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Norma Nivia sufrió bullying por su estatura “lo veía casi como una maldición”

La actriz que actualmente participa en ‘La Casa de los famosos’ reveló hace un tiempo a Vea que la estatura que llamaba tanto la atención cuando fue modelo fue motivo de matoneo. También contó de sus inicios.

Por Luz Alexi Castillo
23 de marzo de 2025
Norma Nivia sufrió bullying por su estatura “lo veía casi como una maldición”
Fotografía por: Felipe Marino

Norma Nivia fue durante los 90 una de las modelos más cotizadas en esta industria. Su figura y rostro eran solicitados por reconocidas marcas para que fuera su imagen. No obstante, un día decidió que quería luchar por la meta que se había trazado desde que salió de bachillerato, que era ser actriz y por ello, abandonó por completo las pasarelas.

Nivia que interpretó a Natalia Peralta en ‘El bandido honrado’ y debutó como actriz en ‘Yo soy Betty la fea’ contó en charla con Vea hace algunos años que en Líbano, Tolima, municipio donde nació y cursó sus estudios, la estatura que tanto fue elogiada en su carrera como modelo no fue vista de esa manera por sus compañeros de adolescencia.

“Siempre fui grande, pero a mis 11 años tuve mi primer estirón; a los 12 ya medía 1.72. Ahí dije soy un fenómeno, lo veía casi como una maldición, además imagínate en un pueblo. Hoy se dice bullying, pero en esa época se decía que se la tenían montada a uno y sí, me la montaban todo el tiempo. Me acomplejaba ser alta y me empecé a gibar”.

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El día que cambió la vida de Norma Nivia

A los 16 años comenzó a estudiar actuación y logró graduarse, fue entonces cuando su vida dio un giro inesperado. El modelaje se le cruzó cuando en la calle bogotana la vio una empresaria de la industria y prácticamente le tuvo que rogar que modelara. “Empecé a entender a los 16 que todo lo que tenía eran cualidades y no defectos, ahí cambió mi vida”. Finalmente, la idea de viajar y de alguna manera, aprovechar su preparación en la actuación para la pasarela la sedujo y Norma se convirtió en una de las modelos más cotizadas, no obstante, esto tuvo una cara que con el tiempo tuvo que enfrentar.

“Trajo dos cosas. Unas buenas y otras no tanto. Las no tan buenas es que hizo que mi comienzo en la actuación se retrasara muchísimo, en vez de empezar en la actuación a los 19, comencé como a los 26 y cuando por fin pude actuar cargué con el karma de ser modelo. Hay gente que es cerrada e ignorante y juzga. Muchos actores que admiramos son arquitectos, abogados o tienen cualquier otra profesión, tienen carreras que no tienen que ver con la actuación, y cuando la gente lo sabe, nadie dice nada, pero cuando hablan de una actriz que fue modelo algunos la califican de bruta, de estúpida. Desafortunadamente en nuestro país y en pleno siglo XXI sigue pasando. Gente que ocupa cargos altos tienen una cabeza chiquita, llena de tabús. Entendí que la industria tiene un montón de gente que no ve mas allá de la nariz. Nunca se preocuparon por saber si yo había estudiado. Yo era actriz, el modelaje se me atravesó, pero no les importó”.

Siendo modelo pudo ojear y ratificar que la actuación era lo que quería para su vida, cuando como modelo la llamaron para Betty la fea. “Betty no está en mi hoja de vida como actriz porque yo no actué allí, fui contratada como modelo, pero me dejó ver cómo era ese mundo. A los actores de Betty la fea les tocaba trabajar duro 12, 14, 15 horas y yo decía esto está muy duro, pero yo quiero poder jugar a poder hacer otros personajes”.

Norma Nivia superó el complejo de su estatura

Unos años más tarde, Humberto Rivera le daría su primera oportunidad en los unitarios Historias de hombres para mujeres y luego vendría su primer papel con continuidad en una producción de Telecolombia llamada El pasado no perdona. La subestimación por su pasado como modelo sin embargo seguía dándose esporádicamente, aunque aclara que nunca en Telecolombia donde valoraron su talento y luego la llamaron para un nuevo proyecto. “Nada en mi vida ha sido fácil, nada ha sido fluido, todo ha sido castiado de decir: por favor déjame hacer el casting. Me ha tocado muy duro. Cuando me di cuenta de que el modelaje que había disfrutado tanto era un obstáculo fue complicado. Un día de frente un director dijo ´ay me tocó la modelito vamos a ver que saco de esta´. Así me tocó escuchar y ver miradas de desprecio”. Ante esa actitud, Norma ha optado por trabajar en vez de discutir. “No me pongo a alegar. Por eso decidí autojubilarme del modelaje”.

Hoy el complejo de estatura está más que superado. “Manejo mi estatura, si no te gusta no mires para arriba, me pongo tacones orgullosa. Si me pides una foto y quieres que me agache no lo voy a hacer. Me siento orgullosa de mi estatura, nadie me va a venir a acomplejar. Pero cómo te parece que después de sentirme tan orgullosa si me han descabezado de papeles por alta”, se refiere a las oportunidades en que no la han escogido porque el galán simplemente es más bajo.

Por Luz Alexi Castillo

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