Carlos III será ungido en una ceremonia privada que es la única parte de la coronación que no es transmitida al mundo entero, pues se trata de un acto privado y religioso que se realiza desde el siglo XV.
Pero ¿qué es la unción que demanda tanta privacidad? Al estilo de los reyes antiguos y tiempos bíblicos como los de Salomón, es el momento donde el monarca recibe una unción divina y allí el rey queda cubierto con un dosel, tela usada en las narraciones bíblicas, que solo se le pone a los ungidos. Este ha sido especialmente diseñado para Carlos III. La unción en términos religiosos no es otra cosa que el momento es que el nuevo rey es declarado el elegido de Dios para gobernar y recibe esa gracia especial divina.
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Durante esta el sacerdote de Westminster, David Hoyle, derramará un aceite consagrado de un recipiente de oro con forma de águila en una cuchara también de oro en la que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, untará dos dedos y ungirá a Carlos en las manos, la cabeza y el pecho, a la altura del corazón. Su esposa, Camila también será ungida como reina consorte.
Carlos III recibirá aceite consagrado en Jerusalén
Cuando la reina Isabel II fue ungida, el aceite contenía distintos ingredientes, algunos de ellos de origen animal como glándulas de pequeños mamíferos, y ámbar gris.
Pero Carlos ha querido ser un rey moderno e ir actualizando algunos de los actos de su reinado. La unción claramente la conservará, así como su privacidad, no obstante, ha querido alejarse del sufrimiento animal y como es un hombre con tendencia al vegetarianismo el aceite no tendrá nada animal.
El nuevo aceite contiene aceitunas cultivadas en dos lugares en el Monte de los Olivos, cerca de Jerusalén. Uno está ubicado en el monasterio de María Magdalena y el otro, en el monasterio de la Ascensión. El aceite de oliva resultante, prensado a las afueras de Belén, ha sido perfumado con aceites esenciales como ajonjolí, rosa, jazmín, canela, neroli, benjuí, ámbar, sésamo y azahar. Este aceite llamado crismal, fue declarado sagrado el pasado 3 de marzo en una ceremonia en Jerusalén en la Iglesia del Santo Sepulcro.
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“Desde los antiguos reyes hasta nuestros días, los monarcas han sido ungidos con aceite de este lugar sagrado”, dijo sobre este aspecto, Justin Welby, arzobispo de Canterbury,
Los utensilios utilizados para la unción son objetos que continúan en manos de los monarcas y son originales de la coronación medieval, la mayoría de los cuales fueron destruidos por orden del líder político y militar inglés Oliver Cromwell en 1649.
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