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Un tomate todavía 'pintón'

Daniel Quintero Calle, uno de sus fundadores, reconoce que quiere aspirar al Senado y dice que si no reciben el aval del CNE, buscarán alianzas con otros movimientos sociales, como Dignidad Agropecuaria.

Redacción Política
06 de diciembre de 2013 - 11:18 p. m.
Tres de los cofundadores del Partido del Tomate: Juan Carlos Upegui, Daniel Quintero Calle y Elí Shnaider.   / Semana
Tres de los cofundadores del Partido del Tomate: Juan Carlos Upegui, Daniel Quintero Calle y Elí Shnaider. / Semana

Hace algunos meses, Colombia presenció con simpatía el surgimiento del “Partido del Tomate”, un movimiento ciudadano integrado en su mayoría por jóvenes, que de una manera particular comenzaron a expresar su rechazo a las formas de hacer política en el país: ubicaba vallas con la imagen de algún personaje de la vida pública nacional y le lanzaban tomates, como una manera de expresarle su rechazo. Lo hicieron con fotos del expresidente Álvaro Uribe, del presidente Juan Manuel Santos, del procurador Alejandro Ordóñez, del senador Roy Barreras, entre otras.

Fue tal el auge que cogieron, que de dichas expresiones se pasó a la búsqueda de convertirse en un movimiento político con aspiraciones al Congreso de la República. De hecho, iniciaron la recolección de firmas y las presentaron recientemente ante el Consejo Nacional Electoral, que les exigió una millonaria póliza de cumplimiento —un requisito obligatorio— para poderlos avalar su participación en los próximo comicios legislativos. Esta semana, tras un acto de protesta ante las instalaciones de la organización electoral, sus voceros dijeron que aunque se les quiere cerrar el camino, seguirán en la lucha y buscarán alternativas jurídicas para su participación y financiación, incluyendo posibles alianzas con otros movimientos ciudadanos.

Pero, al mismo tiempo, comenzó a circular un correo en internet en el que se denunciaba que el Partido del Tomate no es un grupo de indignados ciudadanos independientes comunes y corrientes, sino una “estrategia politiquera que estaría utilizando dichas banderas para llevar a Daniel Quintero Calle (uno de sus fundadores) al Senado”. Y pedía también aclarar el origen de los fondos con que se han financiado los diferentes actos del movimiento, anunciando de paso una renuncia masiva ante la supuesta falta de transparencia.

Además, en dichos mensajes hablan de “matoneo” y “amenazas con expulsar a quien toque el tema, censurándoles y marginándoles de reuniones para evitar que hablen al respecto”. Y otra denuncia señala que la promesa de construcción democrática por redes sociales de las listas al Congreso, “es una farsa”, acusando directamente a Daniel Quintero Calle y a su hermano, el concejal de Medellín Miguel Andrés Quintero Calle, de tener “el hambre electoral que tiene como principio el fin justifica los medios”.

¿Pero quién está detrás de dichas acusaciones? Según averiguaciones de El Espectador, se trata de Yeiron Valencia, un excandidato al Concejo de Bogotá por Cambio Radical y quien había asumido un papel de liderazgo en la seccional de Bogotá del Partido del Tomate. De hecho, desde su llegada al movimiento ciudadano había comenzado un pulso de poder con los fundadores y demás líderes en la capital. “Él no quería que llegara gente nueva. Gente de otras comunidades diferentes a las que él controlaba no podía ir a las reuniones que hacía. Por eso tomamos la decisión de abrir un espacio en La Soledad para estar más unidos, pero ni él ni sus seguidores fueron”, cuenta el mismo Daniel Quintero Calle.

De hecho, hace cerca de un mes, los fundadores del Partido del Tomate decidieron hacer lo que llamaron “el muro de la verdad”, una reunión para “cantarse” todas las verdades y expresar los desacuerdos. “Yo sí he hecho una carrera para aspirar, no lo niego. Hubo una asamblea de voceros nacionales, que el señor Yeiron Valencia quiere desconocer, que me postuló, pero quiero decir que si vamos en alianza con otro movimiento, seremos 20 ó 30 los que estaremos en esa lucha”, agrega Quintero Calle.

Y sobre la financiación, responde que hasta el momento los fundadores son los que han asumido esa carga —que tampoco es muy cuantiosa— pues el no tener personería jurídica les impide recibir donaciones. Sobre su hermano, Miguel Andrés Quintero Calle, enfatiza que es el mejor concejal de Medellín (del Partido Verde), quien ganó su curul gracias al voto de opinión. “No tengo nada que ocultar, ahí están mis cuentas para que las revisen. Yo mismo hablé con el señor Yeiron para decirle que las cosas no eran así, que estaba actuando como los políticos tradicionales y que eso no es el Partido del Tomate”.

¿Y quién es Daniel Quintero Calle? Es uno de los cofundadores del movimiento y también cofundador y director de la Fundación Piensa Verde. Tiene un master en Administración de Negocios de la Universidad de Boston, estudió Administración de Finanzas Públicas en la Universidad de Harvard, especialista en finanzas de la Universidad de los Andes e ingeniero electrónico de la Universidad de Antioquia. “No sé si Yeison Valencia quería ser el candidato al Senado o comenzar a montar una nueva campaña al Concejo. Yo lo que veo es que hay mala intención y envidia. Les duele que no signifiquen nada para nosotros porque actúan como los políticos tradicionales”, concluye Daniel Quintero Calle.

Por Redacción Política

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