Alejandra Giraldo: “Las prótesis recrudecieron los síntomas de mi enfermedad”
El caso de la presentadora de ‘Noticias Caracol’ es un poco distinto a los relatos expuesto, pues ella es muy enfática en que fue diagnosticada con una enfermedad autoinmune que le generó dolores y malestares, pero que no fue ocasionada por implantes. Se sometió a la explantación porque sus prótesis exarcerbaron los síntomas. “No es que yo diga que a mí las prótesis me detonaron mi enfermedad autoinmune, en mi caso sí estaban recrudeciendo los síntomas de mi enfermedad autoinmune, es absolutamente innegable”, mencionó refiriéndose al síndrome de Sjögren, que padece.
La conductora de 40 años que duró 13 años con los implantes se los quitó hace un par de años. “Tenía 25 años cuando me las puse”, recordó junto a la motivación que no fue otra que “sentirse mejor, sentirse más lindo que le guste a uno más lo que ve en el espejo ser más voluptuoso”.
Alejandra Giraldo, presentadora de Noticias Caracol
“Lo primero que tengo que puntualizar es que yo me retiro las prótesis, porque fui diagnosticada en el 2020 con una enfermedad autoinmune, en ese sentido, comencé a experimentar, hace más o menos 11 o 12 años, síntomas que normalicé por completo, es decir, a mí me dolían muchísimo las articulaciones, en especial las rodillas”. Le atribuyó los malestares a exceso de ejercicio, al clima frío. Adicionalmente, presentaba alergias, cansancio o sueño repentino.
“Hasta que en el 2018, los síntomas empezaron a aparecer sistemáticamente y otros que ya eran como más complejos, a los cuales yo ni siquiera les podía encontrar explicación. Por ejemplo, que por la mañana no podía abrir los ojos, la resequedad era tan absurda que era como si tuviera arena en los ojos y era imposible abrirlos”. Tenía problemas para salivar, un día tuvo problemas para presentar el noticiero porque no podía pasar, era como si se le cerrara la tráquea.
Con exámenes y visitas a médicos especializados finalmente fue diagnosticada con la enfermedad de Sjögren. “Comúnmente conocido como Síndrome de resequedad porque mi mismo cuerpo ataca a todas las glándulas que producen secreciones. Y eso está acompañado con alergias, de dolores articulares muy fuertes, con esa fatiga crónica”.
Pese al tratamiento, los síntomas continuaron y cuando su médico le explica que las prótesis podrían estar aumentando las inflamaciones y en general, comenzó a pensar en la explantación. “Me las quito y ya”, pensó, pero también recuerda que temía porque como toda cirugía implicaba una anestesia y un riesgo.
“Con dudas, con susto y con incertidumbre entré al quirófano, pero pues era una decisión que estaba absolutamente tomada en pro de encontrar algo de bienestar, de salud. En ese momento no había discusión”.
Al despertar confiesa que el impacto fue fuerte. “Se siente el vacío porque ya no están ahí esas dos bolsitas de silicona que que hacían un efecto de volumen, pues se siente extrañísimo. Obviamente la primera vez que te ves al espejo, es impactante. Pero en mi caso más que por el volumen que ya no existía. Era, pues porque tenía una cortada importante, porque yo quedé con drenes, entonces me salían dos mangueras, de ahí que iban a dar a un tambor lleno de sangre”. A Alejandra le propusieron una cirugía más, lipoinyección, de tal manera que extraían grasa de su cuerpo para reinyectarla en en los senos, pero la presentadora declinó “no me quería someter como a otro dolor”.
La antioqueña se conformó con que con el tiempo, esa piel se va a acomodar, y era cuestión de de paciencia. El acompañamiento de su esposo fue total. “Tú haces lo que tú quieras con tu cuerpo y sobre todo cuando de por medio está tu salud”, recuerda que le dijo.
Por eso mismo es que no da consejos sobre el tema. “Esas son decisiones individuales hacen parte del fuero íntimo de cada persona y pues cada quien verá las decisiones que toma, o sea lo único que uno tiene que saber es que tiene que hacerse responsables de las consecuencias de las decisiones que uno toma. En mi caso era clarísimo que estaban siendo un factor de inflamación porque yo ya tenía una enfermedad autoinmune”.
Tatiana Castro: “Hay que aceptarnos como somos”
Agregó, además, que este proceso la ayudó a bajar de peso y que sacarse las prótesis “fue sensacional, porque fue como permitirme seguir avanzando en edad, pero de la mejor manera posible” e hizo énfasis en la importancia de evitar enfermedades a largo plazo.
La Miss Colombia 1994, ahora coach y conferencista, se implantó prótesis mamarias a los 20 años porque quienes la prepararon para ser reina de belleza se lo aconsejaron y no presentó dolencias con ellas. “Lo que era incómodo era cambiarlas cada diez años, tener que entrar a un quirófano”.
Sin embargo, con el cambio de vida que ha experimentado, a lo largo de los años, comenzó a revaluar el tenerlas, eso sumado al biohacking que ha comenzado a investigar y practicar, concerniente a la optimización del cuerpo y la vejez sana la llevaron a considerar explantarse. “Dije ‘no quiero más esto, quiero algo natural’ porque también estaba siguiendo las pautas de rejuvenecimiento y mejoramiento de mi cuerpo. Duré 30 años con algo ajeno, que nos hemos puesto por imposición, sí me encantaba cómo me veía, pero nos podemos ver bonitas sin tener implantes. Hay que aceptarnos como somos. La verdad me sentía cansada, envejecida”.
