Impacto mujer
Dejando huella

Entre brechas y estereotipos: el camino para las niñas en el mundo de las TIC

Los estereotipos de género desde la infancia contribuyen a que menos mujeres elijan carreras tecnológicas. La brecha digital también las afecta de manera desproporcionada, lo que dificulta su acceso a empleo.

José David Escobar Franco
22 de abril de 2023 - 06:00 p. m.
Entre brechas y estereotipos: el camino para las niñas en el mundo de las TIC
Foto: Jonathan Bejarano

El 27 de abril se celebrará el Día Internacional de las Niñas en las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Se trata de una fecha escogida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo especializado de Naciones Unidas, para invitar a niñas y mujeres jóvenes a construir sus proyectos de vida en torno a las carreras tecnológicas.

El llamado responde a una histórica participación desigual de mujeres en el mundo de las carreras STEM (Science, Technology, Engineering, and Math: ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). El mundo de las ciencias y la tecnología está mayormente dominado por hombres. De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, para 2050, el 75 % de los trabajos estarán relacionados con esas disciplinas. Pero hoy las mujeres representan el 22 % de las personas que trabajan con inteligencia artificial, por solo mencionar un área. Que más mujeres puedan estudiar carreras STEM puede disminuir la brecha salarial de género. Por eso estas disciplinas figuran en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como claves para impulsar sociedades más incluyentes y sostenibles.

La predominancia de hombres en estas carreras no tiene buenas razones. Los estudios al respecto, aun con distintos ángulos, coinciden en un factor: estereotipos. De acuerdo con una investigación de las universidades de Nueva York, Illinois y Princeton, publicado en 2017 por la revista Science, a los seis años las niñas empiezan a pensar que son menos listas que los niños. Desde esa edad las niñas participantes del estudio afirmaron que los niños son “muy, muy inteligentes”, pero no se incluyeron en la categoría.

Una conclusión es que esos prejuicios instalados desde la niñez contribuyen a que menos mujeres quieran incursionar en campos considerados difíciles, como la tecnología y la ciencia. Otro estudio publicado en la misma revista planteó que menos mujeres ingresan a esas carreras debido a un estereotipo presente en la academia, de que para triunfar en esos campos se requiere un “talento innato” que las mujeres no tienen. Todo esto es coherente con otra publicación de la Unesco, según la cual los hombres tienen cuatro veces más probabilidades que las mujeres de tener conocimientos avanzados en TIC.

La existencia de estos estereotipos es grave, pues afecta no solo el acceso a las carreras, sino el acceso mismo a las tecnologías. Y es que la tecnología parece presentar un dilema: cuando no se emplea como herramienta para disminuir las inequidades, resulta aumentándolas.

La brecha digital, peor para las mujeres

“Muchas mujeres no tuvieron la oportunidad de cambiar al teletrabajo por el tipo de trabajo, la falta de conectividad o el cuidado de la familia en el hogar y, por tanto, perdieron sus ingresos”, advirtió en 2021 la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ante el Consejo de Derechos Humanos. Bachelet advirtió que la población sin conexión es desproporcionadamente pobre, mayor, rural y femenina, y añadió que la brecha digital femenina es reflejo de una discriminación estructural contra las mujeres.

La brecha digital se refiere a la diferencia en el acceso y uso de las TIC entre diferentes grupos de la población. Esto incluye la disponibilidad y calidad del acceso a internet, la habilidad para utilizar dispositivos y aplicaciones, y la capacidad para aprovechar plenamente los beneficios de la tecnología en la vida cotidiana, en la educación y en el trabajo.

Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, dedicada a la promoción de los derechos humanos en el mundo digital, vincula directamente la brecha digital a la pobreza, pues se traduce en falta de acceso al mercado laboral y desconocimiento de habilidades que ese mercado demanda. Si bien en Colombia ha aumentado el acceso a internet, muchas poblaciones rurales persisten en dificultades de conectividad y carecen de aparatos con condiciones adecuadas. De acuerdo con Botero, ha aumentado la conectividad celular más que la fija, y esto tiene desventajas en términos de velocidades y posibilidades de uso.

