En 1995 el crimen de Selena Quintanilla, la gran estrellas del tex mex murió asesinada a manos de quien fuera su mano derecha, Yolanda Saldívar. La mujer que le disparó a la famosa intérprete lo habría hecho porque Selena habría descubierto que le estaba robando dinero. Otra versión que se ha manejado es que estaba enamorada de la cantante que no le correspondía y Saldívar no soportaba su indiferencia.
Saldívar fue condenada a cadena perpetua, pero existe la posibilidad de que en el 2025 salga bajo libertad condicional. Esta situación ha sido rechazada e incluso repudiada por los seguidores de la cantante así como por su familia, ya que consideran que ella nunca debe volver a disfrutar de la libertad por la gravedad de sus actos. Sin embargo la ley texana contempla que ella pueda hacer esta solicitud por buen comportamiento.
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En una entrevista con BBC la convicta, nacida en San Antonio, Texas, el 19 de septiembre de 1960, habló de esa posibilidad y su esperanza de tener una vida normal. Lo que más impresionó de sus declaraciones es que reveló su interés en conocer y trabajar con una estrella que puede incluso, ser más grande de lo que lo fue Selena Quintanilla.
Yolanda Saldívar saldría en el 2025 por buena conducta y quiere conocer a Shakira
Yolanda contó a la BBC que se siente tan segura de sí misma, y que aspira a llegar a ser en la “mano derecha” de la colombiana al igual que lo hizo con Quintanilla, una vez retome su normalidad en las calles. Como era de esperarse, los cibernautas han reaccionado a sus declaraciones. Los ciudadanos digitales consideran que ella es un peligro para los demás y la califican de demente su aspira a acercarse a la estrella colombiana.
Los expertos en leyes consideran simplemente imposible que la ex gerente de los clubs de fans de Selena y administradora de sus almacenes salga bajo palabra el año entrante, pues no solo puede ser considerada la buena conducta que haya tenido a los largo de los 29 años que ha estado en prisión, sino también los posibles desórdenes y protestas que puedan derivar en caso de que sea liberada. Además, es claro que la vida de la convicta también podría peligrar fuera de las prisión.