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Catalina Martínez Coral, la colombiana que “Time” reconoció como una de las 100 líderes emergentes


“Lo que hemos logrado ha sido en colectivo”, afirma esta abogada caleña que es una de las voces más influyentes en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos; una lucha que la llevó de los estrados de la Corte Constitucional al escenario internacional.


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Cindy A. Morales Castillo
05 de octubre de 2025 - 06:05 p. m.
Catalina Martínez es vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.
Catalina Martínez es vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.
Foto: Paula Thomas
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Catalina Martínez Coral habla con pasión y no deja ni por un momento su acento caleño. A sus 40 años, esta abogada y activista de derechos humanos fue reconocida esta semana por la revista Time como una de las 100 líderes emergentes más influyentes del mundo en 2025.


Su nombre aparece junto al de artistas, científicos, líderes sociales y políticos que están marcando el rumbo de las discusiones globales.

En su caso, se trata de la defensa constante de los derechos sexuales y reproductivos, que la ha llevado a impulsar la histórica decisión de la Corte Constitucional en 2022 y a litigar ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en 2024. “Este reconocimiento es una oportunidad para seguir amplificando la causa política que son los derechos de las mujeres, los niños y adolescentes. Es un reconocimiento inmensamente colectivo, porque todas esas decisiones que hemos ganado las hemos hecho en alianza con diferentes organizaciones y movimientos”, dijo a El Espectador.

La historia de Catalina está indisolublemente unida al movimiento Causa Justa, que en 2022 logró una de las sentencias más trascendentales de la Corte Constitucional: la despenalización del aborto hasta la semana 24. Fue una de las líderes de ese litigio, que impulsaron cinco organizaciones, entre ellas el Centro de Derechos Reproductivos, del cual es vicepresidenta para América Latinay el Caribe. El resultado no solo transformó el panorama jurídico en Colombia, sino que cambió la conversación pública. “Lo que se logró con nuestro pedido fue que poco a poco una discusión que empezó siendo muy compleja se fue yendo al centro (…). Ya no se discutía si era bueno o malo que el aborto estuviera legal, sino en qué condiciones”.


Ese fue un punto de quiebre, pero no el único. Catalina siguió empujando causas desde otros frentes. En 2024, junto al movimiento “Niñas, no madres”, presentó casos ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre menores de 14 años víctimas de violencia sexual obligadas a continuar su embarazo. El dictamen favorable fue histórico y puso a Colombia en el centro del debate global.

El reconocimiento de Time también llega en un contexto internacional adverso: el retroceso en materia de aborto en Estados Unidos tras la caída de Roe vs. Wade. Para Catalina, que su nombre aparezca en esa lista tiene un peso simbólico enorme: “Desde el sur global todavía podemos ayudar a un norte que está tomando medidas regresivas. En Latinoamérica, después de una historia muy similar, el movimiento feminista se organizó, puso la causa en la agenda y empezó a tener avances en Argentina, México y Colombia. Hay algo muy importante que se puede exportar como enseñanza al norte”.


Su trayectoria no ha estado exenta de dificultades. “Acompañar a víctimas de derechos humanos es muy complejo porque la tragedia humana está presente en mi vida todos los días”, reconoce. Ha trabajado de cerca con mujeres encarceladas en El Salvador por emergencias obstétricas, con niñas violentadas en Colombia y con familias que han tenido que enfrentar el peso de una justicia que suele llegar tarde. Pero Catalina dice que ha aprendido a darle la vuelta a ese dolor: “Uno va convirtiendo la tragedia en transformación y en algo que pueda impactar y cambiar la vida de las personas”.


Ese desgaste emocional lo enfrenta gracias a la que llama su red de cuidado: su familia, amigas, colegas. “Uno de los regalos más grandes que yo tengo en la vida es que tengo una red de amor que me rodea y me permite atravesar todo esto de una forma mucho más espontánea y tranquila”.


En su amplia trayectoria, reconoce a varios mentores que le han permitido abrir camino. “Mi mamá, Carmen Coral, fue la primera persona que me enseñó sobre las libertades y la capacidad de hablar”. De su hermana Valentina habla con la admiración de quien mira a una figura querida: “Para mí es como una celebridad”. Su círculo íntimo, sus dos perros salchicha —Aquiles y Simona— y su amor por la salsa, completan un retrato más íntimo de una mujer que también se da espacios para bailar, reír y coleccionar carteles de talleres gráficos como La Linterna, que tanto le fascinan por su capacidad de transmitir mensajes cortos y potentes.


Catalina tiene claros sus referentes en el activismo. Menciona a Ana Cristina González, con quien soñó y trabajó en Causa Justa; a la salvadoreña Morena Herrera, una de las activistas más reconocidas de América Latina en la defensa del derecho al aborto, y a Anastasia González, pionera del movimiento en Colombia. Todas han marcado su camino y le han mostrado que la lucha por los derechos es larga, pero posible.


A las nuevas generaciones les deja un mensaje: “Nunca pierdan la inquietud de ser personas que se preguntan, buscan soluciones y sueñan. Y encuentren su parte, su comunidad, su red. En un mundo que quisiera premiar lo individual, desde los movimientos feministas hemos enseñado que lo que se hace en colectivo puede generar mayor impacto”. También insiste en que los hombres deben involucrarse: “Los necesitamos como aliados, como personas dispuestas a cuestionarse y transformarse con nosotras”.


Su reconocimiento en Time no la desvía de su norte: seguir defendiendo, desde Colombia y América Latina, los derechos de las mujeres y niñas, y seguir recordándole al mundo que las conquistas colectivas pueden cambiar la historia.

Cindy A. Morales Castillo

Por Cindy A. Morales Castillo

Periodista con posgrado en Estudios Internacionales. Actualmente es la editora de Colombia+20 de El Espectador y docente de Narrativas Digitales de la Universidad Javeriana.@cinmoralejacmorales@elespectador.com

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