Giovanni Suárez se convirtió en un rostro querido por millones de colombianos, gracias a su papel de Benito, el carismático y entrañable personaje de Pasión de Gavilanes. Más de veinte años después, ese “gordito insoportable”, como él mismo lo llama con cariño, sigue dejando huella en la memoria del público. Pero detrás de las risas que provocó en la pantalla, hay una historia de superación que pocos conocen.
Aunque la gente lo conoce principalmente por su papel de Benito, Giovanni tiene una carrera que abarca producciones como ¿A dónde va Soledad?, El inútil, Enigmas del más allá, Historia de hombres solo para mujeres, Casados con hijos y Decisiones. Cada fin de semana, recorría el país haciendo sketches de humor. Sin embargo, él mismo admite que la huella que ha dejado Benito es realmente notable, incluso después de tantos años. “Es increíble cómo la gente quiere este personaje después de tantísimos años y tiene tanta recordación”, dijo en entrevista con este medio.
Después de que la telenovela de Caracol Televisión se convirtiera en un gran éxito, Giovanni pasó cerca de 10 años viajando y viviendo fuera de Colombia. Durante ese tiempo, se aventuró en varios negocios en el extranjero, pero una crisis en el país donde se encontraba lo forzó a regresar a su tierra natal, dejando atrás todo lo que había construido.

Benito de Pasión de Gavilanes
¿Qué pasó con Giovanni Suárez, Benito en ‘Pasión de Gavilanes’?
En esta charla, el actor colombiano reveló detalles de su vida lejos de la pantalla chica: “Empecé de ceros nuevamente, con una manito adelante y otra atrás, con todos los problemas económicos normales de cuando tú retornas a un país. No tenía trabajo, toqué muchas puertas, llamé a jefe de casting y me decían ‘no sé ni quién eres’ y yo decía ‘increíble que alguien que es un jefe de casting no supiera de un personaje de una novela como Pasión de gavilanes’”.
Frustrado por el rechazo, Giovanni decidió emprender su propio negocio, dedicándose a la importación de artículos para bebés. Todo iba bien hasta que, hace cuatro años, llegó el golpe más duro: se contagió de covid-19. "El diagnóstico para mí fue muy desalentador, tenía un 10% de probabilidades de vivir únicamente. Me aferré a Dios, supuestamente me tenían que intubar y yo no lo permití. Salí de la clínica después de estar en UCI como dos meses. Salgo con un pronóstico de “síndrome de pulmón de vidrio esmerilado” y supuestamente oxígeno dependiente de por vida”, contó.
Pero Giovanni no estaba dispuesto a rendirse. Apenas 40 días después de salir del hospital, se desconectó de la máquina de oxígeno y comenzó a seguir una rigurosa rutina de ejercicios respiratorios. “Al principio no podía caminar ni salir de mi cama al baño porque me desgonzaba. Hoy en día estoy súper bien”. Sin embargo, mientras libraba su batalla por la vida, también enfrentaba pérdidas emocionales. “A raíz del covid y problemas que nunca faltan tengo un revés familiar, mi exseñora decide dar un paso al lado y terminar la relación, nos separamos de una manera muy linda”.
Aun así, la separación lo sumió en una profunda depresión. “Cuando yo pierdo mi anterior hogar pensé que el mundo se me acababa, pensé que me iba a morir y es feo decirlo, pero hay que decirlo, yo me sentaba literalmente en un balcón a llorar tres noches, tres días, yo no comía, yo no tomaba y empecé a tomar vino, yo no fumaba y empecé a fumar cigarrillos de la depresión. Me quería morir, ¿por qué no lo hice? por mis hijos, por mis tres niños que en este momento existían y existen en mi vida”, recordó.
Giovanni Suárez perdió la memoria a raíz del covid-19
Aunque aparentemente estaba intentando recuperarse física y emocionalmente, se dio cuenta que esa enfermedad que casi le cuesta la vida también se llevó algo invaluable para un actor: su memoria. “He estado intentando salir de esto y no he podido. Yo borro cassette y mi respuesta ante esto son lágrimas porque digo ‘qué decepción un actor sin memoria’, para mí es durísimo, tenaz, superfuerte. Saber que la actuación la llevo por mis venas desde que prácticamente tengo uso de razón, porque yo empecé haciendo teatro desde primero de primaria y para mí es muy frustrante no poder ejercer mi actuación por culpa de la memoria. Yo decía ‘la única forma que yo vuelva a actuar es que Dios obre en mi mente y me quite lo que tengo’. He estado intentando, leo mucho para ver si de repente Dios me da la oportunidad, el placer y el regalo de volver a estar frente a una pantalla chica, frente a una pantalla grande haciendo lo que más me gusta hacer", contó con nostalgia.
A pesar de todo, Giovanni no ha perdido la esperanza de regresar a la televisión. "Es un sueño, yo a veces sueño que estoy grabando algo, cualquier cosita, porque realmente fue lo que yo estudié, es lo que me gusta, lo que me apasiona y me pagan por hacerlo y yo lo haría gratis, es algo muy lindo, como que te carga de energía”.
Después de su separación y del covid-19, vino otra prueba: “Tenía cálculos en la vesícula, me hicieron un barrido y a los tres días me tenían que hacer una cirugía para quitármela. El día que iba a entrar a cirugía murió Sebastián Boscán, mi mejor amigo en la televisión y en la vida real, el que hizo Leandro Santos, mi hermano en ‘Pasión de gavilanes’. Yo no lo podía creer”.
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¿A qué se dedica actualmente Giovanni Suárez?
Debido a la falta de oportunidades en la televisión, Giovanni ha tenido que reinventarse constantemente. “A mí me ha tocado hacer de todo, literalmente de todo, empecé a vender unos productos de mi familia como frutas, verduras, hortalizas, vendía ropita, lociones, jeans, las aplicaciones de transporte me ayudaron mucho tiempo”, dijo. Actualmente vive en Barranquilla, donde lucha una vez más por salir adelante. “Aquí tengo todos los huevos puestos en una sola canasta. No tengo más opciones en estos momentos en mi vida, voy a volver a llamar a mis inicios con la ropa de niños, de bebés, no contaba con muchísimos recursos, pero sí tenía un plantecito y compré una buena cantidad de ropa para bebés, me toca volver a abrir una página, a que la gente me empiece a mirar y me empiece a comprar, lo que tengo que hacer es vender, vender y vender”, dijo.
Además, físicamente, el actor luce diferente a como lo conocimos en televisión. “Cuando yo estoy en la UCI muriéndome recibo una llamada de un doctor que se interesa mucho en mi caso. Me operé, me hice una cirugía bariátrica y quedé en 85 kg, mi vida cambió con un giro de 180 grados porque ya podía caminar sin que me doliera la rodilla y jugar con mis hijos”.
Hoy, el actor se mantiene en pie, aferrándose a la esperanza de que algún día la industria que lo dejó atrás le brinde una nueva oportunidad.

