Un ciclo que trabajará en una coyuntura especialmente difícil, no sólo porque hay expectativa de cara a un acuerdo sobre el problema de las drogas ilícitas, sino porque la campaña presidencial día a día se calienta más. Incluso, las últimas noticias del conflicto han desatado un movimiento para ambientar un cese unilateral de acciones militares por parte de la guerrilla.
“Estamos en un momento difícil en la mesa. La gente no muestra su respaldo al proceso de paz y eso tiene implicaciones electorales. Además, la guerrilla hace cosas como la tortura y asesinato de dos policías que estaban fuera del servicio. Necesitamos un gesto humanitario urgente por parte de la guerrilla”, explicó una fuente muy cercana al proceso de paz.
Una postura que coincide con las declaraciones del presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, quien expresó que “si las Farc quieren ganarse la confianza de los colombianos que aún no creen en su decisión política de dejar las armas, deberían proceder a un cese unilateral del fuego”. O la reflexión del viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, quien expresó su respaldo al proceso de paz y sostuvo que el cese al fuego unilateral funcionó muy bien en su país para generar confianza entre las partes.
De otro lado, al finalizar el ciclo anterior, los delegados de ambas partes afirmaron haber avanzado “sustancialmente” en la construcción de varias cuartillas de acuerdo en el punto tres de la agenda de diálogos. Lo que ha dado para especulaciones acerca de que en este ciclo se debe dar a conocer la firma de un acuerdo parcial en el tema de las drogas ilícitas. Un acuerdo que le vendría muy bien al gobierno Santos en estos tiempos de campaña para la reelección.