Desde que Cristina Umaña se asomó en la pantalla de televisión llamó la atención. Aunque sus roles iniciales no fueron protagónicos se convirtieron en la gran sensación de las historias. Así ocurrió en las series ‘Cartas a Harrison’ y ‘La mujer del presidente’. La actriz encarnó a mujeres fuertes jóvenes y toscas que no dejaban ver su belleza, por el contrario, la opacaban. Pero Cristina tenía claro que su interés era demostrar que era ante todo actriz, lo físico pasaba a un segundo plano. Así ha sido desde aquel tiempo, Umaña se convirtió desde entonces en una de las mejores intérpretes de su generación y por casi 30 años ha sido así. Ahora a sus 49 también lo es.
Por eso no causa extrañeza que su nombre, que se hizo aún más popular en el continente cuando estelarizó la novela ‘Yo amo a Paquita Gallego’, figure al lado de los grandes histriones hispanoamericanos, en series o películas. Ya sea protagonizando o como actriz de soporte, ella se destaca. Los galardones también la siguen acompañando. Por ejemplo en el 2023 se llevó un Platino con Noticia de un secuestro, serie basada en el texto de Gabriel García Márquez. Ya había obtenido varios TvyNovelas e India Catalina.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppLas propuestas para una serie o una película no descansan en el caso de la actriz. Se pudiera pensar que el dilema está en cuál escoger. Sin embargo, Umaña decidió hace unos meses no aceptar ninguna de esas y más bien retornar a las tablas, lo hace con la obra Prima Facie, del Teatro Nacional, que se encuentra en temporada en la sala Fanny Mikey. Para ella es una especie de tiempo sabático en el que se ha encontrado con el escenario en vivo, que económicamente es mucho menos rentable que una producción en pantalla.
La actriz Cristina Umaña protagoniza la obra de teatro Prima Facie.
Hablamos con Cristina sobre la obra que la llevó a dejar en pausa el cine y la televisión, cómo este papel la ha llevado a reflexionar sobre el tema del consentimiento y cómo logró en unas cuantas semanas aprenderse e interiorizar un texto de más de 100 páginas que interpreta cada noche magistralmente.
“Me hacía muchísima falta”, Cristina Umaña
“Me hacía muchísima falta y yo venía ya hace más de un año sintiendo la necesidad de hacer teatro. Tenía muchas ganas de hacerlo y estaba esperando precisamente un texto como este, así que bloqueé cierto tiempo y dije ´no me importa lo que suceda’ y ahí es cuando llega Nico (Nicolás Montero, el director) y me ofrece esta obra. No lo pienso dos veces sabiendo que podrían llegar otras ofertas tentadoras en televisión, pero que iba a estar tranquila de decir ‘no’. Yo lo tomo como una maestría en mi profesión”.
El rol de la abogada Teresa Sánchez, una profesional pragmática en la obra la ha retado y conflictuado un poco también. “Pese a que el mundo ha cambiado necesitamos equidad, justicia para todos”. El papel y la historia la ha hecho pensar sobre el consentimiento en las relaciones, por eso ha procurado extender la invitación a ver la obra a las madres de los amigos de su hijo, a sus amigas. “Siento que es importante que los jóvenes entiendan muy bien qué es el consentimiento y cuándo una persona quiere y cuándo no quiere, así no lo diga. Así sean solo sus acciones”, comenta la actriz que logró aprenderse de memoria el texto gracias a la combinación de técnicas que incluyó la ayuda del director, un pequeño aparato donde su voz le repitió por un buen tiempo el texto grabado y “hasta aceite de romero”, comenta divertida.
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“Estoy muy contenta y muy satisfecha. Me he revitalizado como actriz, como ser humano, para mí esto e invaluable. Me lo tomo como si hubiera tenido un break para estudiar. Sí, económicamente el teatro no es lo más rentable, pero me ha revitalizado tanto”.
El miedo de Cristina Umaña antes de entrar a escena
Y si bien en pantalla cuando se graba hay espacio para la repetición en teatro es un asunto que se debe sortear. “hay equivocaciones y está bien, uno las resuelve en el momento. Eso es lo lindo de los espectáculos. También hay temor. Cada noche me enfrento a ese miedo escénico antes de salir a escena. Es la primera vez que estoy sola en un escenario más de hora y media, entonces, eso también es un reto adicional. Es un texto denso, fuerte; tengo que pasar por muchos momentos emocionales”, pese a esa carga la actriz no pierde vista la importancia del disfrute de lo que hace. Y cada noche antes de entrar a escena y enfrentarse al público ella se toma su tiempo, se aleja de la tecnología y se prepara para la cita que la lleva de nervios y satisfacción.