COVID prolongada ¿Está Colombia preparada?
Juan Manuel Anaya
Aunque la enfermedad COVID-19 es asintomática o leve en aproximadamente el 80% de los casos, actualmente se estudia con mucha atención las secuelas que puede dejar en los casos graves.
La enfermedad COVID-19 es asintomática o leve en aproximadamente el 80% de los casos y severa o crítica en el resto. Es muy heterogénea, con afectación pulmonar, principalmente, pero también puede observarse compromiso digestivo, vascular, neurológico, renal, cardíaco y autoinmune.
En Colombia se han registrado cerca de un millón de casos, de los cuales el 3% ha fallecido. Se informa que aproximadamente el 90% se ha recuperado, pero se desconoce si la recuperación es completa o parcial.
La mayoría de los pacientes que se curan de la COVID-19 lo hacen entre dos y tres semanas después de los primeros síntomas. Sin embargo, un porcentaje, que puede variar entre el 10 al 80%, según los estudios, presenta COVID prolongada, clasificada como pos-aguda, cuando dura entre 3 y 12 semanas, y crónica cuando dura más de 12 semanas. De otra parte, pueden existir secuelas de la enfermedad y manifestaciones clínicas tardías que, en conjunto, se denominan “enfermedad Pos-COVID” y que pueden hacer parte de la COVID prolongada.
El número creciente de casos de COVID prolongada y la necesidad de su atención interdisciplinaria ha estimulado a varios centros hospitalarios en el mundo a crear unidades para la atención e investigación a largo plazo de estos pacientes. Estas unidades se deben planificar de manera similar a los “hospitales de día” en la que los pacientes son atendidos por un equipo medico interdisciplinario.
Para su implementación en Colombia será necesario que el sistema de salud y los hospitales superen las barreras a la innovación, modifiquen algunas normas reguladoras y reconozcan que nunca como ahora la investigación en salud es tan importante y pertinente. Será también necesaria una agenda que involucre un interés genuino y voluntad política, evaluación del costo-efectividad, una nueva gobernanza y nuevos “paquetes” en la relación IPS-EPS.
Las unidades Pos-COVID permitirán responder a las numerosas preguntas sin resolver de esta enfermedad y desarrollar estrategias preventivas y terapéuticas que servirán en esta y en futuras condiciones similares a la COVID-19.
Aunque la enfermedad COVID-19 es asintomática o leve en aproximadamente el 80% de los casos, actualmente se estudia con mucha atención las secuelas que puede dejar en los casos graves.
La enfermedad COVID-19 es asintomática o leve en aproximadamente el 80% de los casos y severa o crítica en el resto. Es muy heterogénea, con afectación pulmonar, principalmente, pero también puede observarse compromiso digestivo, vascular, neurológico, renal, cardíaco y autoinmune.
En Colombia se han registrado cerca de un millón de casos, de los cuales el 3% ha fallecido. Se informa que aproximadamente el 90% se ha recuperado, pero se desconoce si la recuperación es completa o parcial.
La mayoría de los pacientes que se curan de la COVID-19 lo hacen entre dos y tres semanas después de los primeros síntomas. Sin embargo, un porcentaje, que puede variar entre el 10 al 80%, según los estudios, presenta COVID prolongada, clasificada como pos-aguda, cuando dura entre 3 y 12 semanas, y crónica cuando dura más de 12 semanas. De otra parte, pueden existir secuelas de la enfermedad y manifestaciones clínicas tardías que, en conjunto, se denominan “enfermedad Pos-COVID” y que pueden hacer parte de la COVID prolongada.
El número creciente de casos de COVID prolongada y la necesidad de su atención interdisciplinaria ha estimulado a varios centros hospitalarios en el mundo a crear unidades para la atención e investigación a largo plazo de estos pacientes. Estas unidades se deben planificar de manera similar a los “hospitales de día” en la que los pacientes son atendidos por un equipo medico interdisciplinario.
Para su implementación en Colombia será necesario que el sistema de salud y los hospitales superen las barreras a la innovación, modifiquen algunas normas reguladoras y reconozcan que nunca como ahora la investigación en salud es tan importante y pertinente. Será también necesaria una agenda que involucre un interés genuino y voluntad política, evaluación del costo-efectividad, una nueva gobernanza y nuevos “paquetes” en la relación IPS-EPS.
Las unidades Pos-COVID permitirán responder a las numerosas preguntas sin resolver de esta enfermedad y desarrollar estrategias preventivas y terapéuticas que servirán en esta y en futuras condiciones similares a la COVID-19.