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Famosa bailarina tuvo 34 cirugías para evitar amputación de su pierna: “doloroso”

La entrenadora fitness tenía 1% de probabilidad de salvar su extremidad, luego de sufrir un fuerte accidente en una moto. Así se ve ahora.

Por Redacción Vea
18 de mayo de 2025
La entrenadora fitness tenía 1% de probabilidad de salvar su extremidad, luego de sufrir un fuerte accidente en una moto. Así se ve ahora.
Fotografía por: Instagram @amberlylagomotivation

Amberly Lago, una reconocida bailarina y entrenadora de fitness, vivió una experiencia que le cambió la vida tras un devastador accidente de motocicleta en el 2010, cuando tenía 38 años. Mientras conducía su Harley-Davidson por Los Ángeles, fue atropellada por un camión lo que le provocó que saliera disparada del velocípedo por al menos 9 metros, lo que le generó una fractura en la pierna derecha, al ser arrastrada por el asfalto.

“Cuando por fin dejé de deslizarme por el asfalto, miré mi pierna y estaba hecha pedazos. Había sangre por todas partes. Pensaba: ‘Dios mío, esto es como una de esas películas de terror donde ves la sangre salir a chorros. Con cada latido del corazón, la sangre sale disparada’”, contó en una entrevista con People.

Debido a la gravedad de sus heridas, la experta en resiliencia, transformación, salud y bienestar fue llevada de emergencia a un centro médico con un dolor que ella misma describió como “insoportable”. Su pierna estaba completamente fracturada. “Tuve dos bebés. Expulsé cálculos renales y este es el peor dolor que he sentido en mi vida. Recuerdo apretarle la pierna al paramédico y querer que me mirara a los ojos para decirme: ‘Vas a estar bien’. Pero no me miraba. Pensé: ‘¡Dios mío! ¿Sabe que voy a morir?’. De verdad pensé que iba a morir", contó en su conmovedor relato.

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Al ser atendida por los profesionales de salud, Amberly fue inducida a coma. Al despertar, una semana después, recibió una noticia desalentadora: “Lo siento mucho, pero tenemos que amputarte la pierna. Tienes un 1% de posibilidades de salvarla”, le dijeron los especialistas del Hospital Northridge.

Amberly Lago se salvó de perder su pierna

Pese al desolador panorama, la bailarina decidió luchar por su extremidad, sometiéndose a 34 cirugías para evitar ese destino. “Pensé: ‘¡Guau! ¿Dices que hay una posibilidad? ¡Sí, salvémosla!’”, dijo.

Amberly fue trasladada al Centro Médico Cedars-Sinai donde el Dr. Donald Wiss, un reconocido cirujano ortopédico estuvo dispuesto a hacer todo por salvarle su extremidad. Pese a ese intento por recuperar su pierna, la bailarina tenía pocas probabilidades de volver a caminar. Médicamente quedaría discapacitada para siempre, lo que le impedía, incluso, volver a caminar. “Caminaba, luego me operaban de nuevo y volvía a la silla de ruedas, luego a las muletas, luego volvía a caminar solo para tener que empezar de nuevo”, aseguró.

Su proceso de rehabilitación fue extenso, agotador y doloroso. Incluso, durante ese tiempo le diagnosticaron el Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC), una enfermedad neurológica crónica e incurable conocida por causar dolor intenso y persistente en las extremidades.

“Me hicieron bloqueos espinales, me pusieron un estimulador espinal, me dieron infusiones de ketamina y opioides. He probado todo tipo de tratamientos. Llegó un momento en que tomaba 38 pastillas homeopáticas y 11 medicamentos recetados diferentes a la vez, solo para intentar aguantar el día”.

Aunque intentaba ser fuerte, tuvo momentos en los que su salud mental también se vio seriamente afectada: “Era bailarina profesional y entrenadora física… y ahora mírame. Estoy deforme. Tengo cicatrices de la cadera para abajo. Me esforcé muchísimo por observar estas cicatrices y las imperfecciones. Me odiaba, me odiaba de verdad. Estaba a punto de rendirme. Terminé en un punto en el que realmente no quería despertar. Empecé a aislarme y a beber más. Era un círculo vicioso: simplemente sentía dolor y me prometía no beber, pero el dolor era tan intenso que simplemente necesitaba alivio. Estaba usando el alcohol como medicina”, aseguró.

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Tras un fuerte proceso de aceptación, la entrenadora fitness aprendió a amar su pierna tal como le había quedado: “Me costó mucho mirar mis cicatrices y decir: ‘¡Guau! ¡No son asquerosas ni feas!’”.

Han pasado 15 años desde el accidente, y ahora, con 53 años, se considera una persona con pocas limitaciones: camina sola, volvió al gimnasio y volvió a bailar. El próximo 2 de junio volverá a pasar por el quirófano, pero, mientras tanto, continúa trabajando como oradora motivacional, presentadora de podcast y coach.

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