En este contexto, el panorama para las mujeres es peor. Los estereotipos y sesgos no solo han limitado su presencia en las carreras profesionales, sino el acceso de niñas a la educación básica.

Con la llegada de la pandemia de covid-19 en todo el mundo aumentó la demanda de acceso a internet con la transición a la educación y el trabajo remoto. Según Bachelet, así como la tecnología hizo que muchas mujeres mantuvieran su trabajo, otras no pudieron cambiar al teletrabajo. La ONU estima que en el mundo tres millones de mujeres dejaron sus estudios también por dificultades de adaptación. A esto se suma que en pandemia aumentó la violencia contra las mujeres, incluso en el entorno digital, de por sí violento desde antes, lo que hace de internet un entorno menos seguro y efectivo. Además, “en los contextos rurales, donde hay más mujeres analfabetas digitales, hay también mayor vulnerabilidad al phishing, estafas por internet y robo de datos”, según Botero.

A Colombia la pandemia la tomó con los pantalones abajo. Para 2019 era el país latinoamericano de la OCDE con más bajo porcentaje de conexión a banda ancha. El impacto en el campo fue más agudo.

Unidas para cerrar esa brecha

Para Michelle Bachelet, se requiere participación del Estado. En Colombia, desde el Plan Nacional de Desarrollo, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) continuó con la tarea de “democratizar las TIC”.

Sandra Urrutia, ministra de las TIC, le aseguró a este diario que se estaba aplicando un “enfoque territorial” para priorizar los departamentos en donde, según datos del Ministerio, la brecha digital es mayor. Estos son, en orden, Chocó, Amazonas, Guainía, Vaupés y Vichada.

La ministra admite que “el país está desconectado” y con la estrategia ConectaTIC 360 se busca solucionar el problema. Articulado a este programa se desarrolla otro con enfoque de género: Mujeres TIC para el cambio, para el cual ya se aprobaron $3.573 millones. En esta iniciativa se busca continuar con la ampliación de talleres de formación en competencias digitales para mujeres en zonas vulnerables, los cuales incluyen desde habilidades básicas hasta prevención de violencias digitales y apoyo en emprendimiento digital.

Botero, directora de Karisma, celebra que se implementen este tipo de políticas públicas, pero advierte que desde el trabajo de su organización han atestiguado altas tasas de deserción en los talleres de formación. “A menudo las mujeres en entornos vulnerables no pueden completar los cursos porque sobre ellas recaen mayores cargas de cuidado y responsabilidades en el hogar. En últimas, siempre van a priorizar cuidar de sus hijos sobre un taller de habilidades tecnológicas”. Para Botero es preciso que estos talleres contemplen todas las particularidades que pueden experimentar las mujeres, por ejemplo ayuda con el cuidado de niños y facilidades de transporte. Desde el Mintic le aseguraron a El Espectador que para atender esos desafíos se han implementado “estrategias de fidelización como remarketing” y, además, se han valido de la virtualidad para que la formación llegue a ellas.

Pero también se ha apostado por las niñas desde el sector privado. La iniciativa Inspiring Girls Colombia desarrolló un video hub que “conecta a las niñas con mujeres referentes en todo el mundo, permitiéndoles tener acceso a charlas y sesiones de preguntas y respuestas en línea”, según informó Angela M. Feged Mora, directora de la iniciativa. Por su parte, Oracle Academy ha llevado a colegios públicos espacios de formación desde los cuales niñas y adolescentes han incubado, con éxito, emprendimientos digitales. Se proponen sacar de la cabeza de las mujeres la idea de que la tecnología es un mundo de hombres y, al igual que las demás fuentes entrevistadas para este artículo, coinciden en la importancia de eliminar las barreras de género en las tecnologías, y por eso celebran el Día de las Niñas en las TIC.

José David Escobar Franco

Por José David Escobar Franco

Periodista de investigación y asuntos internacionales. Internacionalista con énfasis en América Latina y el Caribe.@JoseD_Escobarjdescobar@elespectador.com

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