Publicidad

Julio César Luna: Una vida dedicada al arte y la enseñanza

El legendario actor y director reflexionó sobre su larga trayectoria, los proyectos en los que está trabajando actualmente y su pasión inquebrantable por el arte escénico.

Por Cindy Katerine Martínez López
23 de octubre de 2025
Julio César Luna, actor y director de televisión.
Fotografía por: Felipe Marino

Durante casi seis décadas Julio César Valotta Fernández, conocido en el mundo artístico como Julio César Luna, ha sido una figura clave en la televisión y el teatro colombianos. Como actor, director, locutor y maestro dejó huella en la época dorada de la pantalla nacional. Hoy, alejado de los sets de grabación, el artista de 80 años sigue siendo fiel a su esencia: crear, enseñar y mantener viva la pasión por las artes escénicas.

“Estoy un poco apartado de la televisión, llevo muchos años fuera de los canales habituales por otras circunstancias y ahora estoy dedicado a las locuciones, a escribir, tengo dos proyectos caminando en el extranjero, escritos por mí: “América mía” es la vida de los precursores del cine en Colombia, y tengo también un seriado sobre la vida de Carlos Gardel”. Mientras trabaja en esos guiones, también dedica parte de su tiempo a la docencia: “Doy algunas clases de actuación particulares para amigos que quieren renovarse. Por ahora eso, que para mí es bastante, y también he estado ocupado de la casa, de mi familia, mi esposa, mis hijos”, contó para este medio.

Un argentino que ama Colombia, su tierra adoptiva

Aunque nació en Argentina, Luna profesa un profundo amor por Colombia. Sin imaginarlo, el actor se quedó por un milagro médico: “Tengo que agradecerle a este país, gracias a Colombia estoy vivo. Me quedé acá porque sufría de asma desde los dos años. A las semanas de estar acá siento que ya no tengo, ahí dije ‘no me voy a ir’. No podía jugar al fútbol, ni bailar, no podía tener novia, nada, puedo decir que nací aquí, por eso Colombia es mía”, dijo.

Julio César comenzó su carrera como actor a los 21 años, a finales de la década de los 60, y se dedicó a esta profesión hasta mediados de los 80, cuando decidió dar el salto a la dirección. “En esos años gané el premio Ondas de España con las primeras direcciones a mejor director latinoamericano. Para mí fue sorpresivo, porque no tenía la experiencia que tiene hoy un director con más trabajo. Fue la mejor televisión de toda esta época, de los años 80 casi hasta finales de los 90. Después se manejó la televisión de otra manera”, dijo con nostalgia, pero con orgullo por todo lo que la industria le dio y por lo mucho que él le entregó.

Julio César Luna, actor y director de televisión.

Julio César Luna, actor y director de televisión.

Fotografía por: Felipe Marino

La televisión que no volverá

En su faceta como actor hizo parte de proyectos como “Diario de una enfermera”, “El enigma de Diana”, “Azúcar”, “La mujer del presidente”, entre otras. Asimismo, como director participó en “La rosa de los vientos”, “La otra cara de la moneda”, “Gallito Ramírez” y “Tuyo es mi corazón”. Sin embargo, no oculta su preocupación con la industria actual: “Ya no es lo mismo esta televisión a lo que era en aquella época, y creo que ya no va a volver a ser. Creo que todo va a cambiar, porque como están las cosas así les funciona, entonces esto seguirá así. Siempre me he caracterizado por ser muy franco, mi esposa me reclama eso, una cosa es hablar de frente y otra cosa es decir las cosas sin pensar. Cuando hablo con franqueza es porque hay algo que me molesta y no solo a mí, sino a mucha gente. Para mí la programación de ahora no es la adecuada ni para los adultos, ni para los adolescentes y niños, eso es lo que me preocupa”.

