Las muertes por Sida disminuyeron un 22% en los últimos cinco años. Esta cifra destaca el hecho de que en África, continente con el mayor número de infectados, se tenga más acceso a la realización de pruebas que detectan el virus, tratamientos antirretrovirales y prevención con mujeres embarazadas portadoras, para salvar de la enfermedad a los recién nacidos. A la estadística se une el hecho de que las políticas de prevención en muchos países han permitido que de 2005 a 2010 se haya reducido en 15% el número de infectados.
"Al mundo le ha costado 10 años lograr este impulso", manifestó Gottfried Hirnschall, director del departamento de lucha contra el VIH de la OMS, quien además agregó que "en estos momentos existe una posibilidad muy real de anticiparnos a la epidemia, pero esto sólo se puede lograr sustentando y acelerando este impulso durante la próxima década y más allá”.
Los organismos autores del informe basan su optimismo en las innovaciones y los avances científicos logrados en la lucha contra el VIH, pero alertan que será necesario aplicarlos con rapidez para que no se vean afectados por la crisis económica internacional.
Datos concretos
La mejora del acceso a las pruebas de detección del virus del Sida en África ha permitido llegar a un 61% de las mujeres embarazadas en el este y el sur del continente, un 14% más que en el año 2005.
Asimismo, el 48% de las madres infectadas recibieron una medicación eficaz para evitar la transmisión al bebé, y 6,6 millones de personas portadoras del virus en países pobres y en desarrollo (donde se estima que hay 14,2 millones de afectados) reciben en estos momentos terapia antirretroviral.
Mundialmente, un 64% de la población de entre 15 y 24 años infectada con el Sida son mujeres, una tasa que en el caso del África subsahariana se incrementa hasta el 71%, debido a que las estrategias de prevención no están llegando a esa región.
Existe además una marginación de grupos clave, como los drogodependientes en el este de Europa y Asia Central, que representan más del 60% de los portadores del VIH, pero que sólo suman el 22% de las personas con acceso a terapia antirretroviral.
A pesar de las mejoras para prevenir la transmisión de madres a hijos, unos 3,4 millones de menores viven en el mundo con el VIH, un grupo poblacional que también sufre un trato discriminatorio. En los países subdesarrollados y en vías de desarrollo, sólo uno de cada cuatro pequeños con el virus recibió tratamiento en 2010, frente a uno de cada dos adultos.
Por regiones, en África hubo 1,9 millones de nuevos infectados en los últimos cinco años, lo que sitúa el total de portadores de VIH en ese continente en 22,9 millones.
En Asia hubo una estabilización de la epidemia, con 4,8 millones de infectados (el 49% en la India), al igual que en América Latina y el Caribe, donde las cifras se estabilizaron en torno a los 1,7 millones (1,5 millones en América Latina y 200.000 en el Caribe).
El aumento más drástico se dio en el este de Europa y Asia Central, donde las nuevas infecciones se han incrementado un 250% en la última década, con el 90% de los casos en Rusia y Ucrania.
En Oriente Medio y el norte de África hubo 59.000 personas infectadas en 2010, un aumento del 36% con respecto a 2009.
El informe lanza una alerta con respecto al hecho de que en muchos países no se presta la debido atención a los grupos de mayor riesgo, que en líneas generales siguen al margen de los programas de prevención y tratamiento: adolescentes del sexo femenino, drogadictos que se inyectan por vía intravenosa, hombres homosexuales, transexuales, prostitutas, presos y emigrantes.
El caso de Latinoamérica
El sexo sin protección entre hombres y la falta de programas nacionales de prevención y tratamiento dirigidos a este grupo están avivando la epidemia de Sida en Latinoamérica, donde actualmente hay 1,5 millones de infectados con el VIH.
Contrario a la tendencia mundial, en América Latina el número total de personas que viven con el virus ha pasado de 1,3 millones en 2001 a 1,5 millones en 2010. Lo que es un dato aparentemente negativo, no lo es del todo, ya que el informe atribuye este incremento al aumento de personas que reciben terapia antirretroviral, lo que ha hecho disminuir el número de portadores que mueren por causas derivadas con el síndrome.
En 2010, el número de fallecidos en la región fue de 67.000 frente a una cifra máxima de 83.000 entre 2001 y 2003. En el mismo periodo se registró un descenso de la incidencia del VIH entre los menores de 15 años: de 47.000 portadores en 2001 se ha pasado a 42.000 en 2010; de 6.300 nuevos infectados anuales se ha pasado a 3.900, y de fallecidos por causas relacionadas con el Sida se ha pasado de 4.400 a 2.700 anuales entre 2001 y 2010.
La preocupación de la ONU es la propagación del virus por las relaciones sexuales sin protección entre hombres, un grupo en el que en la última década la prevalencia del virus ha sido del 10% en 9 de los 14 países de la región. Así, las tasas de infección en este colectivo llegan a ser del 21% en Bolivia, del 19% en zonas de Colombia y Uruguay, y del 12% de media en las 10 ciudades de Brasil y las tres ciudades de Honduras donde se llevaron a cabo estudios concretos sobre este tema.
Lo que pasa en Colombia
El primer caso diagnosticado en el país data de 1983, y hasta julio de 2011 se han notificado un total de 83.467 personas con infección por VIH (en estadio de sida y fallecidos).
La epidemia en Colombia se mantiene concentrada en poblaciones de mayor vulnerabilidad, en particular en hombres que se relacionan sexualmente con hombres y en mujeres trabajadoras sexuales. A pesar del subregistro y el retardo en la notificación, dentro de los casos reportados existe una proporción creciente de mujeres infectadas.
El 76% de los casos notificados en el año 2010 (5.719), se encuentra en el grupo de 15 a 44 años de edad. Por otra parte, la ONU resalta que, en los últimos años, se evidencia un incremento de casos en personas de 45 y más años, con el 22% de la participación (1.627). Igualmente, se puede afirmar que el 3% (242) son menores de 18 años y 2% (138) son menores de 15 años.
La tasa de mortalidad por SIDA en el país en el año 2009, según el DANE, fue de 5,21 por 100.000 habitantes: para el caso de los hombres esta cifra es de 8,1 y en las mujeres de 2,4.
A pesar de las cifras positivas, la ONU hace un llamado urgente para que los gobiernos implementen más programas encaminados a la prevención, así como políticas eficientes en la prestación de servicios médicos a quienes ya padecen la enfermedad. Todo esto sin olvidar que en el campo científico los esfuerzos no deben parar, pues se espera que en la próxima década las estadísticas sigan disminuyendo, basados en importantes avances que la ciencia aporte alrededor del síndrome.