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Bogotá está consolidando la adopción del modelo de Pago por Resultados, una estrategia que redefine la inversión pública al vincular los recursos directamente al logro de metas medibles y verificables. Bajo el liderazgo de la Secretaría de Desarrollo Económico y con el respaldo de aliados internacionales, la ciudad se proyecta como referente regional en innovación pública y financiera en América Latina. Esta apuesta busca garantizar mayor eficiencia, transparencia e impacto en el uso de los recursos, alineando los incentivos de todos los actores hacia la consecución de resultados tangibles para la ciudadanía.
El modelo se está implementando en tres frentes estratégicos: acceso al financiamiento empresarial, aumento de la productividad de los negocios locales y fortalecimiento del empleo para poblaciones vulnerables. Con este enfoque, la SDDE asegura que cada desembolso esté condicionado al cumplimiento de metas verificables, garantizando un uso más eficiente de los recursos públicos y privados y maximizando su impacto en el desarrollo económico y social de la capital..
El programa cuenta con el apoyo financiero y estratégico del BID Lab, el brazo de innovación y venture capital del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO) y Fundación Corona a través del programa MAS Pago por Resultados, con una inversión inicial de 250.000 dólares destinada al diseño e implementación de un Comité y dos proyectos piloto bajo este esquema.
“El Pago por Resultados es un modelo innovador de financiamiento y ejecución que condiciona la totalidad o parte del presupuesto a la obtención de resultados medibles, promoviendo inversiones más efectivas y cercanas al impacto”, explicó María del Pilar López Uribe, secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá.
Según la secretaría de Desarrollo Económico, esta apuesta permitirá a Bogotá dar un salto en la manera de gestionar lo público: orientando el gasto hacia resultados verificables, promoviendo innovación en la acción estatal, reforzando los mecanismos de rendición de cuentas y generando mayor confianza entre la ciudadanía y sus instituciones.
La implementación de este modelo tiene como propósito generar beneficios concretos tanto para las empresas como para la ciudadanía, promoviendo soluciones innovadoras y costo-efectivas que fortalezcan el desarrollo económico. Al mismo tiempo, posiciona a Bogotá como un laboratorio de aprendizaje para otras ciudades de la región, consolidando un esfuerzo colaborativo entre sector público y privado en favor de un crecimiento más sostenible y efectivo.