La segunda edición de los Premios Bravos se inauguró en el Teatro Nacional La Castellana con una gala de homenaje a la trayectoria de algunos artistas colombianos como Jairo Camargo y Margoth Velásquez. El evento continúa con una semana académica que incluye charlas abiertas al público, muchas de ellas centradas en temas contemporáneos como la inteligencia artificial. Estos espacios, según Romero, no solo son importantes para actores y actrices, sino para todo aquel que esté interesado en las transformaciones artísticas. “Estamos con estos premios contribuyendo de gran manera a seguir trabajando, a crecer como gremio y apoyar a la cultura, el arte y a la economía de nuestro país”, afirmó la también escritora.
“Para mí ha significado ser capaz de reconocer cómo es de importante que los gremios estén unidos para todo, para celebrarse, para honrarse, para reconocerse, para apoyarse. Eso es lo que hacen los gremios grandes, fuertes. Estos premios no solamente son una forma de reconocer la importancia de la unión, sino también de cuando alguien hace algo memorable".
Fotografía por: Felipe Marino
Margoth Velásquez
La actriz ve en estos reconocimientos una herramienta fundamental para el fortalecimiento del sector actoral colombiano. “Para mí ha sido un gran privilegio y un honor ser la directora de estos premios y ver cómo el año pasado, cuando mis compañeros se subían a recoger esa estatuilla, había un júbilo, una felicidad que no se podía ni describir con palabras. Cuando tú recibes un reconocimiento así, creo que más quieres apoyar a tu gremio y a tu profesión. Significa muchísimo ver cómo todos los colegas y las entidades públicas y privadas han querido reconocer este oficio como creador de memoria, pero también de cultura, porque los actores y las actrices generamos esa sensación de arraigo con esos personajes memorables que la gente recuerda de la televisión y que nos hacen sentir mucho más colombianos".
Su sueño para el futuro es que este reconocimiento se expanda a otros campos dentro de las artes, como la escenografía, el vestuario o el sonido, y que sirva como un impulso para otros premios que valoren el trabajo que se realiza detrás de cámaras.
“No teníamos en Colombia premios que reconocieran las artes vivas, el teatro, la danza, las artes circenses y por eso estos premios a mí me parece que eran más que necesarios. Hay obras que en este país tienen más de 50 años de temporadas de teatro con actores que todos y todas llevamos en el corazón. Hoy en día, en un mundo en donde la inteligencia artificial está teniendo tanta fuerza, las artes vivas son ese faro, ese encuentro en donde los seres humanos nos acordamos de lo que somos. Eso es una gran emoción de seguir sintiendo que nosotros, como actores y actrices, seguimos contribuyendo a que el ser humano pueda no olvidar esa experiencia que significa las artes vivas y por eso estos premios son más pertinentes y necesarios que nunca".
Adriana Romero, actriz colombiana.
Adriana Romero debutará como directora de cine
Además de liderar estos reconocimientos, Adriana se prepara para debutar como directora de cine con su primera película, inspirada en la novela “Todo va a estar bien” de Ricardo Silva Romero. La actriz reflexionó sobre el papel de la mujer en la industria audiovisual y su propio crecimiento como escritora y directora.
“Como actriz también he entendido que el sistema de la producción audiovisual se ha transformado, ha crecido muchísimo, pero llegó un momento en mi carrera en donde también entendí que como mujer necesitaba contar historias que a veces no tenían del todo mucha salida o mucha oportunidad de ser contadas en la pantalla, en particular en el audiovisual, en la televisión. Dije, ‘tengo que atreverme a ir un poco más allá de la actuación y empezar a contar las historias que a mí me interesa contar como escritora, como mujer y como directora’. Aunque es un riesgo y da miedo, muchísimo, esta es mi primera película con mi productora y si todo sale bien, el otro año, más o menos, hacia marzo o abril, empezaré el rodaje de la película que es preciosa, muy colombiana, muy nuestra. Ver a mujeres dirigiendo y escribiendo como está pasando ahora en Colombia, también ha sido una inspiración y una forma de decir sí se puede, hay que hacerlo, hay que atreverse, hay que dar el paso, hay que dejar de tener miedo y confiar y saber que además en Colombia es una gran plaza para rodar”.
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Una decisión consciente
En 2017, cuando sus hijas tenían cinco años, Adriana decidió hacer una pausa en su carrera para ser una madre más presente. Durante ese tiempo, también pudo volver a conectarse con su pasión por la escritura, comenzando en el teatro, luego en televisión, y finalmente, llegando al cine.
“Sabía que eso iba a tener un costo en mi carrera profesional porque me iba a retirar unos años. Quería una película que pudiera producir, y esto empezó como un ejercicio más de escritura de guion. Hoy siento que la dirección y la escritura son mucho más mi línea de trabajo, aunque la actuación siempre regirá todo lo que soy, la base que tengo como actriz es lo que me permite escribir como escribo, dirigir cómo dirijo, porque me dio la posibilidad de conocer mucho el alma humana, pero ahora estoy en una faceta que me hace muy feliz y me da muchas más alas creativas, que es la dirección y la escritura”.
