A través de su podcast Sin Reserva, nominado a los Premios India Catalina, José Fernando Patiño abre un espacio para que figuras públicas revivan su infancia, reconectándose con los recuerdos que moldearon sus vidas.
En una entrevista con Vea, se refirió al éxito que ha tenido su proyecto digital, que emprendió tiempo después de alejarse de la televisión. “Yo siento que con este podcast me mostré inicialmente a mí mismo que sí se puede. Empezar este proyecto fue un poco duro porque tú dices ‘no lo voy a poder hacer, no va a ser fácil hacerlo’ y evidentemente, descubres que emprender no es una tarea fácil, es una tarea compleja, es una tarea que lleva unos altibajos, pero ha sido una apuesta maravillosa lograr unir ese rol de papá con ese rol de comunicador y hablar desde ahí, poder elevar la voz, poder llamar la atención sobre la importancia de la infancia en nuestra vida y hacerlo a través de historias de figuras públicas".
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppAunque José Fernando Patiño, quien hizo parte de Noticias Caracol, suele ser quien entrevista a sus invitados para explorar su niño interior, esta vez fue él quien se sentó al otro lado del micrófono. En diálogo con Vea, habló abiertamente sobre los desafíos y aprendizajes que vivió en su infancia, y cómo esos recuerdos le dieron fuerza para convertirse en el hombre que es hoy.
“Fui ese niño que no podía ver una tarima porque allá tenía que estar, que le encantaba cantar música colombiana, que estaba en las reuniones familiares y de amigos de mis papás, en el centro de todo, bailando y cantando música colombiana, baladas, música de adultos. Fui ese niño que estaba en el grupo de rock del colegio, en la orquesta de salsa, en el grupo de teatro, todo alrededor del arte. Fui ese niño que le gustaba el olor al estiércol de vaca, que era arriesgado, que no tenía miedo a ser expuesto”.
La separación de sus padres, un episodio que marcó su infancia
Aunque disfrutaba de lo que tenía a su alrededor, la vida no siempre fue sencilla para él. A los 8 años, la separación de sus padres dejó una marca profunda. “Yo estaba un domingo en una fiesta infantil de un compañerito del colegio. Eran las 6, las 7, las 8, las 9 de la noche, ya todos los niños se habían ido y por mí no llegaba nadie. Cuando llega mi papá muy cabizbajo, muy triste, me monta al carro y me dice: ‘José, su mamá se fue de la casa’. Ese momento de la vida se partió en dos para mí. Tener que pensar en repartirse el tiempo que tenías junto a tus papás para estar un tiempo con uno y un tiempo con el otro y empezar esa dinámica de las familias cuando se separan. Cuando el amor se fracciona y se fractura es muy difícil de uno como hijo vivirlo ahí en esa mitad porque no concibes la vida sin ellos juntos”, contó.
A pesar de su corta edad, atravesar una experiencia tan dura lo hizo madurar y descubrir que, aunque la familia había cambiado, su infancia aún guardaba momentos maravillosos.
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“La separación de mis papás me marcó muchísimo, pese a que mi papá, quien fue el que se quedó con nosotros en el hogar, bajo ese techo donde vivíamos, intentó por todos los medios que nosotros no sufriéramos. Ese niño interior también sufrió, tuvo y tiene una herida aún por sanar”.
A pesar de las dificultades, José Fernando nunca dejó que esos momentos dolorosos definieran su vida. “Yo no guardo momentos difíciles en mi vida. Yo sé que los viví, pero yo no los recuerdo y no los cargo. Es decir, que si yo te hablo hoy de mi infancia, del niño que fui y de la persona que sigo siendo, yo siento que mi infancia fue algo maravilloso".
Su capacidad para superar esos obstáculos lo convirtió en el hombre resiliente que hoy lidera Sin Reserva, elevando la voz sobre los desafíos que enfrentan los niños y la necesidad de una infancia plena y feliz. Para Patiño, ser papá y comunicador ha sido un reto y, a la vez, una oportunidad invaluable para conectar con los más pequeños. “Muchas veces uno está como por tirar la toalla. El propósito está en lograr que la gente entienda que la infancia es muy importante y nos impacta de manera definitiva la vida y por eso hay que ofrecer la mejor infancia posible”.
En su mensaje al niño que fue, Patiño no oculta su gratitud. “Yo le diría a mi niño interior, tanto que soñaste, tanto que perseveraste, tanto que te apasionaste que hoy soy testigo que sí se puede, que los sueños se hacen realidad. Hoy digo, yo pude. Ese niño sigue haciendo en mí lo mismo”.
