Desde varios partidos políticos se han hecho serios reparos a la decisión del Presidente Juan Manuel Santos de aceptar la renuncia a siete de sus ministros para poner en marcha el llamado gabinete para la paz y el posconflicto.
Unos cuestionan que los hayan excluido de las cuotas nombradas en la nueva representación política, principalmente los liberales, y otros paradójicamente critican su inclusión en el revolcón ministerial.
En el caso de la Alianza Verde, la designación de Jorge Eduardo Londoño como Ministro de Justicia y Derecho –un hombre de ‘antaño’ en esta colectividad¬–, no contó con el ‘guiño’ de algunos líderes del partido.
En una declaración pública, la mayoría de los senadores y representantes a la Cámara aunque manifestaron tener la mejor opinión personal de Londoño como profesional y como persona, se mostraron renuentes a ser parte del gobierno Santos.
“La Alianza Verde en 2014 decidió apoyar la paz con independencia del gobierno y por lo tanto el nombramiento de Jorge Londoño no nos compromete colectivamente”, citaron en un comunicado.
Además, los verdes han considerado que el actual gobierno centra sus relaciones políticas “en la distribución de mermelada que es corrupción. La corrupción es el mayor problema de la política nacional hace décadas y atenta contra la paz”.
El gobierno tampoco ha sido consistente, de acuerdo a los verdes, en la defensa del medio ambiente ni en la prioridad necesaria de las políticas sociales que la paz requiere el país.
Sin embargo, esta independencia frente al gobierno al margen del nombramiento de Jorge Londoño, no compromete el respaldo de la Alianza al proceso de paz.
La declaración fue firmada por los senadores Antonio Navarro Wolff, Claudia López, Jorge Prieto Riveros, los representantes Ángela María Robledo, Inti Asprilla, Angélica Lozano, y el concejal Antonio Sanguino, entre otros líderes del partido.