciller, María Ángela Holguín, se encuentra de viaje por el Asia; la ministra de Educación, María Fernanda Campo, está encargada; los periódicos colombianos toman partido en defensa de la libertad de expresión en la región y el presidente Correa desafía la paciencia colombiana, muchos se preguntan si el nuevo ambiente de normalización en las relaciones Colombia-Ecuador podría resistir una tensión adicional.