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“Vamos por el primer lugar”: David Barguil

El presidente de la colectividad, dice que el objetivo es ganar el poder local y regional para colocarse en primera fila hacia la Presidencia de 2018. La estrategia: ofrecer soluciones reales a la gente.

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Hugo García Segura
03 de agosto de 2015 - 02:00 a. m.
David Barguil, presidente del Directorio Nacional Conservador. / Archivo
David Barguil, presidente del Directorio Nacional Conservador. / Archivo
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Cumplida la etapa de inscripción de candidatos para las elecciones regionales de octubre, David Barguil, presidente del Partido Conservador, hace el balance de este proceso, asegura que se dieron la pela para inscribir a los mejores candidatos y sostiene que aumentarán su representación en el país, lo que catapultará a la colectividad para ganar las presidenciales de 2018.

¿Cuál es el balance del partido en cuanto a la inscripción de candidatos para las elecciones de octubre?

El balance es satisfactorio. Son 13.063 colombianos que hoy tienen el aval del partido: 13 candidaturas a gobernación, 771 a alcaldías, 355 a las asambleas, 10.075 a los concejos y 1.849 a las juntas administradoras locales. De ellos, 4.573 son mujeres. Con respecto a hace cuatro años, en materia de alcaldías tenemos alrededor de 100 candidaturas más y tenemos presencia en las listas a concejos en los más de 1.000 municipios de Colombia.

¿La cifra incluye candidatos en coalición?

Son los propios, no de alianzas. Yo diría que para alcaldías tenemos unas 80 coaliciones. 

¿Y las expectativas en cuánto a los resultado cuáles son?

El Partido Conservador, luego de un ejercicio serio y juicioso que hicimos para elegir a nuestros candidatos, le apuesta a luchar por el primer lugar en resultados electorales en número de alcaldías en Colombia y en aumentar significativamente el número de gobernaciones. Pero el tema no solo es cuantitativo. Los colombianos están apáticos, tienen desconfianza de la política y de los partidos, y eso se ha generado porque a la gente en las regiones la política muchas veces no les dice nada. Lo que están esperando es que les planteen soluciones a sus problemas, tener alternativas y oportunidades laborales, en seguridad, en salud, en mejoramiento de la calidad educativa. Ese será el enfoque de nuestros candidatos. Serán los alcaldes conservadores los que lideren propuestas serias que van a cambiar a los municipios del país y la calidad de vida de los ciudadanos.

¿Dónde cree que van a la fija?

Nos vamos a ganar las gobernaciones de Tolima, Huila, Putumayo, Caldas, Norte de Santander y las alcaldías de Valledupar, Cartagena y Montería, solo por nombrar algunas.

¿Qué criterios se usaron para aceptar ir en coalición?

El tema fundamental que marcó la decisión de las coaliciones fue el candidato, más allá del partido: su idoneidad, su hoja de vida y sus propuestas. Que hubiese identidades programáticas de lo que se estuviese proponiendo para su municipio o su departamento con el Partido Conservador. La idea fue la de escoger a los mejores, a las personas que nos den garantías de transformar la realidad regional en Colombia. No fue un tema de sesgos.

Hablando de sesgos, ¿le cobraron al senador Hernán Andrade el haber apoyado a Santos para las presidenciales, no avalando a su hermana para la Gobernación del Huila sino a Carlos Ramiro Chavarro?

Eso no es cierto. Si algo puede caracterizar el ejercicio de la presidencia mía es que he actuado con total garantía para todos los sectores. Aquí ya pasamos la página de la campaña presidencial, la página de la división en el partido, y a mí me eligieron por unanimidad los 21 miembros del Directorio. Este ejercicio no tiene nada que ver con quién votó por Santos o por Zuluaga o por Marta Lucía Ramírez. Esto tiene que ver con el futuro de Colombia, del partido, de los municipios, con lo que más fuera conveniente al país y a la colectividad. Carlos Ramiro Chavarro es un exsenador del Huila que se lució en su paso por el Congreso, tiene la juventud, preparación, experiencia, talante y visión para ser un gran gobernador. Y sacó más votos que Andrade, así no haya sido elegido.

Sin duda, el tema de los avales ha sido un dolor de cabeza para muchos partidos, ¿cómo le fue a ustedes?

