Todo comportamiento humano, o rasgo, también conocido como fenotipo, es el resultado de una mágica combinación de factores hereditarios y medioambientales a lo largo de la vida.
En el caso de los centenarios, las personas con edad mayor o igual a 100 años, y que constituyen el modelo de envejecimiento biológico más exitoso en el ser humano, y el fenotipo extremo de la longevidad, se han descubierto algunos genes que la explicarían, así como también se han descrito algunas características medioambientales que serían comunes en ellos y que, según ellos mismos, les han permitido vivir 100 años o más.
Así lo indica el resultado del análisis de texto que hicimos a un grupo de centenarios de varias regiones del país. A la pregunta “¿por qué cree que ha vivido más de 100 años?”, los centenarios dieron respuestas estoicas que reflejan la resiliencia y el autocontrol. Mediante análisis de texto se desagregaron los conceptos de Dios, querer-vivir, reírse y contar con una buena alimentación, a base de pescado (ver figura).
Sin embargo, no todas las personas atraviesan la frontera de los 100 años en las mismas condiciones. Por esta razón, y mediante un análisis de conglomerados, investigadores de la Alianza Centenarios clasificamos a los centenarios en vulnerables (40%), resilientes (45%) y vigorosos (15%), en función de los resultados de su estado de salud y el estudio de variables demográficas, clínicas, nutricionales, funcionales, cognitivas, estilos de vida, prosociales y bioquímicas. El porcentaje de aquellos que se encuentran en óptimas condiciones de salud, los vigorosos, fue el menor. No obstante, este grupo es una fuente de información preciosa para entender y descubrir los factores asociados con la longevidad saludable, definida por la Organización Mundial de la Salud como “el proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la edad avanzada”.
Estos centenarios vigorosos esconden la cura para enfermedades que no padecen, tales como autoinmunes, cáncer y demencia. Por eso, como lo mencionaba el profesor Francisco Lopera, debemos copiar la información que ellos nos ofrecen para tratar a los pacientes con enfermedades crónicas para las cuales son resistentes.
¿Qué caracteriza a los centenarios vigorosos? En primer lugar, son más los hombres que las mujeres los que llegan a esta etapa de la vida en mejores condiciones de salud. En segundo lugar, tienen una mayor circunferencia de la pantorrilla y fuerza de prensión, un mejor estado nutricional, capacidad funcional y desempeño físico. Todo lo cual indica que mantenerse físicamente activo y contar con una buena alimentación son elementos claves para una longevidad saludable. Así lo revela la investigación científica, que coincide, una vez más, con el sentido común.
En resumen, aunque la ciencia está explorando las razones que expliquen la longevidad saludable –que ciertamente será el gran triunfo de la humanidad y la medicina–, los centenarios nos invitan a preguntarnos por los aspectos más básicos y fundamentales de la vida. Nos devuelven la humanidad y nos revelan el misterio de la alquimia de una larga y, eventualmente, buena vida, a pesar de todo.
*Miembros de la Alianza Centenarios
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