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La razón: el jefe del Ministerio Público señaló en días pasados que era claro que la guerrilla de las Farc había condicionado la firma de un acuerdo definitivo de paz en La Habana (Cuba) a la judicialización de Uribe. Una afirmación que no le gustó nada al expresidente Gaviria, quien se fue lanza en ristre contra Ordóñez criticando su postura frente al proceso de paz y señalándolo de hacer politiquería.
“Es una infamia y una mentira de la que él no tiene ninguna prueba”, expresó el exmandatario durante una rueda de prensa del Partido Liberal en Armenia, en la que además instó a Ordóñez a citar a alguien que corrobore la existencia de dicho compromiso.
La respuesta del procurador no se hizo esperar: aseguró que la exigencia de la guerrilla sobre el tema Uribe es evidente para todos los colombianos y que el expresidente Gaviria “vive entre la estratosfera y Marte”.
Asimismo, invitó al exmandatario a revisar las entrevistas concedidas en los últimos años por el jefe guerrillero Alfonso Cano y otros miembros del secretariado de las Farc en las que, a su juicio, queda clara dicha pretensión. “No me vengan a decir que estoy mintiendo, lo que hay es una interesada ignorancia del que dice y hace esas afirmaciones”, precisó.
Lo cierto es que, más allá de los debates y las declaraciones de parte y parte, en la opinión pública persisten los interrogantes sobre el trasfondo de lo acordado entre Gobierno y guerrilla en La Habana. Las dudas han dejado la puerta abierta para que la oposición, en cabeza del expresidente Uribe, comience a mover sus fichas. El exmandatario anunció, por ejemplo, que promoverá un referendo para que sean los colombianos quienes se pronuncien sobre el acuerdo de justicia.
El proceso arrancó este martes con la recolección de firmas para constituir el comité promotor del referendo sobre la base de que la justicia transicional planteada en Cuba se parece más a una forma de libertad condicional que otorgará beneficios a la guerrilla. “La libertad condicional se da a quien ha tenido un buen comportamiento durante el castigo o sanción, se les da a los responsables de un delito menor, pero aquí estamos en presencia de delitos atroces y una libertad que no está antecedida por un castigo”, enfatizó Uribe, reiterando que es claro que las Farc no están dispuestas a aceptar vigilancia ni control sobre sus actividades.