El actor es especialmente crítico con la tendencia de contratar a actores sin formación profesional, pues considera que esta práctica puede ser perjudicial tanto para los jóvenes talentos como para la calidad del producto final. “Los actores naturales sirven para hacer cine, una sola vez, pero después se repiten, vuelven a ser los mismos porque no tienen técnica. Los están matando a estos muchachos, los queman, entonces suben como palmeras y caen como cocos, porque a la segunda o tercera actuación ya nadie quiere saber de ellos. No digo que entre esos muchachos no haya talento, de pronto lo hay, y mucho, pero hay que ayudar a desarrollarlo, para eso son las diferentes técnicas de actuación que existen, y que hay que estudiarlas para poder cambiar de un papel a otro”, aseguró el experimentado actor.

Por eso no dudó aconsejar a las nuevas generaciones: “Es tomar esto con amor, si uno quiere actuar por vanidad, o por mostrarse, o por la fama no sirve, uno debe tomar esta profesión con todo el amor de dar lo mejor de uno para que otros aprendan un mensaje”.

Al preguntarle si extraña los sets de grabación, dijo: “Quitarle a uno el medio de expresión es como matarlo en vida de alguna manera. Fui artista toda mi vida, nací artista, creo. He tenido que buscar otros medios de expresión aledaños a la actuación y a la dirección, pero no es lo mismo. Me llaman para hacer presentaciones, maestro de ceremonia o para cantar. Canto rancheras, tango, boleros, la música un poco más de mi época, por supuesto, no la voy con la bachata ni con el reguetón. Me divierte hacerlo y he tenido relativo éxito”, dijo entre risas.

Puedes leer: Las noticias que son tendencia en el mundo del entretenimiento aquí

Aunque ya no está en pantalla, no ha dejado la actuación. De hecho, asegura que todavía tiene un sueño por cumplir: “Ya con los años uno entiende que hay cosas que puede y no puede hacer. Hasta hace poco estaba preparando un espectáculo muy grande, que era “El hombre de la mancha”, donde hacía “El Quijote”, una obra extraordinaria, una comedia musical lindísima, pero no pude porque estaba pasando por un momento de salud regular, era una obra exigente donde tenía que estar más de dos horas en el escenario, tuve que suspenderla, ahora ya estoy mejor y tengo ganas de retomarla, vamos a ver, me gustaría ser El Quijote, es mi sueño. No he perdido contacto con el teatro, de alguna manera sigo, estamos ensayando con unos amigos una obra para presentarla a un grupo muy reducido. El teatro es la madre de todas estas expresiones, es único, no solo es culturalmente hablando lo mejor, sino que también es una forma de simbiosis entre el público, texto y actor, que no lo tienen otras artes”.

Superar el dolor con arte, lectura y escritura

Hace dos años Luna enfrentó algunos problemas de salud. Una operación de vesícula que no salió como se esperaba lo llevó a permanecer un mes hospitalizado. “Me operaron de la vesícula y me operaron mal, se regó el líquido de la bilis y lo hicieron mal. Después me hicieron tres operaciones más para subsanar el daño y estuve bastante mal. Bajé como 12 kilos, salí de ahí con disfagia, problemas de columna y un poco de cosas que no tenía. Últimamente estoy bien, estoy mejor, me he recuperado bastante, todavía falta, pero tengo fuerzas para seguir en lo mío, sobre todo si uno está bien de la mente, lo demás se subsana. He tratado de mantenerme muy activo, leo mucho, veo mucha película, estoy muy interesado en lo mío, sigo escribiendo, escribo para concursos y cuentos literarios, he ganado uno que otro”, contó.

Con proyectos en el extranjero en marcha y la esperanza de volver a los escenarios, Julio César Luna demuestra que “como decía Neruda, ‘confieso que he vivido’ y sigo viviendo un poco dentro de mi misma profesión, añorando mi trabajo, teniendo muchas cosas que decir todavía y esperando que los proyectos en el exterior funcionen y que pueda realizarlos”.

Cindy Katerine Martínez López

Por Cindy Katerine Martínez López

Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Sergio Arboleda con 10 años de experiencia en medios de comunicación, generación de contenidos digitales, reportería e investigación. cmartinez@elespectador.com
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.