Unos aplauden, otros lamentan. La decisión del Gobierno colombiano de dar por terminada la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez, en la búsqueda de un acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados en poder de las Farc, acabó de polarizar a una opinión pública nacional que, por una parte, veía en esa mediación una luz de esperanza y por otra se sentía incómoda por el súbito protagonismo de una guerrilla intransigente e inhumana.
De allí los lógicos sentimientos de frustración y amargura de los familiares de los plagiados, quienes le piden clemencia al presidente Álvaro Uribe y le suplican reconsiderar una decisión que parece "irreversible", como lo dijo el asesor de Palacio José Obdulio Gaviria. "Confiábamos en las gestiones de Chávez, porque creemos que es la única alternativa viable. Chávez es un aliado de Colombia en la cuestión del acuerdo humanitario, no un rival", aseguró Astrid, hermana de Íngrid Betancourt, rehén de las Farc.
En Colombia, los movimientos políticos de oposición insisten también en la necesidad de retomar el proceso. "El rompimiento abrupto de estas gestiones es una clara muestra de que no existe un verdadero interés de las partes responsables en lograr un acuerdo que ponga punto final a la grave situación de los secuestrados", expresó en un comunicado el Polo Democrático Alternativo, cuestionando además la actitud del presidente Uribe: "Con esa decisión se evidencia que el Presidente no tenía ningún empeño en obtener resultados positivos en este tema, pues el Mandatario siempre se ha caracterizado por su constancia y obstinación en alcanzar sus propósitos y en este caso ha procedido de manera totalmente contraria".
Por su parte, el director del Partido Liberal, ex presidente César Gaviria, señaló su "preocupación" por la suspensión súbita del proceso e incluso puso en tela de juicio el argumento de Uribe de que se estaba poniendo en riesgo la seguridad democrática. "A nuestro juicio, las políticas de seguridad del presidente Uribe son compatibles con el intercambio humanitario. Hay que insistir en que la colaboración de la comunidad internacional es necesaria y conveniente. Dadas las expectativas y avances que se lograron en el proceso de mediación en las últimas semanas, resulta de la mas alta conveniencia que dichas gestiones continúen avanzando", enfatizó Gaviria.
En medio del mar de especulaciones, con el temor en algún sector empresarial de que se lleguen a afectar el intercambio comercial colombo-venezolano, la desazón, las voces de apoyo y de rechazo a la decisión del Gobierno, hay quienes creen también que el presidente Uribe lo que hizo fue aprovechar el "papayazo" para corregir el error que cometió desde el mismo momento en que dejó en manos de Chávez y de la senadora Piedad Córdoba la mediación con las Farc, que ni cortas ni perezosas, aprovecharon el escenario para recuperar el protagonismo perdido en el ámbito internacional.
Voces cercanas a la Casa de Nariño aseguran que el ver al líder guerrillero Iván Márquez pavonéandose por el Palacio de Miraflores, sonriendo ante las cámaras y dándole flores a la senadora Córdoba, le llenó la copa al presidente Uribe, cansado por la falta de confidencialidad en el proceso. "Era algo que se veía venir", dicen.
Ayer, durante la Cumbre de Gobernadores en Pereira, el mandatario del Valle Angelino Garzón, propuso una reunión extraordinaria entre Uribe, Chávez y los cancilleres de ambos países, para analizar los avances que se habían logrado hasta el momento, encauzar el tema y mirar la manera de manejarlo hacia adelante con mayor discreción.
Precisamente, el senador Manuel Ramiro Velásquez, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso, llamó la atención sobre el error del presidente Chávez: "Su formación militar le obligaba a conocer cuál es el conducto regular para manejar temas de seguridad en el interior de la Fuerza Pública, donde el presidente Álvaro Uribe es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y no puede ser ignorado por ningún interlocutor nacional o extranjero. El presidente Uribe con su decisión protegió la soberanía y la dignidad nacional violada por Chávez", enfatizó.
Hoy, las únicas ilusiones de los familiares de los secuestrados y de quienes abogan por el acuerdo humanitario radican en que, en algún momento, Uribe y Chávez tendrán que hablar del asunto. Muchos esperan también que el siguiente paso de las Farc sea entregar las pruebas de supervivencia de los plagiados, entendiendo que esa es la única manera de recuperar algo que se le está yendo de las manos con la decisión de Uribe de hacer a un lado a Chávez: la mirada internacional. Hay que tener en cuenta que la semana pasada, el vocero del grupo guerrillero Raúl Reyes le solicitó a la Comunidad Europea ser excluidos de la lista de grupos terroristas.
Por lo visto en las horas siguientes a la decisión de Uribe, todo indica que no hay marcha atrás. No importa que el presidente francés Nicolás Sarkozy haya hecho un llamado para que "se restituya la mediación de Chávez", ni que el mismo presidente venezolano diga, respetando la soberanía colombiana, que sigue esperando las pruebas de vida e incluso la liberación de algunos secuestrados. Uribe ha vuelto a endurecer su discurso contra las Farc: "Ellos quieren posar de señorones de la política en las capitales internacionales, pero aquí continúan matando. Esos bandidos le han incumplido toda la vida al país", dijo en un discurso el jueves pasado.
Y ayer, en un encuentro con diputados del Parlamento Latinoamericano reunidos en Bogotá, manifestó: "Estos bandidos han abusado de los buenos oficios internacionales y del dolor del pueblo colombiano por los secuestrados. Cuidado comunidad: estos terroristas colombianos han sabido convertir en idiotas útiles a todos aquellos que les han dado la mano. Parecen la fiera carnívora, que cuando se le da una coliflor o una verdura la recibe. Pero en la cuarta ocasión ya le aparece su rabia y le devora la mano a quien generosamente se la extiende para entregarle una verdura".
