Luego de que el pasado jueves, 6 de marzo, la Cámara de Representantes del Congreso de la República aprobara la Reforma a la Salud, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) expresó su “profunda preocupación” sobre los impactos negativos que esta podría generar en el sistema en caso de que pase por el último filtro en la Comisión Séptima del Senado y entre en vigor.
En un comunicado emitido este viernes, 7 de marzo, la ANDI afirmó que “la propuesta gubernamental no resuelve los retos actuales del sistema y profundiza la crisis financiera, cuya desatención actual amenaza la salud de los colombianos”.
En el documento, esa asociación recordó el Auto 007 de 2025 de la Corte Constitucional, en el que se declaró incumplimiento frente a la suficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y se ordenó su revisión y reajuste entre 2021 y 2024, así como la implementación de un nuevo método de cálculo para 2025. La ANDI reiteró, también, cómo esta situación ha generado consecuencias en el Plan de Beneficiarios en Salud (PBS), e hizo un llamado para “contar con mecanismos transparentes y efectivos para garantizar que los recursos asignados reflejen las necesidades reales de la población”.
Por tanto, esa asociación afirmó que es “contrario al mandato constitucional” el que se sustituya el sistema de salud actual, sin antes equilibrarlo operativa y financieramente. También, mencionó que la reforma no aborda y da solución a los problemas estructurales de las finanzas del sistema de salud, sumado a que, según la ANDI, una reforma que aumente las obligación del Estado sin tener fuentes económicas claras “solo profundizará el desbalance económico del sector”.
Esa asociación recordó que, durante 2024, presentó un balance de impacto fiscal de la salud en Colombia. Sus cálculos arrojaron un déficit de $141.4 billones de pesos en los próximos 10 años, contrario a las cifras que mostraba el Ministerio de Salud y que arrojaban un superávit de $21,8 billones.
“La diferencia más grande en los cálculos se encuentra en la senda de gasto de los servicios de mediana y alta complejidad. El Gobierno asume un supuesto poco realista en este terreno. Considera que las mejoras en atención primaria modifican casi que inmediatamente la senda de gasto de los servicios de mediana y alta complejidad. Ese supuesto no es coherente ni con el envejecimiento de la población, ni con el cambio tecnológico, ni con la realidad de crecimiento de la UPC de los últimos 15 años”, enfatizó la ANDI.
Cabe recordar que, el pasado 28 de febrero, Minsalud expidió la resolución para crear la mesa de trabajo con todos los actores del sistema para revisar la UPC, tal como lo ordenó la Corte. Además, en ocasiones pasadas, ese despacho afirmó que no estaba en desacato de lo ordenado por el Alto Tribunal.
¿Qué se aprobó en la Cámara de Representantes?
Como lo contamos en estas páginas, algunos de los artículos aprobados de la reforma a la salud fueron el 44, 60, 61 y 62. Entre ellos, resaltan el 44, que crear el “Fondo de Infraestructura y Dotación de la Red Pública Hospitalaria (FIDH)” para fortalecer la red pública hospitalaria mediante proyectos de infraestructura y dotación, financiados a través de diversas fuentes; y el 61, que define el el régimen de transición hacia el nuevo sistema de salud. Durante esta transición, se asegura que ningún tratamiento médico podrá ser suspendido sin una indicación médica explícita, y tampoco se negarán consultas con especialistas.
Sin embargo, algunos de los cambios más centrales, y que impactarían la raíz del sistema de salud colombiano, tienen que ver con la transformación de la Adres. Según el texto aprobado por la Cámara, esta entidad (hoy en día centralizada, cuyo director es nombrado por Minsalud) se convertirá en el gran y único pagador del sistema de salud, asumiendo las funciones de gestión del riesgo financiero que hoy tienen las EPS.
A su vez, la Cámara también aprobó que las EPS se conviertan en Gestoras de Salud y Vida, lo que implicaría que dejen de administrar recursos y concentren en la gestión del riesgo en salud. Los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) se convertirían en una realidad, y las Secretarías de Salud ganarían poder en la conformación de las redes.