Cuando el médico le sugirió quitárselos “no lo dudé ni un segundo, siento que me veo más joven, atlética, más delgada mi musculatura se marca más… los senos naturales me han permitido verme tal y como soy y digo ‘¡cómo me dejé convencer a los 20!. Hoy me siento feliz”, comentó la autora de una decena de libros sobre coach gerencial, Biohacking, crecimiento personal, financiero y constelaciones familiares cuánticas, que le dijo adiós a sus prótesis en el 2024.
Tuti Vargas: “Mi valor no me lo dan un par de tetas”
A comienzos del 2023, la generadora de contenido y ex participante de ‘MasterChef Celebrity’ fue noticia por su explantación. En esos días dijo que después de casi una década de tener los implantes, ya no tenía la misma opinión que cuando se los pusieron, esto se juntó con una serie de molestias que sufrió y que no había relacionado con el síndrome de Asia, pero finalmente concluyó que existía la posibilidad.
La bogotana, que señaló que no podía estar segura de padecer el síndrome, pues no existe un examen que arroje tal diagnostico contó que, en su caso,pasó por tratamientos con el endocrinólogo sin que sus molestias disminuyeran.“Comencé a sentir dolores extraños, me sentía baja de nota sin sentido, no quería hacer absolutamente nada e indagando entre mis amigas encontré que mis cambios podían estar asociados con el rechazo de mi cuerpo hacia los implantes. Nadie te puede decir si tienes o no la enfermedad llamada síndrome de Asia, pero asociando los signos, pude darme cuenta de que este se podía tratar de este mal”, mencionó en sus redes, pocas horas antes de ingresar al quirófano.
“Una decisión que me tomó tiempo, trabajo, aceptación y que finalmente hice a consciencia absoluta. Una decisión con la que me siento feliz, tranquila y hoy sé sin duda que fue lo mejor que pude haber hecho”; mencionó la influencer, que también reflexionó sobre otros aspectos: “Antecedentes de cáncer de seno en familia, síntomas y señales claras en mi cuerpo y parte emocional sin explicación clara, molestia, incomodidad, algunas veces dolor, inicios de prótesis encapsuladas y simplemente porque si”, publicó en su Instagram.
“Porque no quería tener un cuerpo extraño en mi organismo, porque finalmente entendí que mi valor no me lo da un par de tetas, que debajo de un par de siliconas se escondían miedos, inseguridades, falta de autoestima y varias cosas que debía trabajar desde la raíz no desde la superficie, acepté la razón real del por qué hace 9 años tomé la decisión de hacerlo y hasta ahora después de tantos años lo veo con claridad”, concluyó..
El consejo que dejó fue claro: “no se pongan nada de prótesis pa’ qué, no se pongan nada que no sea de ustedes”.
Milady Dau: “Nunca estuve conforme”
La actriz samaria de 54 años, a quien hemos visto en ‘Diomedes, el Cacique de La Junta’, ‘La Ley Secreta’, y ‘Leandro Díaz’ y en escena en la obra ‘Marido por horas’, tuvo prótesis mamarias durante dos décadas.
“Me las pusieron a los 34 años y después de tener y lactar a mis hijos mis senos quedaron como una chancletas, demasiada piel y quería que me quedaran en su lugar otra vez”. La actriz que en los 90 fue presentadora del noticiero TvHoy solo quería recuperarlo, no pensaba en aumentar el tamaño.
“En realidad, no quedé conforme con los implantes porque sin autorización me colocaron más de lo que había pedido. Le dije al doctor en esa época que quería quedar siendo 34 B que era mi talla, le llevé mi brasier, recuerdo que lo puse en su escritorio: quería mi talla, pero quería que quedaran recogidas, paraditas. Nunca estuve conforme con eso y esa idea (la de quitármelas) la tuve siempre en mi cabeza, pero como yo me había demorado muchísimo en tomar la decisión para operarme la primera vez, no porque estuviera en contra de las cirugías, sino porque me daba miedo, dejé pasar el tiempo”.
Por años nunca sintió ningún malestar “ni siquiera un dolor de espalda”, realmente su incomodidad solo tenía que ver con el tamaño. “Había mucha ropa que me quería poner pero me veía demasiado voluptuosa, no me quería ver los senos tan grandes”. Las cosas cambiaron después de la pandemia cuando empezaron a surgir dolores y malestares que la llevaron a tomar la decisión en el 2024 .
“A mí me habían detectado fibromialgia… me salían dolores por todos lados y me hacían exámenes a esas partes y todo salía super bien, pero el dolor continuaba, eran dolores óseos, de tejidos blandos, de diferentes tipos, incluso me hicieron exámenes del corazón y todo salía en perfectas condiciones, últimamente a mi me comenzaron unos dolores en el pecho y la espalda, incluso dolores extraño de los músculos, en los tendones, era algo insostenible…”. Después de la explantación el panorama cambió. “Lo cierto de todo después de la cirugía ese dolor no volvió… los expertos tendrá que determinar si eso era síndrome de Asia, no sé, la verdad, pero creo que sí”.
El procedimiento también ha significado para la actriz un cambio de vida que no solo involucra la ausencia de dolor físico. “Quedé muy feliz, antes de la cirugía hice un ritual como pidiéndole permiso a mi cuerpo con lo invasivo que iba a a hacer; una parte de mis senos iba quedar en al basura y desde ese dia hasta el día de hoy estoy muy feliz, no me volví a colocar implantes, están reconstruidos, tienen el tamaño que yo quiero, estoy muy contenta”.
Con su experiencia Milady no se atreve a aconsejar nada en especifico considerando que cada mujer tiene una percepción de sí mismo frente al espejo y es un asunto personal. “Yo podría decir opten por la naturalidad, pero entiendo cada punto. Tomen la decisión que más la haga felices y que se asesoren y se rodeen de un buen profesional porque con la salud no se juega”
