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Zuluaga y Santos: sigue el pulso

Con una diferencia de sólo el 3,5%, el candidato del Centro Democrático y el jefe de Estado definirán el 15 de junio la Presidencia 2014-2018. La votación del Polo Democrático fue la sorpresa, la candidatura conservadora demostró que ahora tiene poder de decisión y la Alianza Verde se marchitó. Empieza el juego de las alianzas.

Redacción Política
26 de mayo de 2014 - 02:49 a. m.
Con lupa en mano, 13’206.184  colombianos concurrieron ayer a las urnas.  / Luis Ángel
Con lupa en mano, 13’206.184 colombianos concurrieron ayer a las urnas. / Luis Ángel

Tal y como lo anticiparon las encuestas, ayer no hubo ganador absoluto en las elecciones presidenciales y habrá segunda vuelta entre Juan Manuel Santos, de la Unidad Nacional, y Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, quienes obtuvieron 3’301.295 y 3’759.907, respectivamente, escrutado el 99,96% de los votos. La sorpresa de la jornada fue la notable votación por Clara López, del Polo Democrático, quien ocupó el cuarto lugar con 1’958.358 sufragios. Eso sí, la abstención siguió mostrando la apatía electoral de los colombianos, el voto en blanco no alcanzó un registro significativo y la tercería, que se creía determinante, no apareció a la hora de contar los votos.

En estas condiciones, quedó claro que la Presidencia de Colombia para el período 2014-2018 se definirá el próximo 15 de junio entre antagonistas irreconciliables, lo cual significa una polarización política entre los candidatos que en las últimas semanas han librado un pulso aparte, con escandalosas situaciones de efectos judiciales. Ahora será el juego de las alianzas el que va a definir si se mantiene el actual mandato y su apuesta del proceso de paz en La Habana, o si hay un cambio de rumbo con el retorno del uribismo ‘purasangre’ a la Casa de Nariño.

Los resultados electorales dejaron también otra división marcada. En la Costa Caribe y la región del suroccidente del país la opción reeleccionista de Santos mostró su tendencia mayoritaria. En el centro del país, especialmente en Antioquia, el Eje Cafetero y Bogotá, además de buena parte de los Llanos Orientales, ganó la opción del Centro Democrático con Zuluaga. Asimismo, el Polo Democrático, con Clara López, demostró que a pesar de los cuestionamientos a los gobiernos de la colectividad, su plaza fuerte sigue siendo Bogotá.

La votación alcanzada por la candidata conservadora, Marta Lucía Ramírez (1’995.656 apoyos), le dio la razón a su persistencia pese a los vientos de división que afloraron en su partido, pues no sólo superó los resultados alcanzados por la colectividad en los comicios legislativos de marzo pasado, sino quedando con un apreciable margen de maniobra de cara a las alianzas de la segunda vuelta. Con esta votación, el liderazgo de Ramírez frente a la resistencia de un sector de la bancada de su partido en el Congreso será importante en las decisiones políticas inmediatas.

De otro lado, lo que llegó a pensarse como una tercería decisoria se desinfló en las urnas. La votación del exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, candidato de la Alianza Verde (1’065.129 respaldos), fue tan baja respecto a lo esperado, que apenas una hora después de cerrada la jornada electoral ya había reconocido su derrota. Un claro retroceso de los verdes frente a lo sucedido hace cuatro años, cuando su candidato Antanas Mockus pasó a segunda vuelta y disputó la Presidencia con el hoy primer mandatario, Juan Manuel Santos.

Con una abstención del 60% y un voto en blanco aún muy débil para influir en la política colombiana, el panorama electoral quedó sujeto a las alianzas. Y ya hay un guarismo de partida que demuestra lo complejo que va a ser el proceso de cara a la segunda vuelta. Entre los tres que no pasaron —Marta Lucía Ramírez, Clara López y Enrique Peñalosa— suman más de cinco millones de votos, una cifra muy por encima de lo alcanzado individualmente por Zuluaga y Santos.

En síntesis, por ahora, la diferencia entre la opción reeleccionista y la del uribismo es de sólo el 3,5%. De cierta manera, un voto-finish que promete una final de infarto el próximo 15 de junio. En las cuentas del presidente Santos pesa otro resultado complejo: perdió más del 50% de los votos alcanzados en 2010, hecho que no tiene una interpretación distinta a la cuenta de cobro del uribismo. Ahora se vendrán tres semanas de arduo debate, ojalá de propuestas y no de juego sucio, y las alianzas serán definitivas.

Por Redacción Política

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