En la página GitHub, el repositorio en línea de código de software, está disponible las secuencias de ARN mensajero de las vacunas de Moderna. Para conseguir secuenciar el ARN, el grupo de expertos de la Universidad de Stanford utilizó las sobras en viales destinados a la basura. Para conservar los viales, los científicos habían pedido permiso a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. (Lea: Butanvac, la vacuna producida en Brasil contra el coronavirus)
“Las vacunas de ARN se han convertido en una herramienta clave para avanzar en los desafíos planteados tanto en la actual pandemia como en otros numerosos retos médicos y de salud pública”, aseguran los científicos en la publicación del anuncio.
En la publicación, los científicos explicaron que esperan “ayudar a los investigadores de todo el mundo a identificar mejor cuando analicen muestras si están mirando secuencias del virus SARS-CoV-2 o vacunas para tratar el virus, porque pueden dar falsos positivos. Es importante aprender a diferenciar entre el ARN elaborado por la vacuna y el ARN del virus”. Esta es la primera vez que las secuencias de la vacuna de Moderna quedan disponibles para el público
Las secuencias del biológico de Pfizer, que también emplea la misma tecnología, ya estaban disponibles para la comunidad científica. El 25 de diciembre de 2020, Bert Hubert, fundador de PowerDNS, las publicó. Desde la Universidad de Stanford trataron de comunicarse con Moderna antes de publicar la secuencias del ARN mensajero, pero la empresa no emitió ninguna respuesta. (Puede leer: Vacunas de Pfizer y Moderna son 90% efectivas para prevenir infecciones de COVID-19)
Andrew Fire, científico de esta institución, explicó al medio Motherboard que a medida en que esta vacuna de Moderna se ha ido aplicando por el mundo, las secuencias del ARN mensajero han empezado a aparecer en muchos estudios de investigación y diagnóstico diferentes. “Conocer estas secuencias y tener la capacidad de diferenciarlas de otros ARN en el análisis de futuros conjuntos de datos biomédicos es de gran utilidad”, añadió.
¿Cómo lo lograron?
Massa Shoura, otro de los científicos de Stanford que participó del estudio, señaló que para secuenciar el ARN mensajero no se basaba únicamente en aplicar ingeniería inversa. “Publicamos la secuencia putativa de dos moléculas de ARN sintético que se han vuelto suficientemente frecuentes en el entorno general de la medicina y la biología humana en 2021 “.
Los expertos aclaran que solo publicaron la secuencia del ARN mensajero, no la “receta” de la vacuna. “Es como hornear un pastel con solo el conocimiento de los ingredientes básicos, sin cantidades ni instrucciones sobre cómo cocinarlo a partir de estos ingredientes”, dijo a The Guardian Stuart Turville, profesor asociado de inmunología y patología en el Instituto Kirby de la Universidad de Nueva Gales del Sur. (Le puede interesar: Estos son los cinco retos para lograr que todo el mundo se vacune contra el COVID-19)
Ahora, los expertos buscan conocer cómo se están fabricando estas vacunas a la escala de la producción actual y cómo las combinan con lípidos para el producto final.