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Dolor de cabeza y fatiga: los síntomas de COVID-19 más comunes en los niños

Los síntomas gastrointestinales son comunes en los niños infectados con el SARS-CoV-2 y deberían desencadenar pruebas para detectar el virus, dicen investigadores londinenses.

08 de septiembre de 2020 - 02:20 p. m.
Los investigadores piden listas de verificación de síntomas basadas en la edad, ya que el virus se presenta de manera diferente en los niños. /PIxabay
Los investigadores piden listas de verificación de síntomas basadas en la edad, ya que el virus se presenta de manera diferente en los niños. /PIxabay
Foto: Pixabay

Un estudio con 992 niños sanos (edad media de 10,1 años) de trabajadores sanitarios de todo el Reino Unido encontró que 68 (6,9%) dieron positivo en anticuerpos contra el SARS-CoV-2.1 La mitad de los niños que dieron positivo en la prueba no informaron síntomas, pero para los que lo hicieron con mayor frecuencia fueron fiebre (21 de 68, 31%); síntomas gastrointestinales, que incluyen diarrea, vómitos y calambres abdominales (13 de 68, 19%); y dolor de cabeza (12 de 68, 18%).

Un tercio de los niños que dieron positivo no mostraron síntomas, lo que agrega peso a otro trabajo que muestra que muchas infecciones son asintomáticas, el equipo dice que los que sí mostraron un conjunto de síntomas diferente al de los adultos. Encontraron que los síntomas gastrointestinales, la fatiga y el dolor de cabeza son comunes en los niños infectados con el SARS-CoV-2 y según los investigadores, deberían desencadenar pruebas para detectar el virus.

Los últimos hallazgos de la aplicación Covid-19 Symptom Study –una aplicación de celular en la que los sospechosos o confirmados de Covid reportan sus síntomas, algo así como la Coronapp de Londres– muestra que los síntomas gastrointestinales ocurren con frecuencia en niños con pruebas de frotis positivas.

Tom Waterfield, autor principal del estudio de anticuerpos, le dijo a BMJ: “Basándonos en nuestros hallazgos, creo que los síntomas gastrointestinales deben agregarse a la lista actual (temperatura alta, tos y pérdida o cambio en el sentido del olfato o el gusto) que desencadenan pruebas de coronavirus. La diarrea y los vómitos en los niños deberían provocar una prueba”.

El modelado mostró que los síntomas gastrointestinales se asociaron significativamente con la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, además del contacto familiar conocido con el SARS-CoV-2 confirmado, fatiga y cambios en el sentido del olfato o el gusto.

La diarrea y los vómitos pueden no estar en la estrategia oficial de prueba del covid-19 de ningún país, por ahora. Pero según los investigadores, los niños deben haber tenido 48 horas libres de síntomas gastrointestinales antes de regresar al colegio, si en sus países hay estudio presencial.

¿En qué se parecen los síntomas de niños a los de los adultos?

Tim Spector, líder del estudio y profesor de epidemiología genética en el King’s College de Londres, dijo: “Al observar los datos de 250 000 niños, encontramos que aquellos con una prueba de hisopo positiva tienen una gama de síntomas diferente a la de los adultos. La tos y la dificultad para respirar son mucho menos frecuentes y los problemas gastrointestinales, especialmente la pérdida de apetito, más frecuentes. La fiebre sigue siendo una característica, como en los adultos”.

Alrededor del 50% de los niños no presentaban los tres síntomas principales del adulto (temperatura alta, tos y pérdida o cambio del sentido del olfato o del gusto) y pueden presentar una amplia gama de síntomas inespecíficos, como malestar y pérdida de apetito, aunque la erupción cutánea afectó a uno de cada seis. La recomendación es que los padres mantengan a niños con esos síntomas en casa, y que se hagan la prueba de coronavirus (en el caso colombiano, la de antígenos para empezar). Los resultados, publicados pero aún no revisados por pares, están en medRxiv.

Martin Marshall, presidente del Royal College of GPs, dijo a The Guardian: “Entender que los niños pueden presentar síntomas que son diferentes a los de los adultos es útil para que los médicos de cabecera y nuestros equipos, así como nuestros colegas pediátricos especialistas, identifiquen el virus en los niños y respondan adecuadamente”.

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