Durante la coronación del rey Carlos III, en la Abadía de Westminster, se vivió un momento emotivo, protagonizado por el nuevo monarca y su hijo mayor, William, príncipe de Gales. El heredero al trono hizo el Homenaje de la Sangre Real, uno de los instantes tradicionales durante la ceremonia de entronización. Ocurrió después que el Arzobispo de Canterbury, quien fue el primero en jurar fidelidad, coronó al nuevo soberano. En ese instante, el primogénito, esposo de Kate Middleton y padre de los príncipe George, Charlotte y Louis, se arrodilló, y tomando las manos de su padre, hizo el juramento. “Yo, Guillermo, príncipe de Gales, te prometo mi lealtad y te daré fe y verdad, como tu vasallo de vida y muerte, así que, ayúdame Dios”. De inmediato, el hijo de Lady Di, la princesa del pueblo, tocó la corona de San Eduardo y luego besó a su progenitor en la mejilla izquierda. El rey lo miró y le dijo “Gracias William”. El momento fue contemplado por millones de espectadores en el mundo.
Te puede interesar: Coronación Carlos III: ¿Quiénes faltaron en el balcón real?
Sigue a la Revista Vea en WhatsApp
El príncipe Gales, heredero al trono, hizo, de rodillas, el juramento de lealtad a su padre. Selló el momento con un beso.
¿Por qué el príncipe Harry no juró lealtad al rey Carlos III?
Esta tradición milenaria se vivió también el 2 de julio de 1953, cuando Felipe Mountbatten, duque de Edimburgo, le juró fidelidad a su esposa, la Reina Isabel II. “Yo, Felipe, duque de Edimburgo, me hago vuestro vasallo en cuerpo y alma y del culto terrenal, con la ayuda de Dios”, pronunció.
Te puede interesar: Camila Parker ya es reina de Inglaterra, pero ¡le quedó grande la corona!
En esta ocasión, la costumbre real no estuvo completa, pues el príncipe Harry, segundo hijo del soberano, no fue contemplado para hacer el juramento. El duque de Sussex, quien se apartó de sus obligaciones reales en 2020 y ha protagonizado episodios tensos con su familia, asistió solo al evento, permaneció en el discreto lugar que le fue asignado en la Abadía de Westminster. Al terminar, el esposo de Meghan Markle partió hacia el aeropuerto para volar a Estados Unidos y en su casa, ubicada en Montecito, California, celebrar los cuatro años de Archie, su hijo mayor.