Doble titulación, una tendencia

Desde hace 30 años las instituciones empezaron a buscar mecanismos para premiar a los estudiantes con la oportunidad de obtener dos títulos en un mismo período, hoy este beneficio es una práctica casi general en Colombia.

Redacción Especiales
09 de octubre de 2009 - 04:49 a. m.

Generar cada vez más valores agregados a los estudiantes universitarios es el objetivo de las instituciones educativas que, en busca de convenios con sus similares en el extranjero y la adecuación de sus reglamentos, les permiten a sus alumnos obtener títulos de dos universidades (una nacional y una extranjera) o cursar dos carreras, todo en un mismo tiempo.

En medio de procesos autónomos en los reglamentos de las universidades, como explica Gabriel Burgos Mantilla, viceministro de Educación Superior, “se brinda la posibilidad de premiar a un joven cuyo reconocimiento académico sea destacado, para que logre terminar dos carreras que entre sí sean un complemento dentro del proceso formativo”.

Para citar un ejemplo, en la Universidad de la Sabana la oportunidad de estudiar dos carreras se ofrece desde 2004 en forma gratuita, es decir, se pagan los créditos de uno de los programas, mientras se cursa otro adicional sin cancelar ningún dinero en la segunda profesión, siempre y cuando ésta tenga el mismo número de créditos de la primera; en caso contrario, sólo se genera un sobrecosto equivalente al valor de los que hagan falta.

Otro caso lo tiene la Universidad Eafit de Medellín, donde, según cuenta Isabel Montes, asistente de Investigación de la Dirección de Planeación, quien además se benefició del estudio de doble programa, “desde principios de los años 90, los estudiantes empezaron a disfrutar de este beneficio; sin embargo, este proceso tomó más fuerza cuando la universidad puso en marcha algunas modificaciones curriculares. Pero es desde 2006 que se viene trabajando en la actualización y renovación de los planes de estudio en los programas de pregrados, es decir, se dio un proceso de actualización curricular, motivado por los cambios en el ámbito internacional y las demandas de la sociedad”.

Crear planes de estudio, haciendo énfasis en el logro de una formación integral, flexibilización curricular, redefinición de la duración de los programas, formación extendida a posgrados y doble titulación, además de organizar los procesos administrativos y financieros, son algunos de los cambios que se deben llevar a cabo en las universidades para poder brindar esta ventaja comparativa dentro del mercado educativo.

Mónica Castilla, directora de Currículo en la Universidad de la Sabana, cuenta que hasta el momento ya tienen 200 de sus mejores estudiantes cursando doble programa, y aclara que ‘mejores’, porque este beneficio sólo se otorga a aquellos jóvenes que demuestren promedios académicos altos.

Un título que vale por dos

Otro de los espacios en los que se mueven con fuerza las universidades en busca de brindarles a sus egresados más ventajas competitivas en el mercado laboral, es la realización de convenios con instituciones de otros países con el fin de ofrecer a sus mejores estudiantes la posibilidad de obtener doble titulación: una colombiana y otra extranjera.

“Con esta nueva dinámica de las universidades estamos internacionalizando la educación y los estudiantes colombianos tienen la oportunidad de ir a otro país como un profesional titulado, evitándose certificaciones complicadas de título o el volver a realizar estudios que duran los mismos años ya invertidos en Colombia”. El concepto del Viceministro de Educación Superior remite al hecho de que los jóvenes con doble titulación tienen un mayor espacio de ejercicio profesional, tanto en el contexto nacional como global.


Según cuenta Marcela Wolff, jefa de Relaciones Internacionales en Eafit, dentro de los convenios de doble titulación se deben cumplir unas exigencias, entre las que se contemplan, por ejemplo: cumplir un porcentaje mínimo de materias cursadas en la universidad de origen, completar las materias exigidas en la institución anfitriona, aprender el idioma del país extranjero (si así se requiriera) para poder ser aceptado en el alma máter que otorgará el otro título y hacer un trabajo de grado (a veces no se exige).

Para los estudiantes que desean obtener una doble titulación también operan unos requisitos, entre los que se destacan alto desempeño académico, aprendizaje del idioma de donde procede la universidad, lograr la aceptación de la institución extranjera y contar con capacidad económica para cubrir gastos de alojamiento y manutención durante el tiempo que se exija de estudio en el otro país.

La Eafit cuenta actualmente con seis convenios de doble titulación, entre pregrados y posgrados, con instituciones como la Universidad de Montpellier, Ecole de Management Strasbourg, Florida International University, Universidad de Leipzig, Ecole National d’Ingénieurs de Metz y Hochschule Bremen.

En concepto de Alberto Rodríguez, decano de la Escuela de Ingeniería de Eafit, programa que ofrece la opción de alcanzar un grado en otro país: “Este proceso de doble título lo tenemos reservado para los mejores promedios de la escuela y les otorga a los muchachos, además de la experiencia de vivir otra cultura, la posibilidad de sentirse tan capaces con su profesión como cualquier otro estudiante del primer mundo”.

Francia, Italia, Estados Unidos, España y ahora Alemania son los países que destaca el Viceministro como los destinos más importantes de los estudiantes que obtienen doble titulación, gracias a que tienen el mayor número de convenios con instituciones nacionales. “Con estas alianzas lo que se da es una especie de salto sobre las barreras que tienen los países con respecto al otorgamiento de títulos a los extranjeros. No es lo mismo llegar a Europa titulado por una universidad francesa, lo cual es reconocido en el continente, a tener que homologar toda la carrera”, complementa Gabriel Burgos.

Para las empresas también resulta una dinámica positiva el hecho de que los jóvenes ahora adquieran en corto tiempo destrezas en dos espacios profesionales o se titulen de una universidad cuyos enfoques mundiales pueden ser más amplios que los alcanzados por una de tipo nacional. Además, la expansión de los organizaciones hace que en cada país se encuentren multinacionales que prefieren un trabajador nacional (conoce el mercado), pero con un enfoque educativo del país donde se encuentra la casa matriz de la compañía.

En un mercado laboral cada vez más competitivo y con espacio para los mejores, una institución educativa debe brindar valores agregados a sus estudiantes, quienes a su vez están en la obligación de elegir universidades que los entrenen para un mundo sin fronteras que exige profesionales más preparados.

Por Redacción Especiales

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