El fantasma del rescate a sangre y fuego ha vuelto también a rondar, cuando el Primer Mandatario dice que "buscará por todos los medios la liberación de los secuestrados". Mientras tanto, las Farc respondieron con una ofensiva en el sur del país y tras ataques dinamiteros a varias torres de energía dejaron sin ese servicio a gran parte de los departamentos de Putumayo y Nariño. Las posiciones se han radicalizado aún más y lo que se espera es que la guerra se agudice con el pasar de los días, en una demostración de fuerzas de lado y lado. Mientras tanto, los secuestrados en la selva y sus familias en las ciudades sólo esperan que una luz vuelva a brillar en la oscuridad.
REACCIONES EN EL MUNDO
The New York Times / Estados Unidos
En un artículo, escrito por el experto en Colombia, Michael Shifter, se asegura que "Chávez no es reconocido por irrespetar el protocolo y la fortaleza de Uribe no es la flexibilidad". El periódico dice que debido a este nuevo desarrollo, "las relaciones colombo-venezolanas están en camino hacia una fase de incertidumbre".
The Washington Post / Estados Unidos
"Uribe fue abrupto a la hora de terminar con la colaboración de Hugo Chávez y Piedad Córdoba en el intercambio". Por su parte, Jo Rossano, madre de uno de los tres norteamericanos en poder de la guerrilla de las Farc, asegura que Uribe cortó los esfuerzos de Chávez. "No es la primera vez que Uribe sabotea esto, y seguramente no será la última".
Daniel Ortega / Presidente de Nicaragua
"En mis encuentros con el presidente colombiano Álvaro Uribe, le he aconsejado que debe haber más flexibilidad de las partes para alcanzar acuerdos en los puntos de acercamiento, como es el caso del intercambio de prisioneros. El Gobierno tiene que actuar con mucha firmeza, pero también tiene que tener flexibilidad, porque de lo contrario es imposible que el proceso de paz marche bien".
Óscar Arias / Presidente de Costa Rica
"Colombia ni siquiera tiene una agenda que les permita sentarse a dialogar, nosotros hace 20 años (durante el conflicto armado en Centroamérica) sí teníamos una agenda muy clara, que era el plan de paz. La firmamos y teníamos que cumplirla, pero en Colombia no tienen nada firmado y ya son muchos años de conflicto".
François Loncle / Diputado socialista francés
"El principal interlocutor de Francia en la liberación de Íngrid Betancourt debe ser el presidente colombiano Álvaro Uribe, y no su par venezolano, Chávez. Hay una cierta lógica en el hecho de que el presidente Uribe haya considerado que la mediación de Chávez no era brillante. Daba pocos resultados".
Alejandro Valente / Jefe de redacción de América Latina de Radio France Internacional
"Hasta la intervención de Hugo Chávez el acuerdo estaba estancado. Aunque es verdad que había cosas que no había conseguido, como las pruebas, me parece una pena que se interrumpa la mediación del presidente venezolano. No parece que haya realmente un hecho justificado. Parece que la llamada al coronel Montoya fuera una excusa y no una razón de fondo. Lo triste es que no parece haber una solución alternativa".
CRONOLOGÍA DE UNA FRUSTADA MEDIACIÓN
Agosto 5: El presidente Hugo Chávez, en su programa Aló Presidente, se ofrece como mediador entre el Gobierno de Colombia y las Farc para la búsqueda del acuerdo humanitario.
Agosto 15: El presidente Uribe designa a la senadora Piedad Córdoba como facilitadora para el acuerdo.
Agosto 17: La senadora Córdoba visita al presidente Chávez en Caracas y anuncia su participación en los acercamientos con las Farc.
Agosto 21: Familiares de los secuestrados, entre ellos Yolanda Pulecio -madre de Íngrid Betancourt- se entrevistan con el presidente Chávez en Caracas.
Agosto 31: Los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez se reúnen en Bogotá y se comienza a hablar del encuentro entre el Mandatario venezolano y un delegado de las Farc en Caracas. Se habla de la fecha del 8 de octubre.
Septiembre 15: La senadora Piedad Córdoba revela que se reunió con el vocero de las Farc Raúl Reyes, en el sur del país, dando un parte de optimismo sobre la manera como transcurren los acercamientos.
Octubre 4: Córdoba viaja a Estados Unidos y se entrevista con Anayibe Rojas, alias Sonia, la guerrillera de las Farc extraditada.
Octubre 30: Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, preso en Estados Unidos, le expresa a Córdoba que no quiere ser un obstáculo para el acuerdo humanitario y que no es necesaria su liberación.
Noviembre 7: Se rumora de una reunión entre el presidente Chávez y un delegado de las Farc, en Caracas. El Gobierno colombiano expresa malestar y dice que no ha sido informado al respecto.
Noviembre 8: El presidente Chávez y el jefe guerrillero Iván Márquez se reúnen en el Palacio de Miraflores. Las Farc insisten en la condición del despeje de Pradera y Florida y se plantea la necesidad de una reunión entre el mandatario venezolano y Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, en los Llanos del Yarí.
Noviembre 9: Los presidentes Uribe y Chávez, se encuentran en Chile. Uribe reafirma su posición de no al despeje y Chávez pide flexibilidad a las partes.
Noviembre 19: El Gobierno colombiano pone como plazo a la mediación de Chávez el 31 de diciembre. El mandatario venezolano se reúne en París con el presidente francés Nicolás Sarkozy, sin las pruebas de vida de los secuestrados que habían prometido las Farc.
Noviembre 21: En un comunicado de prensa, el Gobierno colombiano da por terminada la mediación de Hugo Chávez y la facilitación de Piedad Córdoba en el intercambio humanitario.
Por Hugo García Segura
