En la década de los 90 el cantante Carlos Sánchez, conocido en todo el continente como Charlie Zaa, vivió una época dorada. Bajo el desaparecido sello discográfico Sonolux e interpretando los temas que inmortalizaran estrellas románticas como Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas. Anteriormente, había hecho parte de la orquesta ‘Alma del barrio’, fundada por Jairo Varela, el creador del grupo Niche, y de Guayacán Orquesta.
Su fama lo llevó a recorrer el continente e incluso a hacer un cameo en la novela Yo soy Betty la fea, que actualmente se retransmite por RCN. Zaa como las estrellas del momento llegó a Ecomoda para vestirse con los diseños de Hugo Lombardi.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEsa misma fama llevaron a Charlie a radicarse en Miami, luego de casarse con la exreina Janeth Hoyos. Por aquel tiempo protagonizó un escándalo por un desencuentro doméstico y los vecinos llamaron a policía. Charlie fue noticia en el sur de la Florida por ese incidente; no fue el único que daría de qué hablar.
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Charlie Zaa confesó que cayó en excesos de licor y mujeres
Ahora Charlie vuelve a escena y lanza nueva producción y en esa tarea de promoción, que lo trajo incluso hace unos días a Colombia, concede entrevistas que dejan al descubierto eventos y anécdotas de esa época, en la que el éxito y el aplauso abundaron.
Charlie Zaa estuvo en Yo soy Betty la fea interpretándose a sí mismo
En esta ocasión fue en el pódcast de Alejandro Chabán, donde recalcó su fe cristiana y la manera en que ha vivido su vida. En su narración se fue hasta comienzos del nuevo siglo cuando estaba en la cumbre de su popularidad, pero personalmente lleno de vacíos y excesos. “Empecé a tener excesos a nivel de licor, todo lo quería celebrar por medio de licor. Empecé a tener relaciones extramatrimoniales con todo tipo de mujeres, a donde iba, tenía que tener una mujer”, admitió el cantante de 50 años, nacido en Girardot, Cundinamarca.
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Charlie Zaa experimentó depresión, ansiedad y pánico
Reconoció que la fama le trajo una serie de síntomas relacionados con la salud mental que lo afectaron tremendamente. “Cuando viene a mi vida el éxito, viene a mi vida el reconocimiento, viene a mi vida un aplauso, un abrazo por parte de una persona, yo digo: ‘¡Guau, ¿esto qué es? Todo esto lo provoco yo. Todo esto lo genero yo. Qué grande soy”. Esta ‘grandeza’ lo llevó a sentimientos confusos: “me dio pánico, depresión, ansiedad, todo al tiempo”, ahondó.
En otro momento de la charla, reconoció que de niño no fue parte de un hogar funcional, sino que por el contrario, hubo violencia y pocas demostraciones de afecto. “Yo vengo de una familia así, donde nunca recibí el alimento necesario, donde mamá nunca me dijo ‘te amo’, donde mamá nunca me dio un abrazo o un beso, en donde papá fue una persona que maltrataba a mi mamá casi cuatro veces por semana”, mencionó, seguro de que todo esto influyó en que tuviera conductas inapropiadas y destructivas.
El cantante reflexionó sobre los procesos, que en su opinión llegan por la ausencia o los vacíos, que en su caso le dejó la fama, que luego derivaron en sucesos, donde debió reconocer que el problema era él y la solución estaba en sus manos. Mencionó que él recurrió a la mano de Dios y por ello, ha podido tener una vida mejor y superar los vacíos. “Buscas llenar esos vacíos que genera el éxito, la fama, el dinero con excesos de licor, drogas… Jamás vas a poder llenarlos por eso Dios tiene que entrar y obrar por medio de un proceso”, dijo.
El artista dio el mayor crédito de lo que es ahora como esposo, padre y ser humano a su esposa, que ha sido su apoyo y la llamó “ayuda idónea”.