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Al intervenir ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, el presidente Álvaro Uribe Vélez reiteró su postura de pedir más compromiso de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo y en una clara alusión a la tendencia que se presenta actualmente en la región, cuestionó la carrera armamentista de algunos países.
Uribe dijo que el objetivo de Colombia es recuperar la seguridad doméstica y nunca participar en la carrera armamentista "para el juego sangriento de la guerra internacional. Nuestra tradición es de respeto a la comunidad global".
"Nos preocupa que en lugar de avanzar hacia mayor cooperación para la seguridad, la paz y tranquilidad de los ciudadanos de cada país, se acelere la carrera armamentista que algunos sustentan en la necesidad de modernizar sus equipos militares, mientras otros confiesan su ánimo de guerra", puntualizó.
El jefe de Estado manifestó que las agencias multilaterales, encabezadas por Naciones Unidas, tienen que reforzar su acción para que los gobiernos cumplan con el deber de proteger a sus ciudadanos y con la obligación de no agredir a la comunidad internacional
Así mismo, el primer mandatario durante su intervención puso el espejo retrovisor para defender los avances de su gobierno en materia de seguridad, confianza inversionista y cohesión social.
"Continuamos con los avances en seguridad pero también con desafíos pendientes (...) hemos recuperado dos monopolios que nunca debimos perder: el monopolio de las fuerzas institucionales para combatir a los delincuentes y el monopolio de la justicia que quiso ser desalojada por los terroristas, además ha sido desmontado el paramilitarismo".
Sin embargo, reconoció que el problema del desplazamiento aún no ha sido superado y manifestó que el Gobierno multiplicó los puestos de atención para la comunidad vulnerable.
"Promovemos enlaces de confianza entre la Fuerza Pública y las comunidades para que los operativos contra el narcotráfico no sean frustrados por el desplazamiento que promueven los narcotraficantes".
Finalmente, reveló que se han desmovilizado 51.783 integrantes de los grupos terroristas cuyos miembros han pasado de cerca de 60.000 a menos de 8.000, que la ley de Justicia y Paz que los acoge ha permitido enunciar 29.555 hechos criminales, la confesión de 12.104, el hallazgo de 2.043 fosas con 2.492 cadáveres, la identificación de 708 cuerpos y la entrega de 581 a sus familiares.