Mucho ya se ha dicho sobre la necesidad de promover ambientes laborales más diversos e inclusivos. Esto no solo responde a la construcción de una sociedad más equitativa, sino que también implica beneficios tangibles para las empresas en términos de rendimiento financiero, innovación y atracción de talento. El interés creciente de las empresas se ve reflejado en que, según Deloitte, el 73 % de los ejecutivos en Latinoamérica consideran la diversidad una prioridad de negocio. Sin embargo, el problema está en que sólo el 12 % de estas empresas realmente tiene una cultura inclusiva. Por esto, es imperativo ir más allá de la intención y del lugar común y comenzar a cuestionarnos cuál es el camino y las herramientas que tenemos a nuestra disposición para lograrlo.
Aquí es donde la tecnología comienza a tener un papel primordial. El informe “Diversidad 2.0: la tecnología como aliada de las empresas latinoamericanas”, realizado en conjunto por Aequales y el BID, evidenció que existe una necesidad de innovar e implementar nuevas metodologías que complementen la capacitación tradicional, para pasar a una versión 2.0 de la promoción de la diversidad en de las empresas y acelerar el cierre de brechas.
Esto se vuelve aún más necesario cuando miramos nuestro entorno próximo. Colombia, México, Perú y Chile son esencialmente diversos en su población. No obstante, esta representación no se traduce en su esfera empresarial.
Pero, entonces, ¿de qué forma la tecnología puede contribuir a acelerar este cambio?
En Aequales, hemos identificado tres principales retos a los que se enfrentan las empresas en la promoción de la diversidad que, a su vez, corresponden a tres momentos clave de la gestión del talento.
Primero, cómo encontrar talento diverso y lograr que ingrese a la organización. Para esto, el implementar tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural o el análisis predictivo en los procesos de selección permite facilitar el acceso a candidatos/as de poblaciones diversas y, asimismo, mitigar el efecto de sesgos en la evaluación.
Una vez el talento ingresa, un segundo reto es lograr retenerlo y fomentar su desarrollo. Sobre este punto, el análisis de redes organizacionales ofrece nuevas posibilidades al permitir el procesamiento de datos a escala sobre las interacciones y dinámicas del día a día en la empresa, permitiendo así identificar personal de alto potencial que podría pasar desapercibido y obstáculos en el desarrollo del talento diverso.
Finalmente, para lograr un cambio real en términos de diversidad e inclusión, se necesita un cambio de fondo en la cultura organizacional. Acá, tecnologías como la realidad virtual ofrecen nuevas alternativas de sensibilización que permiten pasar de lo teórico a la acción, pues abren la posibilidad de vivir de primera mano la exclusión en el entorno laboral desde la perspectiva de otra persona.
No es un secreto que la tecnología es un arma de doble filo y, en algunos casos, puede contribuir a replicar e incluso exacerbar los sesgos existentes. Sin embargo, al implementarla desde un enfoque de género y diversidad y acompañada de un liderazgo decidido, tenemos la oportunidad de utilizarla como aliada de la diversidad en nuestras empresas.
Desde Aequales seguimos trabajando por desarrollar alternativas tecnológicas que les permitan a las empresas medirse y tomar decisiones acertadas sobre sus políticas e iniciativas para promover la inclusión y la diversidad. Tenemos la firme convicción de que solo a partir de la innovación y de las soluciones disruptivas podemos avanzar en este propósito. Es momento de pasar a una Diversidad 2.0.