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Crece polémica por implante anticonceptivo

Más de un millón de mujeres en el mundo portan el dispositivo. Autoridad sanitaria de Estados Unidos analiza la seguridad del producto. Mujeres denuncian graves efectos adversos, como hemorragias y tumores.

Redacción Salud
02 de octubre de 2015 - 03:40 a. m.

iconceptivos que más adeptas han logrado en la última década. Este diminuto muelle mecánico fabricado con níquel fue conquistando la simpatía de las usuarias alrededor del mundo por la facilidad con que se implanta y su efectividad. Ahora, después de trece años en el mercado y más de un millón de usuarias, una lluvia de críticas y acusaciones han caído sobre su dueño, la multinacional Bayer.
 
Mientras en España al menos 240 mujeres han denunciado secuelas tras el implante del anticonceptivo, entre ellas dolor crónico, sangramiento, jaquecas y reacciones alérgicas, en Estados Unidos la autoridad de salud, la Food and Drug Administration (FDA) reunió el pasado 24 de octubre a un grupo de expertos para analizar la seguridad de Essure. Más de 17.000 mujeres estadounidenses han reportado efectos adversos hasta ahora. En Facebook, el grupo Essure Problems cuenta con 22.357 miembros.
 
“¿Cómo puede ser que la FDA y Bayer no tengan ningún conocimiento de las alergias al níquel?”, preguntó el dermatólogo Peter Schalock del Hospital General de Massachusetts en el concurrido auditorio ubicado en las oficinas centrales de la FDA. Y añadió algunas preguntas más incisivas: “¿Cuándo estudiaron a estas personas? ¿Cómo las evaluaron? ¿Con qué las analizaron?”.
 
Essure es un método de anticoncepción mecánico que funciona por medio de la obstrucción de las trompas de Falopio, los conductos que conectan el útero con los ovarios. Al insertarse a través de la vagina, sin incisiones quirúrgicas, produce inflamación local que obstaculiza el paso de los espermatozoides después de una relación sexual.
 
Como lo reportó el periódico The New York Times, representantes de Bayer presentes en la misma sala se defendieron argumentando que la seguridad de Essure está soportada en más de una década de ciencia y estudios con cerca de 10.000 mujeres. También advirtieron que el producto incluye “información sobre el níquel”. Ese día los asistentes al evento escucharon reportes de mujeres con enfermedades autoinmunes, como lupus y enfermedad celiaca, abscesos, tumores, fatiga severa y pérdida de control de la vejiga, además de sus odiseas por el sistema de salud para lograr un diagnóstico.
 
Según informó el diario The Wall Street Journal, las quejas han aumentado vertiginosamente en los últimos años. En EE.UU. se han multiplicado por 20 desde 2011, hasta alcanzar más de 2.200 en 2014 y 1.363 hasta junio de 2015. Existen casos de mujeres a las que fue necesario practicarles una histerectomía (extirpación del útero total o parcial).
 
En Estados Unidos, la activista Erin Brokovich ha asumido la defensa de un gran número de estas mujeres y está dispuesta a dar la batalla contra la multinacional Bayer. Brokovich se hizo famosa en 1993 cuando logró poner contra las cuerdas a una compañía de gas californiana al demostrar que era responsable de contaminación de aguas con cromo. Su caso llegó al cine y su personaje fue interpretado por Julia Roberts. Ahora Brokovich ha descubierto en las mujeres afectadas por Essure una nueva causa.
 
Diana Zuckerman, presidenta del National Center for Health Research en Estados Unidos, señaló durante el panel de expertos que algunas de las mujeres que participaron en los estudios sobre Essure tienen evidencia de que sus respuestas fueron alteradas por los investigadores. Steven Immergut, vocero de Bayer, rechazó esas acusaciones y el vicepresidente de la compañía dijo durante el evento que “el cuerpo de evidencia sobre la seguridad y eficacia de Essure sigue creciendo”.
 
En España el diario El Mundo recopiló algunos testimonios de mujeres que se declaran afectadas y preparan otra batalla jurídica. “Yo no quería tener más hijos, pero tampoco te imaginas que por un anticonceptivo te van a quitar el útero”, comentó Elena Fernández (44 años), a quien se lo implantaron en 2011 y se lo retiraron dos años más tarde después de infecciones reiteradas, inflamación abdominal constante y hemorragias continuas.
En Colombia el producto comenzó a comercializarse en 2011, tras recibir la aprobación del Invima. Incluso algunas organizaciones médicas han pedido que sea incluido en el Plan Obligatorio de Salud.
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Por Redacción Salud

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