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El coronavirus ya llegó a casi todos los continentes del mundo, solo queda la Antártida. Pese a que los casos fuera de China, epicentro de la epidemia, han aumentado de manera acelerada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no declara al Covid-19 como pandemia. Aunque este término puede generar alarma y pánico, es la forma oficial en la que las entidades de salud se refieren a la propagación de una nueva enfermedad en varias regiones del mundo. Esta semana los virólogos coincidieron en que es hora de comenzar a pensar en ese escenario. (Lea: Confirman primer caso de coronavirus en México)
América Latina y África, hasta este viernes, habían sido observadoras expectantes de lo que venía ocurriendo en otros lugares, pero ya comienzan a reportar los primeros casos. Después de Brasil, donde se registró la primera persona contagiada en Latinoamérica, México detectó a otro paciente de 35 años que dio positivo a la prueba y se encuentra hospitalizado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, en Ciudad de México. Las autoridades informaron que el hombre, quien recientemente estuvo en Italia, solo tiene síntomas parecidos a un catarro y que cinco personas cercanas a él están bajo observación.
En Nigeria también se reportó un caso. Se trató de un italiano que llegó a Lagos proveniente de Milán. Tiene “un estado clínico estable y no presenta síntomas inquietantes”, según el Ministerio de Salud de Nigeria. Para los expertos de salud pública del mundo, la llegada del virus a países con sistemas de salud débiles constituye una preocupación, porque la epidemia podría expandirse más rápido.
Sigue a El Espectador en WhatsAppPese a que el coronavirus se ha propagado de manera acelerada y ya está en más de 54 países, es considerado por algunos epidemiólogos como una enfermedad leve para la mayoría de infectados. Una investigación del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC) señala que alrededor del 80,9 % de los casos se clasifican como leves, el 13,8 % como graves y solo el 4,7 % como críticos. Y su tasa de mortandad es del 2,3 %, siendo las personas mayores de ochenta años las más vulnerables, con un índice del 14,8%.
Teniendo en cuenta estas cifras, el Covid-19 no es tan mortal en comparación de otros coronavirus, como el SARS, que tenía una tasa de mortalidad del 9,2 %, o el MERS, que oscilaba del 20 % al 40 %, dependiendo del país donde se registrara. Los epidemiólogos aún siguen estudiando los nuevos casos para resolver inquietudes como cuánto podría cambiar esa cifra a futuro, en qué cantidad aumentarían los casos, cómo se podría detener su propagación y no lanzar predicciones.