
Alrededor de Gwagwalada, Nigeria, hay cuerpos de agua donde niños suelen darse un chapuzón para refrescarse, pero también pueden enfermar.
Foto: NYT - TAIWO AINA
Para los niños de Gwagwalada, el río que bordea su pueblo es un destino preferido. No importa que sus padres les prohíban jugar en el agua, ni que el agua esté infestada de diminutos platelmintos que se instalan en sus intestinos.
Al fin y al cabo, no hay mucho que hacer en esta zona al oeste de Abuja, la capital de Nigeria, ni una forma mejor de mantenerse fresco cuando la temperatura se dispara.
Pero en un caluroso día de noviembre, en los bajos edificios de una escuela pública de Gwagwalada, decenas de estudiantes dijeron a los trabajadores...
Por Apoorva Mandavilli / The New York Times
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