La semana pasada, más exactamente el 13 de mayo, los parricidas más famosos del mundo, Lyle y Erik Menéndez, lograron después de años de lucha que su sentencia por haber matado a tiros a sus padres, José y Kitty, en 1989 de cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, fuera cambiada por una de 50 años con opción de libertad condicional. Los hermanos, que llevan 35 en la cárcel, quedaron inmediatamente aptos para ser evaluados por un comité que dirá cuándo quedarían fuera de prisión.
Recordemos que en Estados Unidos cuando hay una pena, distinta a la cadena perpetua y esta se ha cumplido en su mayor porcentaje los sentenciados pueden pedir quedar libres cuando cumplen requisitos como buen comportamiento, arrepentimiento y que naturalmente, no representen un peligro para la sociedad.
Tras la resentencia o nueva sentencia se fijó que el 13 de junio sería la audiencia que los llevaría a la libertad. Se esperaba incluso que ese mismo día, hubiera una fecha o en el mejor de los casos que quedaran libres de inmediato. Esto por las declaraciones del abogado defensor que manifestó su interés en pedir libertad pronta, para no esperar más meses de análisis del caso Menéndez.
Sin embargo, según informó ABC News, un portavoz del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, indicó que la audiencia no será en junio, sino que se celebrará con un retraso de dos meses. Las diligencias quedaron para el 21 y 22 de agosto.
¿Por qué aplazaron audiencia que dejará en libertad a los Menéndez?
Inicialmente, se había pensado que la audiencia también centrará sus esfuerzos en que se reafirmaran los argumentos para que el gobernador de California, Gavin Newsom, aceptara tener clemencia de los Menéndez y les perdonara la pena.
De ser así, también lograrían libertad pronta. No obstante, con la resentencia se enfocarán en convencer a un comité de libertad bajo palabra, del cambio de los Menéndez, después de los asesinatos, su buena conducta y en general, de que son personas de bien que pueden contribuir con la sociedad.
De momento, se desconoce por qué la fecha fue cambiada, pero hay quienes se preguntan si esto puede implicar la posibilidad de que los hermanos sigan en prisión. A la luz de la nueva sentencia, realmente sería muy difícil que ellos siguieran en la cárcel, toda vez que hay una fuerte corriente de personas, familiares y testimonios en general a favor de los hermanos, que hablan de los seres humanos que han sido por décadas, preocupados por los demás y atentos a prestar servicios sociales, pese a que pensaban que nunca recuperarán la libertad. Es decir, fueron buena personas, sin esperar nada a cambio y así se lo harían saber al comité qué diría cuándo podrían salir.
El proceso de estudio para lograr la libertad condicional implica observar con detenimiento si en realidad, ellos están arrepentidos de sus actos y quieren salir a contribuir con su entorno positivamente.
Recordemos que este caso cobró nueva vigencia luego de la serie Monstruos, de Netflix que los muestra hace 35 años cuando mataron a sus padres. Allí como en el juicio real, se planteó que los hermanos no tuvieron otra alternativa que eliminar a sus padres, pues él abusaba de ellos sexualmente y su mamá conocía de estas conductas y nunca los protegió.
Lyle y Erik tenían 18 y 21 años cuando asesinaron a sus papás, en su mansión de Beverly Hills.
Al tiempo que se viviría la audiencia para la libertad condicional, avanza el proceso de solicitud de clemencia a la oficina del gobernador de California.