A diferencia de otras colectividades, yo conté con una ventaja. Este es un partido de 166 años de historia que tiene unos estatutos serios, bien definidos y que se respetan. Aquí tuvimos varios filtros: directorios municipales, primer filtro; directorios departamentales, segundo filtro; creamos una comisión de conciliación y ética que revisaba los casos, tercer filtro; y Directorio Nacional, cuarto y último filtro, y última instancia para la toma de decisiones. Ello permitió en la gran mayoría de casos --no puedo decir que en el 100%-- tomar determinaciones con mucha tranquilidad y responsabilidad, entendiendo que hay que llevar hombres y mujeres con soluciones, con formación y comprometidos en la lucha contra la corrupción.

¿No cree que falta definir normas concretas en ese proceso de entrega de avales? Porque son muchos los candidatos cuestionados pero avalados…

El tema no es jurídico, el tema es ético y moral. Constitucionalmente en Colombia y en el mundo no se puede ir en contra de la presunción de inocencia. El tema es de la responsabilidad que como partidos tenemos cuando entregamos el aval a una persona que nos va a representar. Aquí hicimos esfuerzos inmensos y fuimos los únicos que revocamos avales.

¿A quiénes, por ejemplo?

El de Cota, Carlos Julio Moreno. Hicimos la averiguación, lo llevamos a comité de conciliación y de ética y preferimos apartarnos de esa decisión, a pesar de que había sido escogido por el Directorio Municipal. Revocamos el aval de otro candidato en Málaga (Santander), por unas denuncias alrededor de unos homicidios. Revocamos avales en Sucre, en Cauca y al candidato de ‘La Gata’ a la Asamblea de Bolívar, Hugo Rada. Aquí tomamos la decisión de revocar avales a pesar de que esos candidatos no tuvieran ningún tema de condenas en los entes de control y también tomamos la decisión de no darle aval a ningún candidato que tuviese condena por el tema de inasistencia alimentaria.

Pero también es de pensar que aunque existan todos esos filtros, les pueden hacer uno que otro gol…

Sin duda, y por eso dije que no podía hablar del 100% de los casos. Es complicado en un ejercicio donde uno entrega 13.063 avales, pero tratamos de hacer el esfuerzo para que no se nos colara nada. Por eso digo que el balance en general es profundamente positivo y satisfactorio. Como dije, vamos a pelear por el primer lugar en resultados electorales en número de alcaldías y aumentar el número de gobernaciones, y eso nos va a poner en la primera línea para disputar la Presidencia en tres años.

¿Qué hay detrás de esas pujas para entrega de avales qué hace tan complicado el proceso?

La política no es aislada de la realidad del país, todo lo contrario, es un reflejo de ella. Este país tiene que hacer enormes esfuerzos en educación, porque en la medida que tengamos una sociedad con acceso a la educación de calidad, vamos a tener un país que se transforma en realidad y eso se reflejará en la política, en los candidatos que aspiran a los cargos de elección popular, en las decisiones que los electores tomarán premiando a los mejores, a los más formados, a los que tienen las mejores propuestas, y cerrándole la puerta a la politiquería, a la compra de votos, a las mafias y a los grupos al margen de la ley.

¿Con quién se van a ir en Bogotá?

Yo le pedí a Marta Lucía Ramírez que asumiera la candidatura conservadora para la Alcaldía de Bogotá. Ella pidió hacer un programa y trabajarlo con todo el partido. Eso hicimos y hoy tenemos un programa que apunta a poner en orden la casa y sacar la ciudad adelante. Finalmente tomó una decisión, que respetamos. Ella acaba de hacer un ejercicio nacional y se está guardando en ese tema. Creo que la situación actual que vive Bogotá nos debe llevar a poner los intereses de la ciudad por encima de los del partido, y eso hicimos. Gran daño le hubiéramos hecho a la campaña poniendo un candidato que solo llegaría para dividir el voto de centro, el voto decente, el voto que pide cambio, el que le quiere decir. "ya no más al populismo". Por eso nuestro mensaje es para que Enrique Peñalosa, Pacho Santos y Rafael Pardo se unan y trabajen por una propuesta unificada en pro del cambio que esta ciudad necesita.

Una unión que, por lo visto, no se va a dar…

Pues si no se da, en dos semanas el partido tomará una decisión en torno a la candidatura que comparta con nosotros ese programa que hemos construido para Bogotá y que nos dé garantías de hacer la gerencia que requiere la ciudad para su transformación.

Por Hugo García Segura

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